Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
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jueves, 29 de septiembre de 2022

Veinte euros por cada hora. Serrat.

 

 Imagen: https://www.ideal.es/culturas/concierto-despedida-serrat-20220923081200-ga.html


Cuando todo nos parece caro y que ha subido una barbaridad cualquier articulo o servicio, llegan a nuestros oídos, la emoción, los sentimientos, lágrimas a veces y deleite de la trayectoria de un hombre único, que durante más de cincuenta años nos ha llevado de la mano a generación tras generación, podíamos decir que cinco o seis en un espacio de poesías e historias en sus canciones compartidas por millones de seguidores en todo el universo latinoamericano.

 

     Son tantas canciones y de tan variados contenidos sus letras, arraigadas en el amor y los personajes enternecedores que no deja lugar a concienciarnos de los desarreglos universales o el egoísmo. Cuando comienza cualquier canción, esperamos esos cinco o seis mil personas que llenamos la Plaza de toros de Granada si será esa que tanto amamos y tenemos metidas  nuestros corazones en su buen estudiado repertorio y que no dejó a nadie con la miel en los labios, van apareciendo sorpresivamente  unas lejanas en el tiempo, que casi quedaron en el olvido porque no regreso a nuestros oídos,  como “tú nombre me sabe a yerba”, aquella que versionó Marisol; llegó el desamor con “Lucía” tantas veces cantadas por otros tantos artistas, como la dulce Pasión Vega, la inmensa “ Paré” versión en catalán y subtitulada en castellano, una poesía declarando la  pérdida de calidad vida y los recuerdos de aquella posguerra tan dura y negra para millones de españoles. La historia de un personaje posible -como todos los de Joan Manuel- Curro el palmo, aquel hombrecillo enamorado de un imposible, “donde su cama era ancha y al despertar un manojillo de escarcha” ¡Sublime!

 

           Serrat, dice que aprendió a contar sus historias basados en las letras de las coplas de los años cuarenta y cincuenta de los poetas Rafael de León y la música del maestro Quiroga, entre otros inolvidables, así que, el cordón umbilical de sus grandes canciones, nacieron de esa fuente que nunca le dimos la importancia que tenían llenas de desamor, amor, y lugares donde una mujer era herida íntimamente sin poder declarar a los cuatro vientos su tragedia.

 

            Esas más de dos horas de conciertos y más veinte canciones fueron un repaso a las más conocidas, tarareadas por gran parte de los asistentes en una bella comunión con él, innumerables títulos que se acumulan en los sentidos como una enciclopedia musical imposible de definir.

 

             Por otra parte y siempre Serrat, mantiene unos monólogos con su auditorio, que maneja con sutilezas, metáforas y humor socorrante, que no se podrá vivir con ningún otro artista, él maneja los tiempos y sabe que tiene una complicidad asegurada, forma parte de su dilatada experiencia, gozamos de palabras muy suyas como si formarán una canción más en diferentes tiempos.

 

          Hubo un momento especial un recuerdo a Miguel Hernández, con su “Nanas de las cebollas” y el reconocimiento al gran cantautor recientemente fallecido Alberto Cortés, autor de la música y “Para la Libertad”, fue muy emocionante. Mediterráneo, canción premiada como la mejor en español de siempre hace un par de años, nos trajo desde Algeciras a Estambul, la imagen de Paco de Lucía, detalle inmenso de catalán universal que es Serrat, muy arropada por el público.

 

          A mí me faltó una canción “ Balada de otoño” pero es la anécdota, no creo que nadie saliera mínimamente insatisfecho del “Nano” sus casi ochenta años no le pasaron factura en ningún momento, su voz fresca y recurrente y en sus tres últimas  como siempre en sus concierto no podía olvidar a Antonio Machado,  “golpe a golpe verso a verso” cantada por todo el público, qué  gran homenaje a tan poeta y filósofo , ese era el fin “teórico” del concierto y añadió su “fiesta” como previa despedida, pero faltaba una que el público reclamó reiteradamente nuestra “ Penélope” también coreada y nos llenó el corazón de nostalgia “no eres quien yo esperaba”.

 

      El grupo de músicos le acompañaban magníficamente y el maestro Ricard Miralles, compañero eterno de arreglos de innumerables canciones del cantautor español, acompañó a Joan Manuel y una joven de su grupo con una excelente voz y musicalidad en la canción “Fue sin querer” sonó muy bien el dueto.

 

        En más de dos horas, nunca un catalán vendió tan económicamente, la inmensidad de amor, desamor, sueños, armonía, humor, tragedia, música, recuerdos, salimos flotando de una noche no solo inolvidable, sino única para los amantes de su música y poesía eterna, que lleno muchos años de nuestras vidas y corazones.

 

Paco Herrera 23 de septiembre 2022

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