Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

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domingo, 31 de enero de 2021

BREVE Y PROFUNDO: Entrevista a Manuel Bellido Milla

 

BREVE Y PROFUNDO

Manuel Bellido Milla




Por Ramón Luque Sánchez

Que la ilusión nunca nos abandona. La altura de miras y las ganas de mostrar ese interior fecundo que nos habita, es lo que nos hace levantarnos y abrirle las puertas. A partir de ahí, solo nos queda disfrutar y ponernos en camino. Manuel Bellido Milla, a quien va dedicada la entrevista, debió sentir esto mismo al descubrir que la vida le daba una nueva oportunidad tras su jubilación. La Literatura y los sueños juveniles, en otro tiempo aparcados por el trabajo y la dedicación a su familia, pidieron paso hasta hacerse presentes. Esto y el Club de Letras, del que es miembro activo, lo empujan a escribir y publicar. Recientemente, veía la luz su segunda novela: Raíces en el mar.

Manuel, dedicaste tu vida profesional al mundo de la construcción naval y la aeronáutica, ¿qué empuja a un ingeniero a adentrarse por el camino de la narrativa?

R.-. Siempre sentí la necesidad de escribir. Comencé a trabajar muy joven, con dieciséis años. El tiempo lo invertí en mis estudios de Maestría Industrial, Ingeniería Técnica y el trabajo en Astilleros Españoles; fueron años difíciles; más tarde, la fascinante entrada en el mundo aeronáutico: primero en CASA, después en Airbus; una profesión en la que he sido feliz y a la que le he dedicado treinta y tres años. Pero dentro llevaba la simiente del amor por la literatura, que brotó con mi desempeño profesional en la consultoría medioambiental. Ahora, una vez jubilado, por primera vez tengo tiempo de escribir.

 

¿Cuándo empieza tu afición por las Letras?

R.- Mi interés por la literatura nace desde niño. Con trece años me lo descubrió un educador salesiano de la escuela de las canteras, en Puerto Real. Desde entonces, tuve la tendencia a apuntar reflexiones y escritos que ahora me voy encontrando entre libros viejos y carpetas olvidadas.

 

Antes de meternos en tu producción literaria, ¿con qué género literario te identificas más? ¿Qué escribes habitualmente?

R.- Soy un aprendiz de la vida y la palabra aprendiendo es mi favorita. Siempre sentí mucho interés por la historia y la novela histórica, porque considero que el ser humano no cambia en esencia, razón por la cual, se puede aprender mucho de nuestras huellas. La historia no como una enumeración de hechos y datos, sino como un magisterio. En La historia como sistema, decía Ortega que el ser humano es gerundio y no participio, por eso es tan importante conocer, aprender y evolucionar.

 

¿Qué autores han influido en tu concepción de la Literatura y te han empujado a escribir?

R.-Desde siempre sentí inclinación por el ensayo y la filosofía. Eso se lo debo a mi madre. Para empezar los cásicos griegos y romanos a los que acudo de forma recurrente, Isaiah Berlin, Erich From, Alexis de Tocqueville, José Antonio Marina, Rafael Sánchez Ferlosio, María Luisa Bombal…

 

Tu primera novela, titulada “Cita en Trafalgar”, se publica en 2016. Por el tema, deduzco que es una novela histórica. ¿Qué aporta esta novela al tema de la famosa batalla de Trafalgar?

R.- Decía Confucio que el arte de la guerra está basado en el engaño… Opino que es así porque cada guerra esconde un interés económico inconfesable.

Cita en Trafalgar no es una historia sobre la conocida batalla. La novela se sitúa en sus prolegómenos y, siguiendo el aforismo de Confucio, trata sobre las motivaciones que pudieron ocultarse en aquel episodio. Por otro lado, es una aventura de contrabandistas en mitad de una guerra.

¿Qué pondrías y qué quitarías en tu obra literaria?

R.-Nada quitaría. Todo está por escribir. La obra literaria son las huellas del escritor. Incluido su estilo. Todo está en construcción. Nadie puede volver atrás para suprimir sus huellas sin dejar otras nuevas. Avanzar aprendiendo es lo que me enriquece como persona.

 

¿Qué opinas del panorama editorial español? ¿Se publican demasiados libros para tan poco como se lee?

R.-El universo editorial es un mundo complejo lleno de humanidad. Mas allá de él, pienso que atraer las personas a la lectura es habituarlas a pensar, a incitar su reflexión: el camino de la madurez hacia la libertad. En el ámbito industrial del que vengo, cuando se quiere encontrar la causa raíz de un problema, nos preguntamos cinco veces por qué. Preguntas encadenadas que te llevan a preguntas, y así hasta conocer la causa o las causas raíces. Es un juego de razonamiento que, practicado con honestidad, nos ayuda a resolver problemas complejos. ¿Te imaginas un pueblo de personas libres y reflexivas que se pregunten con honestidad?, ¿a quién le interesaría ese modelo y a quién no? No solo leer, también escribir, escuchar y hablar. Opino que son cuatro disciplinas esenciales para la educación desde los tres a los diecisiete años. También después.

 

Tu segunda novela, Raíces en el mar”, aparece recientemente. ¿Por qué aconsejas leer esta novela?

R.- La novela nos lleva hasta la bahía de Cádiz a finales del XIX. Muchos y graves sucesos ocurrieron en la España de aquel periodo. El lector que se adentre en Raíces en el Mar, descubrirá una constante en la historia. Esto es, que ningún hecho histórico sucede de manera aislada o casual, pues los hechos suelen ser la consecuencia final de una manera de conducirse. El lector de Raíces en el Mar tiene la oportunidad de reflexionar sobre aquellos sucesos, su reflejo en la situación actual de España y las opciones actuales a nuestro alcance para proyectamos hacia el futuro.

 

¿En qué proyectos andas metido actualmente?

R.-Tengo el proyecto muy avanzado de una tercera novela, aunque, actualmente estoy con María Alcantarilla. Con ella estoy descubriendo el universo de la literatura. De navegar por el mar de mis sueños literarios, mi solaz, he tomado nuevas herramientas, levantado el vuelo y descubierto el horizonte. Volar es mi proyecto.

 

Sin pensarlo dos veces, di el nombre de un libro, un poema y un pensamiento que te acompañen en la vida.

R.-El vuelo de la inteligencia de José Antonio Marina es un libro que trato de tener siempre a mano, también las Meditaciones de Marco Aurelio. Hay un poeta, Antonio Machado, y un poema suyo, por tierras de España, sobre el que me gusta reflexionar a menudo y, si me preguntas por un pensamiento, hay un lema que intento llevar siempre conmigo: piensa, respeta y vive.

 

En pocas palabras, ¿qué te aporta el Club de Letras?

R.- Mucho y bueno. De vosotros los compañeros, el respeto, la calidez y la sensibilidad que se respira en nuestros encuentros y trabajos y, de manera especial, la grandeza del magisterio de nuestro querido profesor. Muchas veces en nuestras sesiones, he tenido la impresión de transportarme a una de aquellas escuelas atenienses de filosofía. Aquellas reuniones no debieron ser muy distintas a las nuestras. Todo un privilegio.

 

 

 

 

sábado, 30 de enero de 2021

ES RARA ESTA NAVIDAD

 

ES RARA ESTA NAVIDAD

 

Es rara esta Navidad

que en dos mil veinte florece,

tiene el sabor de la ausencia

y sin abrazos nos viene.

Los villancicos que suenan

menos alegres parecen

y entristecidos cabalgan

los Reyes Magos de Oriente,

pues no pasearán las calles

en cabalgata solemne.

Distancias y mascarillas

solo dejan ver la frente

y unos ojos chiquititos

que de nostalgia enrojecen.

Pese a todo, la esperanza

siempre regresa en diciembre

con una carta que invita

a la ilusión de la gente.

Por eso, aunque hay nostalgia

y silencios que conmueven,

prendamos fuego a la mecha

que el corazón nos enciende,

la Navidad nos invita

a ser buenos e indulgentes.


Ramón Luque Sánchez

BREVE Y PROFUNDO Entrevista a Carmen Franco

 

BREVE Y PROFUNDO 

Carmen Franco



Por Ramón Luque Sánchez

 

 

Posee Carmen Franco una voz fuerte, casi musical, y rebosante de matices. Hoy está aquí por derecho propio, especialmente por su vinculación y compromiso con la Literatura. Es miembro del Club de Letras y publica en su revista literaria, Speculum.

P.- Mientras preparaba esta entrevista, descubrí que escribes desde muy niña. ¿Qué empuja a una niña a escribir?

R.- En mi caso la lectura y la fantasía. Me gustaba imaginar que yo era la protagonista de esos libros que leía, y como algunas veces no me gustaban los finales, simplemente los cambiaba mentalmente; de ahí pasé a hacerlo por escrito terminando por construir un cuento totalmente diferente.

P.- ¿Por qué escribes?

R.- Creo que, gracias a mi pasión por la lectura, pienso que para poder escribir primero hay que saber leer. Así aprendí a crear distintos personajes que cuentan una historia dirigida a diferentes tipos de lectores, pero lo más importante es porque me da vida y me hace cumplir muchos sueños.

P.- ¿Qué es para ti la Literatura?

R.- Es la mejor herramienta para dar a conocer los valores humanos, y para aprender a leer, releer, escribir y reescribir emociones propias y ajenas.

P.- En la formación de cualquier aficionado a la escritura, siempre está primero la lectura, ¿de qué autores te declaras deudora?

R.- Edgar Allan Poe, Antonio Machado, Benito Pérez Galdós, y de los actuales Ursula K. Leguin, Rosa Montero o Lea Vélez.

P.- Tu primer libro, “Despertando a mi nueva vida”, es una obra casi terapéutica, ¿de qué va exactamente?

R.- Pues relato mi experiencia con una enfermedad cruel e invisible como es la Fibromialgia, además del Síndrome de Fatiga Crónica y la Sensibilidad Química Múltiple. No es un libro con fines científicos, no estoy preparada para hacerlo, pero sí para contar a quienes no conocen la enfermedad la verdadera realidad de quienes la padecen, así y todo, es un libro positivo y escrito con afán de ayudar.

P.- ¿Qué te empujó a escribirla?

R.- Yo sufrí una operación importante en la que estuvo en juego mi vida, y decidí, para poder superar un trauma de estrés post traumático, escribir mi experiencia en un principio desde el hospital y luego desde casa en un cuaderno. A raíz de ello me diagnosticaron la enfermedad, creé un blog y después de unos años me pareció que podría ayudar a más gente si creaba un libro a partir del blog.

P.- Imagino que tus lectores te habrán dicho cosas muy interesantes sobre ella, ¿qué recuerdas que sea especialmente interesante?

R.- Las respuestas al libro fueron muy buenas, comprendí que quienes lo leían se sentían ayudados y me contaban que se sentían comprendidos por alguien que realmente llevaba su misma lucha.

P.-Tu segundo obra, casi una continuación de la primera, está a punto de ver la luz.  ¿Cuál es su título y qué aporta con respecto a la anterior?

R.- Se titula “Haciendo mi camino”. Con él quiero sigo relatando mis idas y venidas con la enfermedad, pero, sobre todo, aquellos aspectos de ella que se han ido conociendo desde entonces, tanto a nivel físico como emocional.

¿Qué otras cosas has escrito y publicado Carmen Franco?

R.- Bueno, he escrito mucho, tengo otro libro en puertas, esta vez de relatos, que es el género que más me satisface, varios capítulos de una novela, cuentos para niños, etc...Pero no he podido publicar nada, porque hacerlo por desgracia no está a la altura económicamente de todo el mundo. A ver si a través de esta entrevista consigo un mecenas que me ayude, jajaja.

P.- Sin pensarlo dos veces, di el nombre de un libro, un poema y un pensamiento que te acompañen en la vida.

R.- Pues te voy a decir el título del libro que precisamente estoy leyendo ahora: “El infinito de un Junco” de Irene Vallejo, Un poema de Antonio Machado ¡cómo no! “Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber, y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender”. En cuanto al pensamiento, aunque parezca vanidad por mi parte, te daré mi definición de lo que significa para mí misma escribir: “Renacer, reconstruirme diariamente en todos los aspectos de mi existencia, hacer vivir a los demás mis sueños y mis dramas, sentir yo las emociones ajenas y devolverlas a mi alma”.

P.-  ¿Qué ha significado el Club de Letras en tu trayectoria literaria?

R.- Pues hace dieciséis años me ayudó en un momento muy difícil de mi vida, y desde entonces todos aquellos sueños literarios que tenía desde pequeña se han ido haciendo realidad, ahora, forma parte de los momentos más bonitos y plenos de mi vida. Como dije una vez: “Cada vez que no puedo asistir a uno de los encuentros con nuestro Club de Letras, es como si me quitaran un trozo del alma”

ULISES PASÓ POR MADRID

 

 

ULISES PASÓ POR MADRID

(Testigo incómodo)

 

Hoy he visto a Ulises cruzar las calles de Madrid intentando evadir la presencia de elementos extraños que quieren amordazarlo para que no pueda desvelar las injusticias que están cometiendo contra la población civil.

Desde mi habitación, que está situada justo frente a la de sus oficinas, le veo unas veces entrar y salir a hurtadillas, intentando esquivar a las patrullas de civiles armados que recorren la ciudad y otras, sumergido en tareas administrativas y de papeleo.

Los días transcurren para él de miedo en miedo, de peligro en peligro y de forma creciente, pero sin que su determinación se vea mermada por ayudar a esas personas inocentes que solo buscan un refugio donde descansar y poder comer algo caliente, con la esperanza de que si son detenidos, puedan enfrentarse a sus verdugos con la mayor fortaleza física posible.

Él, sin embargo, por algún extraño impulso, siente la irrefrenable necesidad de socorrer a todas esas víctimas inocentes, que con gran desesperación les piden cobijo y protección en su lugar de trabajo.

Al final de su Odisea, tras haber salvado una cantidad ingente de vidas anónimas, nuestro héroe tiene que abandonar el país como un prófugo desde el puerto de Valencia, al estar amenazado de muerte por uno de los bandos enfrentados, quedando sumido en una profunda tristeza e impotencia al no poder seguir salvando más vidas.

Sí amigos, hoy ha quedado grabado en mi memoria, un verdadero testimonio de heroicidad; la de un testigo limpio y necesario para unos e incómodo para otros de nuestra futura Historia de España, porque mi Ulises personal es noruego, se llama Félix Schlayer y es (Cónsul de Noruega) en este Madrid de 1936.

Fernando Vázquez Mota

 

 

 

 

 

miércoles, 27 de enero de 2021

No oigo violines

 

No oigo violines

¿Son trompetas?

¿Lamentos?

¿Mi conciencia?  

¿Y mis oídos, están sordos?

 

No oigo violines

ayer inmensa dulzura

paraíso de sonidos

 sinfonías de ensueños

o ¿eran mentiras que inventamos?

 

No oigo violines

discurrimos en cruel silencio

recuerdos acercan los sentidos

una memoria que discurre

entre olvidos y nostalgias.

 

No oigo violines

 es una orquesta desafinada

de trombones y saxos

acompañan las tragedias

a humanos que padecen.

 

No oigo violines

mis manos están atadas

no derriban muros de conciencias

y no puedo olvidar nuestra historia

no quiero olvidar mi infancia.

 

No oigo violines

su lejanía que me asusta

y la esperanza de volver a escucharlos

como una quinta columna de seres indefensos

que buscan paz, cobijo y pan, sin violines.


                  Francisco Herrera López

viernes, 15 de enero de 2021

Sócrates

Sí, es cierto. "Luchas por la vida a 3.000 kilómetros de distancia". Has tenido que aprender el idioma. Te ha entrado en la cabeza a martillazos. ¿Cómo si no, se puede asimilar que te encuentres 7 consonantes seguidas sin ninguna vocal? ¿Cómo se pronuncia eso Dios mío? (La gente de Ahí, cuando llega a su casa tras una interminable jornada de trabajo, se pone la bata, las zapatillas, se sirve una cerveza y se sienta en el sofá. Se relaja y comienza a hablar normal, en español). 

Estás en tu campo de batalla. Las gigantescas fábricas de automóviles te quieren fagocitar. Levantarse a las 5 de la madrugada es brutalmente inhumano. El frío se te clava en el corazón y en los huesos. A las 4 de la noche (no de la tarde) la tristeza te invade y tienes ganas de llorar, mientras la lluvia golpea tus cristales como balas de hielo, disparadas, quizá, por algún Arcángel. 

Te duele en lo más hondo la sobreexplotación a que eres sometido en el Hotel Hilton, dónde cambias fundas de nórdicos hasta que te sangran los nudillos. 

Deseas regresar a tu tierra y a tu mar. Volver a pisar ese graderío al que llega un aroma animal a hierba y a tierra mojadas, y donde entonáis tantas alabanzas. Gozar los tangos y pasodobles por las estrechas calles de tu ciudad. Sumergirte en tu lengua. Tocar y oler a tu gente. Pero no vuelves todavía: lo harás cuando termine la guerra. Tú jamás te rindes.

 Sé que Ahí también te adoran. Anhelo tu presencia, aunque me resigno: la clase de Amor que te profeso incluye renuncia y sacrificio. ¡Te echo tanto de menos! 


Querido Sócrates: 

Preparo un Banquete para celebrar tu llegada. 


           José M. Cumplido, Diciembre-2020


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