El
poder magnético de las PALABRAS
Por
Vicente Muñoz Jiménez
El
lenguaje es una facultad compleja del ser humano. Es la capacidad que tenemos
para comunicar y expresar mediante diversos sistemas de signos: orales,
escritos y gestuales. El lenguaje tiene algunas funciones de carácter
informativo, emotivo, apelativo, fático, estético e incluso metalingüístico.
A
nosotros los escritores nos interesa fundamentalmente la estética, que se
centra en el lenguaje en sí mismo y que lo utilizamos para crear belleza en la
poesía, la novela, cuentos, canciones y otras creaciones.
El
lenguaje poético es un medio a través del cual los poetas transformamos las
palabras que simbolizan nuestros pensamientos y estados de ánimo. Las palabras
en poesía se convierten en un vehículo que transmite emociones, experiencias y
pensamientos en su forma más rica y profunda. Estas palabras toman alas y
vuelan más allá de su significado y significante cotidiano. Es música para
nuestra mente. La rima, el ritmo y la aliteración son recursos que los poetas
empleamos para crear un flujo musical en nuestros versos.
Podemos
crear una sensación de calma y serenidad o, por el contrario, una tensión
palpable. Con las metáforas y los símiles abrimos ventanas a otros mundos
imaginarios. Estos recursos literarios permiten que las palabras adquieran
nuevas dimensiones de significado.
Es por ello, que el lenguaje poético
nos recuerda que las palabras tienen el poder magnético de tocar el alma, de
despertar la imaginación y de llevarnos a lugares emocionantes.
(Club
de Letras 10/05/2024)
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