Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

Contacto y envío de textos:
clubdeletras.uca@gmail.com


lunes, 2 de diciembre de 2019

INAUGURACIÓN DEL CURSO 2019-2020


INAUGURACIÓN DEL CURSO 2019-2020

Aulario La Bomba (Cádiz), 22 de noviembre de 2019.


 Fotografía: Maritxé Abad i Bueno

Tras una breve introducción, agradecer la asistencia a tantos amigos de las Letras en una tarde tan lluviosa y dar la bienvenida a todos y sobre todo a los nuevos miembros del Club de Letras, se repartió el texto “La escritura narrativa” que nos servirá como documento de referencia a lo largo del curso.

Inmediatamente después mantuvimos, según la costumbre del Club de Letras, un minuto de silencio. A continuación tomó la palabra José Antonio Hernández Guerrero, director del Club, para resaltar que este foro es sobre todo eso: un club, formado por miembros iguales, escritores con diferentes niveles, respetuosos y colegas unidos por nuestro interés en la lectura y la escritura, donde no hay profesores ni alumnos sino personas iguales que aprenden juntos.

Se adjunta al final de esta reseña el texto completo de la intervención de José Antonio, pero podemos resaltar algunas ideas:

- Sobre la vida: “la vida empieza hoy”, “tenemos toda la vida por delante” y “lo importante eres tú (cada uno de nosotros)

- Sobre el tiempo: “corre vertiginosamente”, “pasa inexorablemente” y “no sabemos cuánto nos queda a cada uno”, por tanto hay que aprovecharlo y no hacerlo perder a los demás

-  Por supuesto se recita –a coro y en voz alta- una de las máximas de este Club: “Las cosas que merecen ser hechas, merecen ser MAL hechas”.

- Cada escritor –cada uno de nosotros- debe elegir y forjar un modelo no sólo de escritura, sino de vida.

A continuación los asistentes que quisieron leyeron un texto breve preparado previamente. Tras escucharnos, José Antonio hace algunos comentarios generales: a la hora de presentar nuestros escritos tan importante como escribir bien es cuidar la pronunciación y la entonación, y debemos dirigir nuestra voz y atención a la persona más alejada en la sala como si fuera la única destinataria de nuestro discurso. El director recuerda que en la comunicación existen un emisor, un mensaje y un lector u oyente; de estos tres elementos el destinatario es lo más importante. 

Tras este ejercicio se exponen las herramientas de funcionamiento del Club de Letras:

-       Las reuniones presenciales, que este año no serán periódicas, sino motivadas por algún acto concreto, siendo la primera de ellas tras esta inauguración un Café de Redacción (una tertulia informal alrededor de un café o infusión en alguna cafetería). Esta reunión tendrá lugar el día 13 de diciembre en el Parador Atlántico de Cádiz.


Fotografía: Maritxé Abad i Bueno

-       Antonio Díaz describe el Blog (clubdeletrasuca.blogspot.com), un espacio abierto de encuentro en la red donde podemos publicar nuestros escritos sin límite de extensión, que quedarán clasificados por temas y autores. En él no sólo se exponen textos de creación, sino que hay un histórico de las actividades del Club de Letras: convocatorias, reseñas, principios del Club...

Fotografía: Maritxé Abad i Bueno

-       Ramón Luque expone las posibilidades de publicación de libros con el aval del Club de Letras y por tanto de la Universidad de Cádiz, recordando que los textos recibidos son valorados por una comisión de expertos y que en este nuevo curso aumentará el nivel de exigencia para que los libros editados tengan un mínimo de calidad.

-       Finalmente José Antonio hablo de la revista Speculum, coordinada por Luisa Niebla, y presentó el último número publicado, el 38 (http://www.cervantesvirtual.com/obra/speculum-revista-del-club-de-letras--0-segunda-epoca-num-38-otono-2019-981105/). Se invitó a que los autores presentes leyeran sus textos publicados y se recordaron las normas de envío y  valoración de las colaboraciones. En este punto se acuerda limitar también la extensión de los escritos de pensamiento, a un máximo de una carilla, debido a las exigencias de espacio de la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Sobre el contenido de las colaboraciones, José Antonio recuerda la enorme difusión de la revista y la atención con la que es leída. Recuerda que para preservar la calidad de los escritos hay un comité de expertos que valora los textos -que reciben sin identificar al autor o autora- y destaca que dos valores muy importantes con la brevedad y la originalidad.

Y con esta interesante conclusión nos despedimos, siendo las 20,10 horas, hasta el próximo encuentro en el parador Atlántico el próximo 13 de diciembre.


Reseña elaborada por Agustín Fernández Reyes.       


Fotografía: Maritxé Abad i Bueno

                

  APERTURA DE CURSO 2019 – 2020

Viernes, 22 de noviembre de 2019
José Antonio Hernández Guerrero

-         Minuto de silencio

Los encuentros humanos son -pueden ser- encrucijadas que, además de propiciar el descubrimiento de sugerentes sendas vitales re-novadoras, proporcionan estimulantes sorpresas. Los encuentros del Club de Letras alcanzan su sentido si aplicamos los lemas definidores:

-         La vida empieza hoy,
-         Tenemos toda la vida por delante
-         Lo mejor de la vida nos queda por vivir
-         Lo importante eres tú.

Estos lemas, estos principios, parten de un supuesto: el Club es útil para quienes pretenden seguir caminando y descubrir nuevos horizontes. Subrayo: “descubrir nuevos horizontes”. Éste es el sentido de aquel “preaviso” que enviamos durante el verano.

“En vísperas de la publicación de la convocatoria para la inscripción en el CLUB DE LETRAS DE LA UCA, me permito aconsejar que, en esta ocasión, no lo hagan los escritores que ya hayan logrado alcanzar el nivel máximo de la “perfección literaria” o, en otras palabras, quienes estén satisfechos con su personal estilo”.

Es posible que los contenidos teóricos y la metodología didáctica de este curso dedicado a la Escritura Actual de Ficción sólo sean útiles para quienes estén dispuestos a revisar la propia teoría literaria, a cambiar algunas de sus convicciones estéticas y, por supuesto, a leer críticamente y a renovar los procedimientos literarios que utilizan en la actualidad.

La literatura -la lectura y la escritura- es -puede ser- un encuentro.

¿Con quién?
En primer lugar, con nosotros mismos. Es una oportunidad para vernos por dentro y por fuera:
-         Para descubrir lo que pensamos y lo que sentimos: los deseos, los temores y los amores.

Es una ocasión para interpretarnos, comprendernos, valorarnos y amarnos.

En segundo lugar, es una ocasión

-    para vivir el tiempo de una manera más consciente, más intensa y más fecunda,
-     es una oportunidad para tomar conciencia de que el tiempo, nuestro tiempo personal, no es sólo un recinto en el que situamos nuestras actividades, sino que, en sí mismo es nuestra vida.
-         Por eso es muy valioso, lo más valioso

Obviedades que no solemos tener en cuenta

-         El tiempo corre vertiginosa e imparablemente: es un curso, un discurso, un relato, una narración, una historia y un cuento.
-         Nuestro tiempo es siempre corto, muy corto.
-         Cada vez disponemos de menos tiempo.
-         Con facilidad lo desperdiciamos.
-         Y, a veces, lo robamos a otros.

Como hemos anunciado en más de una ocasión, los trabajos de este curso se orientan hacia un objetivo claro, ambicioso, apasionante y posible: que cada uno de nosotros descubra el modelo personal de escritura, que mejoremos nuestra calidad literaria y que creemos unos textos que realmente aporten nuevos valores a nuestra biografía como escritores y como seres humanos.

Aunque el instrumento de trabajo será el texto titulado La escritura narrativa actual, nuestros análisis, reflexiones y ejercicios prácticos tratarán de lograr que en nuestra escritura, en cualquiera de los géneros, confluyan las experiencias de la vida, las luces del pensamiento y el atractivo de la belleza. Lo digo con otras palabras: tendríamos que desarrollar habilidades para hacer convergentes las peculiaridades del lenguaje periodístico, filosófico y literario.

En realidad lo que trataremos de hacer es aplicación de ese principio que orienta y estimula todas las actividades del Club de Letras. Leemos y escribimos para vivir más y para vivir mejor. Para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás, para crecer como seres humanos y para colaborar en el desarrollo de un mundo, de una sociedad mejor.

Estoy de acuerdo en que las reuniones en las que nos leemos nuestros escritos han de ser “convivencias”, unos espacios en los que compartimos nuestras experiencias literarias, en los que nos estimulamos recíprocamente para seguir leyendo y escribiendo, pero también estoy convencido de que, si no aspiramos a alcanzar nuevas cotas de calidad literaria, si no nos esforzamos por mejorar nuestra escritura, no cumplimos la función del Club de Letras y desperdiciaríamos las notables posibilidades que nos proporciona.

La Literatura ha sido y sigue siendo una actividad más importante, valiosa y difícil que un simple juego, que una mera diversión o una sencilla afición: exige talento, esfuerzo y trabajo. Para conseguir este objetivo hemos de evitar la obviedad, la simpleza y la reiteración de lo mismo.

Como escritores

-         no podemos -no debemos- proclamar con tono solemne afirmaciones elementales, conocidas por todos, que no aportan novedad ni, por lo tanto, despiertan interés.
-         no podemos -no debemos- caer en la permanente y grave tentación de explicar sólo la superficie de la vida humana mostrando sólo las apariencias sin penetrar en sus significados. Simplificar la compleja realidad de la existencia humana es engañarnos sin lograr engañar a los demás.

¿Por qué este curso la escritura narrativa?
Paul Ricoeur nos responde de manera clara: La esencia de la vida humana se expresa en el relato mejor que en el discurso, porque la vida misma constituye un devenir que solo puede ser contado narrativamente. La vida humana es tiempo, y se explica mejor a través de la narración, mejor que mediante la abstracción discursiva.   

La vida humana y cada una de las actividades poseen una dimensión narrativa en la que coexisten un cambiante grado de impredecibilidad y un cierto carácter teleológico: una finalidad. Esa es la razón por la que, en todas las culturas, el instrumento principal de educación es contar historias ficticias o reales.

En mi opinión, para recrearnos con mayor fruición, deberíamos mirar con atención e identificar los aspectos buenos, bellos y amables de los continuos espectáculos que nos ofrecen los seres que son diferentes a nosotros.

No podemos olvidar tampoco que la capacidad de admiración, además de una exigencia básica para el avance científico, técnico y artístico, constituye un factor motivador para “vender nuestros productos” y, por lo tanto, para mejorar nuestra economía vital, sí, nuestras propias vidas.

La disminución o la carencia de la capacidad de admiración son claros síntomas de envejecimiento y de decrepitud, pero también pueden ser las consecuencias de una miopía mental o de una ceguera estética. Si, por ejemplo, en una catedral sólo vemos una acumulación más o menos ordenada de piedras, podemos concluir que carecemos de conocimientos o de sensibilidad para disfrutar de la arquitectura.

Si pretendemos aprovechar el jugo de la vida, hemos de aprender a apreciarnos a nosotros mismos y a valorar la realidad que nos rodea; sin admiración, la vida es anodina y puede llegar a perder su sentido. Pero, no olvidemos que, más que los objetos, los episodios o las personas, es nuestra mirada la que descubre ese algo nuevo y bello que todos los seres encierran; por eso es necesario poseer un alma joven y sensible para penetrar en el fondo de las cosas y para descubrir sus mensajes.

El gran peligro que nos acecha en esta vida es acostumbrarnos a lo bueno y perder el aliciente de novedad que las encierran. Hemos de evitar el hábito de ver como normales las cosas bellas y hemos de luchar para no caer en la rutina, la gran arrasadora de la vida; hemos de superar la tendencia a infravalorar, hemos de luchar contra el desencanto y hemos de prestar atención para ver nuestras cosas como recién estrenadas.

Esta lectura nos pone de manifiesto cómo Cervantes, vitalista y, al mismo tiempo escéptico, exuberante y entusiasta, con la pintura de Don Quijote nos muestra que la literatura, no sólo es una forma de conocer al hombre, no sólo es una teoría de la vida humana, una senda por la que el hombre se conoce a sí mismo y a otros hombres, sino también es una vía, si no la única, sí complementaria, para lograr la sabiduría de la vida.

Cuando leemos que Aldonsa, una campesina, contemplada con los ojos penetrantes de Don Quijote es Dulcinea, la emperatriz del Toboso, una doncella de belleza no hay otra igual en el mundo entero, nos anima para que descubramos esa belleza inédita en la mirada, en las expresiones y en los gestos de tantos seres humanos con los que convivimos. Si la descripción de la ínsula Barataria nos revela cómo, efectivamente, en cualquier pedazo de esta tierra podemos localizar nuestro paraíso perdido o soñado, si no fijamos con atención, podremos llegar a la conclusión de que una sencilla venta al borde de un camino es, o puede llegar a ser, una mansión, un palacio o, sin duda alguna, un airoso castillo.  

Cervantes, vitalista y, al mismo tiempo escéptico, exuberante y entusiasta, con la pintura de Don Quijote nos muestra que la literatura, no sólo es una forma de conocer al hombre, no sólo es una teoría de la vida humana, una senda por la que el hombre se conoce a sí mismo y a otros hombres, sino también es una vía, si no la única, sí complementaria, para lograr la sabiduría de la vida.

Desde que, hace ya varios años, escuché de labios de Francisco Calvo Serraller que “sólo admiran los admirables”, no he cesado de prestar atención, tanto a aquellos ciudadanos que muestran admiración como, especialmente, a los que, por el contrario, nunca encuentran motivos válidos para expresar una agradable sorpresa o una entusiasta valoración de los objetos o de los comportamientos ajenos. No exageraré afirmando que este freno al elogio crítico es consecuencia de la mezquindad, de la envidia o de la tacañería, pero sí declaro que esta contención admirativa puede ser una barrera que limite o anule el disfrute de tantas cosas buenas como tenemos  a nuestro alrededor. 

¿Cómo usar el cuaderno La escritura narrativa?

1.- Leerlo atentamente.

2.- Releerlo haciéndole varias preguntas:

- ¿Qué significado tiene esta definición?
- ¿Qué tiene que ver con mi personal manera de leer y

   
Fotografía: Maritxé Abad i Bueno

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