Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

Contacto y envío de textos:
clubdeletras.uca@gmail.com


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Seminario “La escritura periodística”, UCA. Abierto el plazo de inscripciones.



Abierto el plazo de inscripciones para el seminario "La escritura periodística" en la UCA. 

Profesor: Dr. José Antonio Hernández Guerrero:

"A partir de los propósitos y de las expectativas que los asistentes expongan, nos proponemos: Ofrecer principios, criterios y pautas que orienten en la identificación y estimulen el proceso de perfeccionamiento de un modelo personal de escritura periodística. Proporcionar una información suficiente y actualizada de recursos, de mecanismos y de fórmulas que faciliten la escritura de los diferentes tipos de textos periodísticos. Activar los mecanismos de lectura crítica y de escritura autocrítica de los distintos géneros y de los diversos contenidos periodísticos." 

Más información en el siguiente enlace:

https://celama.uca.es/campuscrea2015_16/talleres/literario02

Club de Letras. Abierto el plazo de inscripción



Queridos/as amigos/as, nos comunica nuestro querido José Antonio Hernández, coordinador del Club de Letras de la UCA, que ya se ha abierto el plazo de inscripción. El primer encuentro será el día seis de noviembre. Podemos ver toda la información e inscribirnos en los siguientes enlaces: 







miércoles, 23 de septiembre de 2015

Sin presión





Sin presión


No entendía el por qué del persistente y terrible dolor de cabeza que volvía a poner en tela de juicio su estabilidad emocional. La presión arterial le avisaba una y otra vez: ella respiraba, intentaba tomarse con calma las citas amorosas con su amante cibernético, mas aunque bajara el ritmo cardíaco, no así la sensación de una granada a punto de explotar.

No dijo nada. No quería molestar ni alertar innecesariamente, pero, algo tenía que hacer, estaba claro.

Ella sabía de concentración: durante tiempo practicó el Tai-Chi, pero la ola de calor en la intimidad de su habitación, le superaba, máxime con la pasión que ella desprendía al abandonarse en los brazos de su amado Marcelo.

Sabía... Era un tumor: el tumor de la presión que él, por sus deseos ejercía sobre ella siempre pidiendo más. Tan solo se trataba de comunicación, pero era inútil. Pasaron unos instantes, mientras él dormía y maquinó la solución: primero programó el vídeo para que no quedara ni un detalle al azar; segundo vistió su cuerpo de “Salomé”, danzándole a los siete velos; cantó de Esperanza Fernandez, “Di, di Ana”, hermosa nana que tantas veces en las noches en que Marcelo no conseguía conciliar el sueño, ella... No podía faltar el sensual baile de bachata ni el exuberante de salsa... a la postre todos los bailes que él tanto deseaba que ella le regalara. Luego desnudó sus carnes, las que cubrían su hermosa anatomía: entró en el baño y dejando la cinta encendida para que quedara constancia de su total entrega, abrió sus venas.

Murió de amor, ya sin presión.



Del libro HISTORIAS SOBRE LA LUZ
Maritxé Abad i Bueno

7/6/15

lunes, 21 de septiembre de 2015

El navegante


Cuadro de Herbert James Draper, Ulises y las sirenas


El navegante


Navegante que has zarpado
 y arrecifes adivinas,
mantén tu ojo avizor
a la corriente y deriva.

Determina bien tu rumbo,
él, marca la estela en tu vida...
No tengas miedo a la bruma
ni a la calma o ventolina.

Cuidado con las sirenas
cuyos cantos te desvían.
¡Atención a la arribada!
Muchos puertos son: Mentira.

Recuerda cuando navegues
que no hay tesoros en islas,
la fortuna está en ti mismo
y en el tiempo, que no tiras.


Cada navegante necesita un faro en las noches de tormenta... Navegante, no dejes nunca de otear el horizonte, hasta encontrar tu faro.


A Lupe: mi niña grande y pequeña a la vez, que un día descubriera el tesoro del tiempo escondido por esos “caminos y puertos” entre las cosas de la vida. 


Manuel Bellido Milla.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Hacia un nuevo humanismo. Gracias.







                                                         63.- Gracias


Al poner fin a estas reflexiones -elementales e incompletas- sobre algunos de los valores que, a mi juicio, hemos de cultivar para lograr ese “nuevo humanismo” demandado por algunos sectores de la sociedad actual, me limito, simplemente, a daros las “gracias”. Esta palabra, biensonante y grata, posee amplios, variados y ricos significados. Si para los creyentes designa ese regalo que nos hace hijos de Dios y que, por lo tanto, constituye el fundamento de una profunda fraternidad, a todos los demás hablantes nos sirve para expresar nuestra respuesta cordial por los favores y por las atenciones recibidos. Es una de las expresiones que más contribuyen a aumentar el bienestar personal, familiar y social.

Os doy las gracias, en primer lugar, a los responsables de esas páginas Web que me han regalado -de manera “gratis y graciosa”- la posibilidad de dirigirme a vosotros, mis los lectores. Creedme, por favor, si os confieso que habéis sido vosotros –alumnos, compañeros y amigos- los que, con vuestras estimulantes preguntas, con vuestras agudas críticas y con vuestros atinados comentarios, me habéis señalado los asuntos y, a veces, hasta me habéis dictado las palabras. Gracias.

A partir de hoy, todos -vosotros y yo- descansaremos, durante unas cortas semanas, de estos rollos tan teóricos y tan pesados, pero, tras unas breves vacaciones, reflexionaremos, por ejemplo, sobre “Las claves del bien-estar”. Un tema que, sugerido por muchos de vosotros, está relacionado con el “bien-ser”, con el “bien-pensar” y con el “bien-sentir”, y, de una manera más concreta, es un asunto que tiene mucho que ver con las cuestiones que más nos preocupan como, por ejemplo, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, los dolores y con los placeres, la familia y los amigos, la riqueza y la pobreza. Un abrazo cordial y agradecido.




     José Antonio Hernández Guerrero 

domingo, 13 de septiembre de 2015

Hacia un nuevo humanismo. La preocupación por el futuro


62.- La preocupación por el futuro
                                      
El futuro, además de constituir el contenido luminoso de las ilusiones y de las esperanzas, origina la mayor parte de nuestros oscuros temores y de nuestras inquietantes preocupaciones: el miedo, ese veneno que nos paraliza, siempre se refiere al futuro. Los seres humanos, además de arrastrar el peso del pasado, construimos el presente con elementos del futuro que, por mucho que tratemos de asegurarlo, siempre es incierto debido a las amenazas de  nuestra propia inestabilidad, a los ataques de algunos conciudadanos y a los peligros de la naturaleza. Vivir el presente, por lo tanto, es arrancar el absolutismo del aquí y del ahora mediante la conciencia del discurrir permanente del tiempo que siempre es efímero.

Esa tendencia a la propia conservación a través del tiempo, golpeada por la conciencia de un horizonte amenazador del tiempo futuro nos impulsa a que nos rodeemos de medios poderosos que, real o imaginariamente, aseguren el bienestar futuro. Pero para evitar que ese afán por salvarnos cada uno por nuestra propia cuenta nos lleve a una encarnizada lucha de todos contra todos, hemos de convertir el poder individual de la autoafirmación en una lucha colectiva que nos haga iguales y solidarios, aunque perdamos algo de soberanía individual.

Esta es, a mi juicio, una de las “misiones” de los intelectuales: crear expectativas colectivas de futuro y llenar de contenidos no sólo la esperanza sino también la espera de lo por venir, ayudando a salir del instante y del instinto.


 José Antonio Hernández Guerrero



sábado, 5 de septiembre de 2015

Hacia un nuevo humanismo. El virus mortífero de la avaricia.


61.- El virus mortífero de la avaricia.
                                    

La avaricia, ese ansia incontrolada de poseer y de acumular bienes materiales, incluye un conjunto de síntomas similares a los de la bulimia, esa patología mental que genera la necesidad incontrolable de ingerir grandes cantidades de alimentos. Los dos comportamientos enfermizos tienen su origen en un sentimiento de inseguridad que, paradójicamente, acumula pero empobrece, engorda pero debilita, harta pero no sacia, infla pero esclaviza, engulle pero no saborea. Las dos son enfermedades graves, crónicas y degenerativas. Las dos son suicidas y antisociales porque nos destruyen por dentro y aniquilan la convivencia.

En ambas patologías, los bienes materiales, en vez de ser nuestros alimentos o nuestras medicinas, se convierten en venenos engañosos y mortíferos, en virus tóxicos que nos corroen las entrañas y arruinan la convivencia porque impiden unas relaciones saludables con la naturaleza y con los demás hombres y mujeres. La desigualdad generada por la riqueza desproporcionada de unos pocos y por la pobreza lacerante de unos muchos  hace crecer las pasiones más destructivas como el odio, el rencor y el resentimiento, tanto en la familia, como la política, en los deportes, en las profesiones, en las artes e, incluso, en las religiones.


 José Antonio Hernández Guerrero





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