Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

Contacto y envío de textos:
clubdeletras.uca@gmail.com


sábado, 28 de mayo de 2016

Claves del bienestar. La brevedad de la vida.




33.- La brevedad de la vida
                                              
La consideración de la brevedad de la vida y de la inevitabilidad de la muerte, en vez de paralizarnos y de diluir nuestro tiempo, debería estimularnos para que extraigamos de cada uno de nuestros episodios los jugos más esenciales y sustanciosos. En vez de agobiarnos negando inútilmente la muerte, podríamos convertirla en un estímulo para aprovechar cada minuto de vida. ¿Cómo? Respetándonos, queriéndonos y ayudándonos. Es posible que –sin necesidad de recurrir a aquellas truculentas meditaciones sobre los novísimos de los Ejercicios Espirituales- el pensamiento sereno sobre la muerte –sobre la nuestra y sobre la de nuestros seres queridos- nos empuje para que, de forma explícita, con amor y con respeto, hablemos de todas esas cosas buenas y bellas que, con demasiada frecuencia, sólo decimos en los funerales.

Desde la perspectiva de la muerte vemos la vida de otra manera y si algunas cuestiones pierden valor, otras por el contrario, recobran su importancia: hace posible una mirada distinta sobre la realidad, nos proporciona una claridad que disuelve esos ruidos que trivializan los asuntos que, reconsiderados serenamente, están llenos de sentido.

Si al pensar en la muerte miramos retrospectivamente a los momentos difíciles y soñamos ilusionados en un mañana mejor, es posible que intensifiquemos nuestro presente y prosigamos nuestra andadura liberados de lo peor de nosotros mismos y, quizás, nos ilusionemos con una convivencia más grata y más placentera con los seres más queridos: con nuestros familiares, con nuestros amigos e, incluso, con nuestros compañeros, convecinos y conciudadanos. Hoy, queridas amigas, queridos amigos, es un día importante. Aprovechemos cada uno de sus segundos, vivámoslos con intensidad e, incluso, con gratitud. Un abrazo.                                                                                                                                            

José Antonio Hernández Guerrero
                                                                                                                                        


domingo, 22 de mayo de 2016

Claves del bienestar. Asumir la muerte.







32.- Asumir la muerte

La muerte, un tema permanente desde Platón durante toda la historia de la Filosofía, constituye también un asunto literario, sobre todo, desde que los poetas barrocos Calderón y Quevedo, con sus potentes imágenes, pusieron de manifiesto el carácter efímero y frágil de la vida y la naturaleza caduca de los bienes terrenos. Carlos Murciano afirma que “dar la espalda a la muerte es morir más”. El filósofo vienés, Ludwig Wittgenstein, en un par de anotaciones de su Diario Secreto, tras confesar que siente cierta fascinación por la muerte, se lamenta de que, en la vida presente, no existe lugar para pensar en ella. Es posible que esta valoración –junto a motivaciones morales- le impulsara para que, a pesar de haber sido declarado inútil por problemas de salud, se alistara como voluntario en el ejército austriaco en la Primera Guerra Mundial.  

Nosotros, sin necesidad de recurrir a elucubraciones filosóficas, sabemos que nuestra existencia humana -ese entramado de recuerdos, de episodios y de deseos- es una ineludible convivencia con las muertes de los que nos han dejado la dolorosa huella de su ausencia y con el anticipo –más o menos consciente- de nuestra propia muerte.    

Por mucho nos hagamos los despistados, la muerte es nuestro acompañante más fiel desde el instante del nacimiento. Hemos de reconocer, además, que, de la misma manera que los sufrimientos que acarrea pueden ser agravados por una inadecuada preparación, también, pueden ser suavizados por una oportuna preparación y por una correcta ayuda: igual que la zigzagueante ruta de  la vida, el trance de la muerte puede ser bueno, malo y horroroso.


Es sorprendente, sin embargo, la coincidencia con la que, en la actualidad, desde sus respectivas perspectivas determinadas por sus diferentes intereses, los reclamos sociales y las propuestas culturales están logrando que, autoengañados, nos olvidemos totalmente de este ineludible y “vital” episodio. El hecho cierto es que los pensadores, los periodistas, los educadores, los médicos y hasta algunos sacerdotes consideran este asunto como tabú. Por poco que reflexionemos, podemos advertir cómo progresivamente el valor de la muerte está perdiendo vigencia en su relación con las actividades diarias: no tenemos en cuenta que es un componente esencial de la vida e, incluso, un factor que puede ayudar para que, aunque no prolonguemos nuestro tiempo, sí intensifiquemos la conciencia de nuestra existencia. 


José Antonio Hernández Guerrero

miércoles, 18 de mayo de 2016

Clausura del Curso del Club de Letras 2015 – 2016. Algeciras 13 de mayo de 2016 (2)

Intervención de María Luisa Niebla en el Acto de Clausura del Curso del Club de Letras 2015-2016 en Algeciras el pasado día 13 de mayo:






Specvlvm, un espejo y una pantalla

          Aunque uno de los objetivos principales de nuestra revista Specvlvm sigue siendo el de hacer público nuestros textos, también lo es el mejorar nuestra calidad literaria mediante la crítica de los lectores y, sobre todo, a través de nuestra autocrítica. Al mismo tiempo, Speculum nos ofrece la oportunidad de alimentar el crecimiento de nuestra sensibilidad estética mediante el conocimiento de las obras más importantes de la literatura universal e, incluso, la de evitar el olvido de los escritores de nuestras tierras.
Sólo a manera de ejemplo, podemos recordar cómo los versos de Virgilio nos animan a trascender los quehaceres cotidianos para descubrir el tesoro espiritual encerrado en la vida ordinaria.     
Y si Ovidio nos ofrecía herramientas potentes para lograr el amor, para expresarlo y para conservarlo, además de un nutrido repertorio de recursos literarios para elaborar textos poéticos sugerentes y divertidos, también tuvimos la oportunidad de escuchar a Dante cuando canta al amor ideal -divino y humano- que, cuando se hace concreto en una persona, es concebido como sentimiento, como clave y como meta de la vida.
Rabelais, con su crítica despiadada a los hábitos trasnochados, con su burla hiperbólica a las costumbres inhumanas y, sobre todo, con su incansable tarea de desarrollar las posibilidades expresivas del lenguaje, nos invitó para que revisemos nuestras maneras convencionales de estar en el mundo, y para que renovemos nuestros estilos literarios.
Miguel de Cervantes, ese maestro cercano que representa la cima y la síntesis de nuestra literatura española, nos estimuló para que miremos la complejidad de la vida a través de las luces y de las sombras que animan la existencia humana y para que, de esta manera, seamos capaces de admirar la integridad del mundo en el que, ansiosos, nos movemos.
Y si Gustavo Adolfo Bécquer, con su voz suave y firme, nos muestra el poder transformador de la imaginación cuando es fecundada por la sensibilidad andaluza, Juan Ramón Jiménez -poeta esencial- nos dibujó los caminos convergentes del silencio comunicativo, de la interiorización espiritual y de la sensibilidad corporal.
De José Luis Tejada, tomamos la intensidad expresiva de su palabra cálida, colorista y popular y, mientras Carlos Murciano nos anima con su audacia inventiva, Caballero Bonald nos ofrece un equilibrio armónico entre la literatura clásica y la actual.
Schiller nos explicó cómo “La construcción de la auténtica libertad es la más completa de todas las obras de arte”, y el humanismo de José Luis Sampedro, nos incitó a colaborar, desde nuestra responsabilidad como escritores, en la consecución de un mundo mejor.
De Franz Kafka aprendimos la fuerza expresiva de las paradojas, de las hipérboles y de los juegos de palabras, y con Edgar Allan Poe, nos hemos sumergido en otros mundos para encontrar un sentido a esa obscuridad que está latente en nuestras vidas.
Gracias a los heterónimos de Fernando Pessoa, ya sabemos que los personajes literarios son esas personas con las que nos cruzamos en nuestras calles y que hacen que enriquezcamos nuestra capacidad de crear personalidades nuevas.
A Miguel Hernández, además de mostrar nuestra admiración por su testimonio de coherencia, le expresamos nuestra gratitud por el rico legado que nos ha dejado y formulamos nuestro compromiso de colaborar en esa revolución espiritual que sitúe al ser humano en la cumbre de nuestros mejores anhelos y como eje de nuestros trabajos.
Hermann Hesse nos sirve de modelo para que nos esforcemos por explicarnos a nosotros mismos y por encontrar el camino que nos permita reconciliar el pensamiento con el sentimiento, la ciencia con el arte y la vida con la literatura.
Carlos Edmundo de Ory nos hizo comprender cómo la paradoja -esa contradicción siempre aparente- constituye la clave de la literatura y de la vida, y gracias a la fina sensibilidad de Pilar Paz Pasamar, estamos dispuestos a concebir y a vivir la poesía como la vía directa para penetrar en el fondo de las emociones y para sintonizar con todos los seres creados.
Y, finalmente, Manuel Fernández Mota nos convenció de que el arte y la cultura constituyen unas potentes palancas que elevan al hombre sobre la naturaleza, y de que la Literatura es una vía apasionante para penetrar en las cosas y en la vida, para extraer sus componentes elementales, para comprender al ser humano y para crear un mundo más confortable.

María Luisa Niebla


domingo, 15 de mayo de 2016

Clausura del Curso del Club de Letras 2015 – 2016. Algeciras 13 de mayo de 2016 (1)

 El pasado viernes, día 13 de mayo, celebramos el Acto de Clausura del Curso  2015-2016 del Club de Letras de la UCA en el Centro Documental José Luís Cano de Algeciras. Estas fueron las palabras de su director, José Antonio Hernández Guerrero, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura comparada de la Universidad de Cádiz:




Clausura del Curso del Club de Letras   2015 – 2016         ALGECIRAS……….13 DE MAYO DE 2016


Por primera vez y para que sirva de precedente de otros actos públicos en las diferentes sedes del Club de Letras de la Universidad de Cádiz, dedicamos esta sesión de clausura del curso a una compañera nuestra: a JosefinaNúñez Montoya, coordinadora del Campus de Algeciras, una mujer cuyas trayectorias familiares, profesionales y literarias definen un perfil humano y literario que se asienta convergentemente en la solidez de su pensamiento, en la profundidad de sus convicciones y en la coherencia de sus actitudes y de sus conductas.



La explicación clara de la convergencia de las diferentes sendas que esta escritora recorre hacia el equilibrio, la coherencia, la armonía y la unidad personal podemos encontrarlas a través de la lectura atenta de sus opciones vitales y de las tareas docentes y literarias que ella emprende impulsada por una voluntad decidida de fundamentar sus pensamientos, sus convicciones, sus palabras y sus textos en la base sólida de unos valores éticos contrastados y de unos compromisos familiares, profesionales y sociales ampliamente confirmados.

Aunque la literatura y la vida solemos separarlas y oponerlas como esferas diferentes, Josefina nos ha demostrado que constituyen dos nociones interconectadas que se refieren a aspectos reales de su existencia humana cotidiana. Y es que, aunque la literatura -fruto de la imaginación libre- brota de un impulso creador de calidades estéticas y no persigue, en principio, finalidad práctica alguna, también es verdad que constituye un reflejo directo o una imagen estilizada de su vivir cotidiano.

Su vida está penetrada, mediatizada y, también, configurada por la literatura. Y es que, como ella afirma, existe un camino de ida y vuelta, un circuito cerrado entre la realidad básica que ella vive en su hogar y en su trabajo, y los productos de sus obras literarias que, como he indicado en ocasiones anteriores, nos producen impresiones duraderas en nuestra imaginación y también en nuestras ideas.

La obra de Josefina Núñez Montoya constituye la prueba de que la literatura, no sólo refleja, analiza, descubre, denuncia y modifica nuestras representaciones de la vida, sino que también puede transformar las mismas formas de vida. La "literatura" –espejo, pantalla y foco- es algo más que "mera literatura", y, si ella  lee y escribe es, más que por afición al arte, por el amor a la vida. De manera resumida, expondré mis juicios sobre sus libros al final de mi intervención, tras realizar un breve balance de las actividades de este curso.



Este acto, con el que oficialmente CONCLUYEN las actividades del curso del Club de Letras, del Seminario sobre el Lenguaje Periodístico y del Seminario sobre el Bienestar, nos proporciona la ocasión propicia para

1.       Examinar con perspectiva los trayectos que hemos recorrido
2.       Extraer y degustar los frutos más saludables y nutritivos
3.       Identificar los fallos más frecuentes
4.       Esbozar y proponer proyectos
5.    Expresar nuestra FELICITACIÓN a los compañeros que han publicado artículos y libros.
6.       Y, sobre todo, hacer público nuestro AGRADECIMIENTO a los amigos que, generosa, amable y eficientemente, se han responsabilizado de diversas tareas de coordinación.



1.- Examen. La primera impresión que recibimos cuando recorremos retrospectivamente este curso es la de una excesiva MULTIPLICIDAD que, posiblemente, haya generado cierta parcelación de los contenidos y la consiguiente dispersión de los destinatarios.

2.1.- Frutos. Primero, el descubrimiento, el conocimiento, el trato, el diálogo y la colaboración con personas que, dotadas de una notable calidad humana y de unas elevadas destrezas literarias, han enriquecido los diferentes grupos.
2.2.- En segundo lugar, el disfrute y el aprovechamiento de los ratos intensos que hemos pasado juntos.
2.3.- En tercer lugar, la elevada cantidad y la notable calidad de los textos publicados en los diferentes soportes:

•         La página WEB
•         El periódico EL ESPEJO
•         La edición, presentación y comentarios de libros
•         Las emisiones de Televisión y las tertulias radiofónicas.
•         La revista SPECVLVM . En este curso han salido a la luz cuatro números dedicados respectivamente a


3.- Fallos. En las reuniones del Club de Letras
3.1.- Carencia de un calendario fijo
3.2.- Envío de las convocatorias con escasa antelación
3.3.- Asistencia irregular y, en algunos casos, escasa
3.4.- Participación discontinua

4.- Proyectos
4.1.- Tras este primer examen, he llegado a la conclusión de que hemos de reducir las actividades, las reuniones, las presentaciones, los prólogos, los artículos y los libros.
4.2.- Iniciaremos una serie de conversaciones para acordar una programación más reducida, mejor distribuida y convocadas con mayor antelación.

5.- Felicitaciones a los compañeros que han publicado libros:

1.       Francisco Rodríguez Apolo, Desde un tajo bajo.
2.       Miguel Román Cantero, Poesía de ayer y de hoy
3.       María del Carmen Rodríguez, El desván de la memoria
4.       Ramón Luque Sánchez, Remansos en el tiempo y
5.       Adelaida Bordés, Fideos con caballa
6.       Luis Vallecillo, Caín: otraforma de hacer la guerra
7. -     Luis Martín, La cocina en Andalucía
8.-     Juan de Dios Regordán, Misdiálogos con Dios y De lo social a lo humano
9.-     Juan Emilio Ríos Poéticas, Elhombre verdecido y Zéjeles y Yaravies
10.-   Carmen Sánchez Melgar, 27 Días
11.     Emilia Luna, Ojos de niña sobre el Estrecho
12.-    María José Morales,  Luz enla palabra
13.-    Francisco Ramos Torrejón, Elfontanero del mar y Onironáutico
14.-    Gervasio Hernández Palomeque, Orégano y bronce, 
15.-     Nurya Ruiz Fernández, El marde mis recuerdos
16.-     Ignacio Jesús Leal Almagro,Cuentos varios, Lupo,
17.-     Antonio Rozas González de Cossío
18.-   Ignacio Leal Almagro y Antonio Rozas González Cossío, Los Raros naturalistas,  y  Mano a mano
19.-     Ernesto  Caldelas Lobo, Recuerdos de Puerto Real y Vivencias de Mario
20.-     Pedro Castilla,  Soltando amarras,
21.-  Juan LeivaLa Línea y Gibraltar de Paco Tornay, Francisco “El Vagabundo”,  Lecturas eimágenes alcalaínas        
22.-     Antonio Díaz González, Los años de la ballena:

Tengo la impresión de que uno de sus propósitos es animarnos para que, durante la lectura, vayamos completando con nuestra imaginación esos sugerentes huecos que intencionadamente deja libres o, en otras palabras, estimularnos sagazmente para que, al menos mentalmente, construyamos nuestra propia novela. Y es que Antonio Díaz González sabe muy bien que leer consiste, no sólo en interpretar un texto, sino también en establecer una íntima comunicación con el autor e, incluso, en mantener un diálogo abierto con cada uno de los personajes. 

Es cierto que las novelas, por pertenecer al género literario de ficción, cuentan hechos imaginarios pero también es verdad que, cuando el autor posee la habilidad de enviarnos sutiles guiños ofreciéndonos datos comprobables, puede lograr que recibamos la impresión de que relata unas historias reales próximas a las que nosotros hemos vivido en lugares tan concretos como, por ejemplo, la Plaza de Cataluña o el Barrio Gótico, de Barcelona; la Iglesia Mayor, la Calle Real, La Carraca, La Constructora Naval,  la Plaza de la Iglesia, la Iglesia de la Pastora o el Caño de la Jarcia, de San Fernando; una huerta de Chiclana: el Barrio de la Viña, la taberna de El Manteca o la Cuesta de las Calesas, de Cádiz.


 23.- MaritxéAbad y Bueno, De la vida que acontece en estío

Constituye una invitación irrenunciable para que  disfrutemos con los sentidos, con todos los sentidos, con las emociones, con las más placenteras, y para que sigamos imaginando ese mundo nuevo que es posible crear entre todos los que nos respetamos y nos queremos.

Este libro nos proporciona la oportunidad que para que disfrutemos leyendo y nos estimulan para que pensemos, para que leamos, para que interpretemos y para que vivamos de una manera plena la vida.

La lectura de este libro bello hace que, consistiendo con las experiencias de la Maritxé, extraigamos las mejores sustancias de las experiencias personales e íntimas de nuestra vida. Además de hacernos más conscientes de la importancia trascendental de nuestra existencia y del significado hondo de cada una de nuestras acciones nos arranca unos gratificantes sentimientos de alegría y de gratitud que suaviza, que alivia y que cura los ineludibles sufrimientos y dolores que comporta la existencia y la vida.


 24.- Josefina Núñez Montoya, Viaje a DakhlaIrene y Nitocris y La casa nº 50

Viaje a Dakhla:

En este Viaje a Dakhla, no exento de malos entendidos y desavenencias, que irradió poco a poco las pequeñas células aletargadas como si fueran unos cuernos de caracol que salen tímidos después de una tormenta copiosa (p. 9), Josefina nos invita para que la acompañemos y, sobre todo, para que disfrutemos con un rico caudal de bellos regalos cargados de una elevada intensidad de sugerentes imágenes, densamente sensoriales, emotivas, luminosas y, siempre esperanzadas.
Josefina, nosólo guarda en su interior los tesoros recogidos en este Viaje a Dakhla, que conforman parte de sus nuevas ilusiones, sino que también nos los ofrece generosamente a los lectores porque
No basta con amar como se quiera, vivir como se quiera o decir lo que se quiera [sino que, además] hay que abrir las alas para aventar el aire contaminado por algún límite nocivo (73).

Irene y Nitocris:

En la presentación de la novela Irene y Nitocris, asumiendo el comprensible y, quizás, el inevitable riesgo de que se interpreten mis palabras como un fácil y gratuito halago, me atreví a afirmar que era una de las tres novelas más importantes que he leído durante este año.
Que era el texto que me hubiera gustado escribir porque estoy convencido de que responde al modelo de literatura  vigente en la actualidad. Su calidad literaria reside, expliqué, en la estimulante capacidad que encierra para hacernos leer, disfrutar, pensar y aprender de la vida o, en otras palabras, en su potente vigor “pedagógico” para orientar y para alentar el aprendizaje de la lectura, de la escritura y, por lo tanto, de la vida.
Irene y Nitocris constituye una amable invitación para que evitemos las excesivas prisas y para que demos sentido a todo lo que hacemos. Porque todas nuestras ocupaciones y preocupaciones, además de repercutir en las demás personas y en nuestro entorno geográfico, generan un efecto boomerang. Y es que, efectivamente, la literatura –la buena literatura- nos estimula para que pensemos y repensemos la vida, para que la vivamos y la revivamos de una manera personal, diferente y siempre nueva.

La casa nº 50:

Ya este título nos proporciona la clave del mensaje fundamental que nos transmite todo el relato: los espacios, los territorios, las casas, influyen de manera, a veces decisiva, en nuestra manera de ver los episodios y de interpretar la vida:

Este lugar –nos dice Eduardo, el protagonista-, esta casa de la playa, me aporta focos y herramientas para despegar del ventanal a los barcos magnéticos que están adheridos a él. El primero, mi cuerpo regordete y bajito como carrocería que me ha tocado en herencia; el segundo, las consecuencias de la muerte de mi madre y el tercero lo que puede haber sido con el amor de mi vida, con Celi. ¿Cuál será el cuarto en este joven paisaje en el que reconozco el viejo pasado? (46).


José Antonio Hernández Guerrero 
       Director del Club de Letras








Claves del bienestar. Ni negar ni ser vencidos por la realidad.



31.- Ni negar ni ser vencidos por la realidad
                                               
Algunos calvos, con pelucas o con hábiles peinados, no sólo disimulan la carencia de pelos sino que, además, tratan de convencerse a sí mismos de que gozan de una poblada cabellera. No caen en la cuenta de que el disimulo aumenta los defectos ni tampoco advierten que los engaños suelen ser traicioneros. Una cosa es esforzarnos por mejorar el aspecto y otra muy distinta aparentar lo que no somos. ¡Hay que ver la frecuencia con la que los ignorantes fingimos ciencia, los torpes simulamos talento, los "malages" aparentamos gracia, los feos presumimos de elegancia, los perversos alardeamos de bondad, los cobardes nos jactamos de valentía y los orgullosos nos vanagloriamos de humildad! No somos conscientes de que las falsedades y las falsificaciones producen risa, pena y lástima.

Hemos de reconocer, además, que, si el optimismo y el pesimismo deforman la realidad, el excesivo realismo puede impedir el conocimiento de las dimensiones reales de los objetos y la importancia de los sucesos ocurridos a nuestro alrededor. Cuando nos acercamos excesivamente a las cosas, perdemos de vista sus verdaderas dimensiones  y nos resulta difícil interpretar sus significados, sus valores, sus defectos y sus consecuencias; cuando sólo aplicamos los sentidos, sin añadir unas gotas de imaginación, de ilusiones, de fe, de esperanza y sobre todo, de amor, es inevitable que sintamos desinterés, aburrimiento y hastío.

Para evitar estas amargas sensaciones, sería conveniente que dedicáramos algún tiempo a fortalecer nuestro mundo interior, a descubrir los valores que realmente nos gratifican, a recordar experiencias positivas, a proyectar actividades que nos distraigan, y, sobre todo, a elaborar unos proyectos que nos sirvan para que, desde nuevas perspectivas, modifiquemos la realidad integrando los objetos y las acciones en un proyecto global atractivo que nos proporcione unidad y coherencia, que nos trascienda y nos descubra lo maravilloso en lo cotidiano. 



  José Antonio Hernández Guerrero

jueves, 12 de mayo de 2016

Speculum Nº 24

Ya está disponible el número 24 de la revista Specvlum. Puedes acceder a su contenido en la web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes haciendo clic en la imagen de portada.





Clausura del Club de Letras


Balance

Quizás, el balance final
no venga acompañado de fanfarrias
ni de trompetas celestiales.

Quizás, solo dependa
del poema en el que habites. 


Antonio Díaz González

domingo, 8 de mayo de 2016

Claves del bienestar. Pensamiento único.


30.- Pensamiento único

                                        
Uno de los peores errores en los que podemos caer los mortales es concentrar la visión tan intensamente en una sola verdad que su claridad nos deslumbre y nos impida ver todas las demás. A veces, aunque nos parezca exagerado, la especialización científica puede conducir al analfabetismo y, lo que es peor, la claridad de una sola idea nos puede arrastrar al fanatismo.

La convicción supersticiosa de que, en los asuntos humanos, existe una sola solución para los problemas y la ingenua ilusión de que las realidades sólo poseen un único sentido nos llevan al empobrecimiento personal y constituyen una amenaza grave para el diálogo, para la colaboración y, en consecuencia, para el crecimiento personal y para el progreso social.

Por mucho que los vistamos a la moda de diseño y por muy lujosamente que los maquillemos, muchos valores centrales de nuestra época moderna, como por ejemplo el "progreso", el "individualismo", el "productivismo" o el "consumismo" son constitutivamente ambiguos. La generalización de una cultura audiovisual uniformizada, teledirigida y acrítica conduce a una irritante superficialidad y a una vacía frivolidad en el planteamiento y en la búsqueda de soluciones adecuadas para los problemas más graves.

Si queremos evitar el peligro de convertirnos en hombre-máquinas, en unidades de gasto, en clientes, en productores, en tecnócratas infantilizados con los brazos llenos de juguetes -si pretendemos evitar la deshumanización de los seres humanos y de su mundo humano-, hemos de realizar un esfuerzo por construir, vivificar y conservar los nexos -precarios y frágiles- que deben conectarnos con el resto de los seres vivos y con las cosas inanimadas; hemos de enriquecer la calidad de nuestra curiosidad, hemos de ampliar el horizonte de nuestra atención y hemos de estrechar los lazos de nuestras relaciones humanas; hemos de templar la pasión y hundirnos en esa realidad cotidiana, desconocida y fascinante de la contemplación desinteresada del paisaje, del trabajo riguroso, del paseo relajante, de la conversación familiar y amiga, de los vínculos de solidaridad fraternal.    




 José Antonio Hernández Guerrero

jueves, 5 de mayo de 2016

A Fernando Quiñones in memoriam… ”Quiñones de la palabra”



A  Fernando Quiñones in memoriam…”Quiñones de la palabra”



¡Ay  Fernando! Flautista de la palabra
defines quijotescamente sin herir
con la sutileza, como lanza sin punta
envolviéndola  sin más
de un guerrero de las silabas.

¡Ay, Fernando! no me lleves al hilar fino de tu prosa
que me enredas como las olas de tu Caleta
Y me envuelves en tus sueños de pirata
buscando tesoros perdidos en los mares.

¡Ay, Fernando! cántame por alegrías
y  que tu guitarra vocal, sonora
me lleve por la cueva de lo jondo
pozo hondo y dulce que sale de tu pecho
dale tres manos de tu brisa chiclanera
y déjame junto a la sal de tu voz enronquecida.

¡Ay, Fernando! no me cuentes tus cuentos
ni de mar, ni toros, ni de muertos vivos
no seas cruel conmigo, 
que me haces viajar y viajar al baúl de mis sentimientos
¡que no quiero escuchar las ánforas y anillos
que dejé perdidos en las arenas de mis recuerdos!

¡Ay, Fernando ¡no dejes de acaramelar tu poesía!
Allí donde estés, se legionario fiel
¡rómpete en mil  pedazos, como un cristal en la roca!
saca pecho y no retrocedas, se valiente como tu voz
Y pon la revolución en mil palabras gaditanas
 sigue acariciándonos con la tinta de  tu pluma
que tienes todo el cielo para escribir
las angustias y duquelas  de tu enorme corazón.




Francisco Herrera...  primavera
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