ELOGIO DE LA LIBERTAD

 

ELOGIO DE LA LIBERTAD

Ramón Luque Sánchez

 

Hablar de la libertad

es hacerlo de derechos,

leyes que son de provecho

para expresar la verdad.

Es también identidad,

luchar contra el egoísmo

sin credos ni fanatismos

que incendian cualquier razón.

Es la determinación

de poder ser uno mismo.

 

La libertad es reír

sin que nadie nos someta

con insultos o escopetas

que roban el porvenir.

Libertad es transigir

con personas diferentes,

es llevar alta la frente

para andar nuestro camino

sin matones ni asesinos

que no nos dejen vivir.

 

Y libertad es poder

despojarnos de cadenas

que nos atan a condenas

por no ser o parecer.

La libertad es romper

con lo vacuo y los prejuicios,

es alejarnos de vicios

como chisme y corrupción.

Libertad es ambición

de un mundo sin artificios.

BREVE Y PROFUNDO: ENTREVISTA A FRANCISCO HERRERO LÓPEZ

 

BREVE Y PROFUNDO

Entrevista a FRANCISCO HERRERA LÓPEZ

 

Por Ramón Luque Sánchez

 

Conozco a Francisco Herrera gracias al Club de Letras. Coincidimos por primera vez hace muchos años y desde el principio me llamó la atención su aspecto de hombre bueno. Nunca me ha defraudado. Al mismo tiempo, he visto como su obra poética crecía y evolucionaba desde unos primeros versos titubeantes hasta conseguir poemas profundos cuya característica más destacada es que expresan la verdad.

 

P.- ¿Quién es Francisco Herrera López?

R.- Por encima de todo, un emprendedor sin complejos, tanto en lo profesional, en su momento, como en la literatura, preferentemente la historia de España reciente y la poesía contemporánea entendiendo los de las generaciones del 98/27/50.

 

P.- En tu obra poética has manifestado repetidamente tu admiración por determinados escritores. Si tuvieras que elegir solo a uno de ellos para ponerle el nombre de una calle a cuál elegirías.

R.- Difícil, pero Antonio Machado tiene un lugar preferente, y también Federico García Lorca.

 

P.- ¿Qué es para ti la poesía?

R.- Un mundo donde expresar sentimientos, vivencias y recuerdos.

 

P.- ¿Qué te motiva e inspira cuando escribes?

R.- La observación, el entorno, lo vivido y la lectura.

 

P.- ¿Qué admiras y qué detectas del mundillo literario?

R.- Admiro a todos los que escriben y tienen algo que decir, y detestar es difícil en mí, pero como el periodismo es también literatura, no me gustan aquellos que ponen sus intereses por encima de la ética y la verdad.

 

P.-Has escrito varios libros ¿Cuál salvarías de un incendio?

R.-Espero no vivir ningún incendio, pero los tres primeros “A mis poetas I y II” y “Federico, La Alhambra y Granada”. Tal vez porque son mis óperas primas.

 

P.- ¿Qué le pedirías a los Reyes Magos?

R.- A estas alturas de mi vida: salud, clarividencia y ser sensible con los demás.

 

P.- Otro de tus temas recurrentes es el flamenco, ¿por qué te importa tanto?

R.- Es parte de mi vida, no entiendo que una música tan nuestra y extraordinaria no se dé en los colegios y, por el contrario, les den a los escolares andaluces una flauta. Llevo más de 50 años escuchándolo y conociéndolo y aún estoy por la raya primera…

 

P.- Tengo entendido que empiezas a escribir con muchos años, ¿Por qué ha merecido la pena tanto esfuerzo?

R.- Escribí mis primeros versos con veinte años, luego fui un Guadiana, escribía de tarde en tarde, en el año 2000 es cuando comienzo de verdad y con una inusitada producción, parte importante ha ido a mis primeros libros. Indudablemente, sí ha merecido la pena. Escribir es el resultado de lo que se acumula en tu memoria, y con la lectura diaria como si fuera un obligado primer plato.

 

P.- ¿En qué géneros literarios, además de la poesía, has publicado?

R.- La poesía indudablemente es mi “motor”, pero también he escrito relatos, pensamientos, aforismos, un poco de filosofía y artículos, aunque estos son de carácter íntimo. Considero que desde la poesía se va a la prosa con mucha tranquilidad.

 

 

P.- ¿En qué proyectos andas metido ahora?

R.- Estoy personalmente, en mi último libro, “Vidas casi secretas VII” de relatos, y escribir poesía, pensamientos y reflexiones.

 

P.-Sin pensarlo dos veces, di el nombre de un poema, un libro y un pensamiento que te acompañen en la vida.

R.-Poema: “Autobiografía” de Luis Rosales; un libro: “Pensamientos de una estación seca”, de Gerald Brenan; y un pensamiento, que es una filosofía de vida: “Haz bien y no mires a quién”.

 

La mejor consejera del paladar

 

 

Estaba yo planchando un montón de ropa y echando de menos el buen tiempo cuando me acordé de las judías verdes que se estaban cociendo en la olla exprés. Solté la plancha y corrí hacia la cocina, que me recibió con el vapor y el intenso y no muy agradable olor que las condenadas desprendían. Aunque actualmente las salteo con ajo, pimentón de la Vera y taquitos de jamón, considero que todos estos aderezos no son sino disfraces impuestos en aras del presunto cuidado de nuestro cuerpo. Lo cierto es que ese olor me trasladó a mis días infantiles, cuando la comida del mediodía se componía de unas verdísimas judías aplastadas, que seguramente solo tendrían ajo porque el jamón lo dejábamos para ocasiones especiales. Pues allí estaba yo un día a mis nueve años mareando un tenedor en el plato y mamá a punto de enfadarse porque ya mis hermanos mayores y papá estaban por la naranja.

─Mamá, no tengo hambre.

―No pasa nada ―me dijo ella con los dientes apretados ―. No es necesario que comas sin hambre.

Yo pensaba que me ofrecería otra cosa, pero no fue así, de manera que ese día por la tarde salí para el colegio sólo con el material escolar en el cabás, sin una perra gorda ni cualquier cosa que llevarme a la boca. Las dos horas de clase se me estiraron como un chicle Bazooka. Si hasta temía que el ruido de mis tripas se oyera más que la voz de doña Engracia que intentaba explicarnos, sin mucho éxito por lo que a mí respectaba, cómo se cosía la vainica en el dobladillo del tú y yo de panamá.

De vuelta a casa, al pasar por el bar del señor Ramón, la boca se me hizo agua. ¡Ay, cómo olían las tapas que su mujer preparaba! Mi falta de liquidez hizo que pasara de largo corriendo. Sin duda, mamá me aguardaba con un bocadillo de sardinas en aceite, o un trozo de chocolate con pan. En casa solo estaba mi hermana. Fui directa al comedor, pero nada; luego, a la cocina, al armario de pie verde agua donde guardábamos las provisiones, pero allí no se encontraba mi objeto del deseo; por fin, a la última posibilidad, a la alacena. Abrí sus puertas de par en par y lo hallé envuelto en papel de estraza gris, depositado sobre un plato. Tomé el plato con la saliva sobrepasándome la comisura de los labios. Cuál no sería mi sorpresa, cuando al desenvolverlo vi entre las dos rebanadas de pan una larga, aplastada y verde judía verde, valga la redundancia. Me quedé helada, con el estómago emitiendo señales de inanición. Entonces me dije: ‹‹Seguro que no estará tan malo›› y le di un mordisco grande. La verdad es que me supo mejor que cualquier bocadillo de jamón o chorizo.

Mi madre tenía una inteligencia mucho más aguda de lo que yo pensaba, sin duda: lo que ahora llamamos una gran inteligencia emocional

        Guadalupe Pereira Bueno

 

Revista Speculum Nº 54

Estimados miembros del Club de Letras, me complace deciros que ya está publicado el número 54 de nuestra revista Speculum en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Os dejo el enlace y espero que disfrutéis con su lectura.

Saludos cordiales, M. Luisa Niebla

 https://www.cervantesvirtual.com/obra/speculum-revista-del-club-de-letras--0-segunda-epoca-num-54-2023-1223022/