Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

Contacto y envío de textos:
clubdeletras.uca@gmail.com


sábado, 21 de octubre de 2017

En La Isla



... y me conduce a la mar
todo otoño, que discreto,
rocía mis sentires de sal.

¿Habrá semblanza más grande,
cauce ilimitado y sereno
por el que navegar primaveras?

Nazco en vos, origen:
espuma de versos claros
y arenas tibias, amadas...
Isla sembrada de puro amor.



                 ©Maritxé Abad i Bueno

viernes, 20 de octubre de 2017

La sala de espera



                                     
Una de mis amigas –que, en esta ocasión me ruega que omita su nombre- me acaba de confesar, con sorprendente claridad y sencillez, que acude semanalmente a la consulta del médico, no porque necesite medicinas, sino porque le agrada esperar. Dice que la sala de espera es uno de los lugares que más la tranquilizan y en los que más disfruta. Sus otros espacios preferidos son las colas de los autobuses y las de los puestos de pescado. Lo pasa tan bien esperando que, ordinariamente, cede el puesto a los ansiosos que reiteradamente miran el reloj y a los que, de vez en cuando, se les escapa algún suspiro. Cuando era más joven, su tiempo preferido era el que pasaba a las puertas del colegio de sus hijos esperando que terminaran las clases. Allí hizo las mejores amigas y allí, además de contar sus experiencias más interesantes, era donde explicaba los procedimientos que ella empleaba para sacarle a la vida los jugos más sustanciosos.

A ella le llama la atención las prisas que tenemos hoy casi todo el mundo. Son muchos -me dice- los que no se dan cuenta de que lo mejor de la vida está en la vida, en ese espacio que va desde el nacimiento a la muerte. Mi amiga me repite, una y otra vez, que una de las fórmulas para disminuir la ansiedad es transformar los caminos en paseos con el fin de que, en vez de estar tan pendientes del destino, disfrutemos de los alicientes de los parajes por los que transitamos, alargando y saboreando cada uno de los instantes, esos “ahoras” que se mueven sin parar y que cambian de colores y de dimensiones. Ella está convencida de que la vida humana consiste en eso: en esperar: en la espera paciente y en la esperanza confiada. Ahora comprendo por qué, cuando acude a cualquier recado, ella lo hace por el camino más largo. 


Esta conversación me ha servido para preguntarme si esperar es uno de los privilegios más valiosos de los que gozamos los seres humanos. Cuando dejamos de esperar nos convertimos en simples objetos o, todo lo más, en animales. Estar vivo es esperar. La espera es ese tiempo vacío que podemos administrar a nuestro antojo y llenarlo de múltiples contenidos: de ideas, de sensaciones, de sentimientos y de palabras; podemos poner en funcionamiento nuestra imaginación y recordar los mejores momentos o formular los mejores proyectos. 


José Antonio Hernández Guerrero

viernes, 13 de octubre de 2017

El peligro de que la celebración de los centenarios sean simples proclamas propagandísticas



Admito que la ansiedad que me producen los pregones que anuncian a bombo y platillo los fastos conmemorativos de episodios importantes esté provocada por mi fragilidad psicológica. Pero sostengo que, en gran medida, esa inquietud también se debe a la serena constatación del abismo que suele mediar entre el horizonte de expectativas que esos anuncios nos abren y el pobre panorama que contemplamos tras su celebración. Reconozco que el recuerdo de los sucesos del ayer rescata valores dignos de ser cultivados y que el homenaje a personajes nobles exalta virtudes que estimulan nuestras conductas ciudadanas actuales, pero también tengo en cuenta la frecuencia y la intensidad con la que se aprovechan estos “eventos” como simples proclamas propagandísticas.

Aunque, efectivamente, una de las funciones de los agentes políticos, sociales y religiosos es proponer planes atractivos y elaborar proyectos halagüeños que nos generen expectativas de progreso, nos estimulen ilusiones de crecimiento y nos mantengan esperanzas de una vida más confortable, hemos de reconocer también que es frecuente que los líderes carismáticos, empujados por su afán de entusiasmar, inflen en exceso el globo de los delirios y que, en consecuencia, se les escape al cielo de la fantasía o, incluso, les explote en las propias manos. Todos conocemos el disgusto profundo que generan las promesas incumplidas y el dolor intenso que nos causan los desengaños. El porrazo que sufrimos por la frustración de las expectativas, cuando se descubre su vaciedad o su inconsistencia, es notablemente más agudo que la atonía de una vida sin planes utópicos.  

Si es mala la apatía en la que caemos cuando carecemos de metas estimulantes, peor es el golpe que genera la frustración, ese sentimiento de fracaso, de desencanto íntimo, de profunda desilusión, de intensa tristeza por no alcanzar un objetivo, por comprobar que los resultados no corresponden a las promesas. Pero, a mi juicio, todavía más descorazonador nos resulta comprobar que esos proyectos en los que habíamos cifrado todas nuestras esperanzas, cuando se hacen realidad, ni sacian los deseos ni resuelven nuestros problemas. El valor de las efemérides estriba en la capacidad de mejorar el presente: el recuerdo de los grandes episodios nos estimulan para que luchando por conseguir nuevas metas reviviéndolos de una manera nueva, mejoremos los niveles culturales, económicos y sociales. Recordar es una manera de actualizar y de revivir los hechos.

Los ciudadanos esperamos, una vez más, que la celebración de los diferentes centenarios que celebramos este año 2017 deje de ser un motivo de discusiones entre los principales partidos políticos y entre las instituciones presididas por ellos. El consenso es el único camino para lograr que, mediante una programación ambiciosa se reúnan todas las fuerzas y se orienten a la solución de los graves problemas endémicos de esta zona; la convocatoria integradora de un proyecto global se ha de dirigir a todas las instituciones públicas y a las empresas privadas Hemos de convencernos de que para resolver los problemas económicos, sociales y culturales, es necesario que, de manera coordinada, colaboremos todos.

La celebración de estos Centenarios ha de servir, al menos, para proporcionar “visibilidad” a nuestros recursos, para consolidar, a partir de ellos, una imagen de marca y una denominación de origen, para que, en última instancia, Cádiz encuentre su sitio en los circuitos nacionales. Sólo de esta manera se favorecerá la afluencia de turismo cultural y será exportable a nuevas franjas del mercado.



José Antonio Hernández Guerrero

jueves, 12 de octubre de 2017

Ser almendro




Cuenta el almendro
que cree en Dios:
le agradece cada día
expandiendo sus ramas
ser voz y viento,
danza y gracia delicada
de flor y fruto,
sencillo paso entre nubes
que besa la tierra madre
a la que pertenece
sin sobresaltos...

Sus raíces tejen
abrazos de vida
entre mis pies.

    
                  ©Maritxé Abad i Bueno


lunes, 9 de octubre de 2017

Nuevo coordinador de ‘Se ha escrito un libro por…’





Ya lo puedo decir: soy el coordinador del ciclo ‘Se ha escrito un libro por…’ de la Universidad de Cádiz. Así que quien quiera presentar su libro en este programa organizado por el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios Universitarios en colaboración con la Biblioteca de la UCA, que se ponga en contacto conmigo.

Las presentaciones se realizan en la preciosa Sala de los Libros del Edificio Andrés Segovia de Cádiz.

Os esperamos.

Daniel Heredia

domingo, 8 de octubre de 2017

Fe de erratas, fecha apertura Club de Letras en Vejer de la Frontera

Amigas y amigos del Club de Letras, como habréis apreciado, la fecha del acto de apertura en Vejer de la Frontera se ha modificado. En los próximos días daremos más detalles del evento.


Fecha definitiva del acto de apertura:

Viernes 17 de noviembre a las seis de la tarde, en Vejer de la Frontera

Programación martes literarios de Alcultura (Algeciras)


sábado, 7 de octubre de 2017

Necesitamos personas que nos sirvan de modelos ejemplares

               

                                               

En la actualidad escasean los líderes. En la política, abundan los eficientes dirigentes; en la enseñanza, competentes profesores; en el periodismo, agudos redactores; en los negocios, sagaces empresarios y, en la Iglesia, piadosos sacerdotes, pero sin embargo, nos faltan esos seres humanos que, como por ejemplo, Martin Luther King, Nelson Mandela, Vicente Ferrer, la Madre Teresa de Calcuta o, en la actualidad, Francisco, sean capaces de devolvernos fundadas esperanzas y de abrirnos nuevos horizontes a tantos ciudadanos pertenecientes a esta sociedad desencantada y en ruinas.

¿Dónde reside el fundamento de ese atractivo carismático de estos conciudadanos tan diferentes en cualidades personales, tan distintos en ideologías políticas y tan diversos en comportamientos profesionales? En mi opinión, el denominador común reside en su decisión por “apostar” por los desheredados de la Tierra, por la escoria del mundo, por los desahuciados, no sólo para consolarlos, sino también para elevarlos social y culturalmente, para despertar en ellos la fuerza de su dignidad como personas, para que defiendan sus derechos y para que desarrollen su espíritu crítico.

Ésta es la clave -a mi juicio- del atractivo generalizado que ellos despiertan y el secreto de la revolución cultural, social y económica que ni los políticos, ni los intelectuales, ni los economistas son capaces de efectuar. Hemos de reconocer que estos comportamientos –verdaderamente humanos- definen unos modelos teóricos y unas sendas prácticas totalmente opuestas a las que inspiran las recetas de sacrificios y de recortes a los más débiles, y que estos ejemplos dibujan unas “ideologías” que, apoyadas en los valores de la dignidad, de la justicia, de la solidaridad y –digámoslo sin miedo- del amor, son incompatibles con esa cizaña maligna tan extendida como la corrupción de políticos y de banqueros.


Aunque es cierto que estas ideas y estas prácticas pueden generar serios temores a algunos poderosos, también estoy convencido de que sólo de esta manera será posible crear esperanzas en la mayoría de los ciudadanos y sacar a la sociedad de ese peligroso y mortal anquilosamiento. Necesitamos, efectivamente, líderes mundiales y locales que, viviendo humildemente los valores universales en cualquiera de las profesiones, cargos u oficios, nos sirvan de referencias vitales.


José Antonio Hernández Guerrero

jueves, 5 de octubre de 2017

Abierto plazo de inscripción Club de Letras 2017/2018


OBJETIVOS:
Las diferentes actividades del Club de Letra se apoyan, desde el principio, en una
reflexión seria sobre la naturaleza de la literatura que estimula, orienta y
fundamenta los procesos de lectura y de escritura.

A partir de esta "teoría", se propone alcanzar los siguientes objetivos concretos:

1. - Abrir un espacio de encuentro, de trasvase de informaciones, de contraste de
opiniones, de reflexión y de debate sobre la lectura y sobre la escritura de textos
periodísticos, ensayísticos y literarios de los diferentes géneros, estilos y
corrientes.

2. - Proporcionar principios rigurosos, criterios válidos y pautas prácticas de
lectura y de escritura de artículos de opinión y de composiciones literarias.

3. - Orientar y estimular la crítica rigurosa de obras literarias.

4. - Suministrar métodos, procedimientos y recursos variados que faciliten la
escritura de obras de diferentes niveles, contenidos y estilos.
PROGRAMA:
Durante el presente curso académico 2017 -2018 las relaciones entre los inscritos en el Club de Letras serán on line, tal y como estaba previsto desde el curso pasado. Se suprimen, por lo tanto, las reuniones mensuales en Cádiz, en Jerez de la Frontera y en Algeciras. Se seguirán celebrando el acto de apertura y el de clausura, en los lugares, fechas y horas de las que se informará previamente.
Partimos del supuesto de que el Club de Letras no es sólo un taller de escritura. Hacemos esta advertencia previa para que, desde el primer momento, evitemos una concepción estrecha de las actividades que en ella desarrollamos y, sobre todo, para que rechacemos de manera categórica una noción simplista de la escritura que está en la base de esa convicción generalizada de que existen fórmulas mágicas y procedimientos rápidos de adquisición de las destrezas literarias.
Las expectativas de remedios milagrosos, no sólo se ven inmediatamente frustradas y originan abandonos, sino que, además, entorpecen el desarrollo de un proceso que es apasionante y divertido pero, también, arduo, lento y doloroso. El aprendizaje y el perfeccionamiento de la lectura y de la escritura poseen todas las características del crecimiento físico, de la maduración intelectual y de la educación de la sensibilidad artística.

La función del Club de Letras, por lo tanto, no se limita a proporcionar técnicas, a dibujar pautas y a proponer recetas para redactar de manera correcta un texto, sino que, además, orienta y estimula la formación de profesionales que estén dispuestos a contemplar, analizar, valorar y crear la realidad. Escribir es una manera diferente de interpretar la vida, una forma crítica y profunda de ver y de recrear el mundo.

Método

Esta reflexión compartida se apoya en unos ejercicios escalonados que estimulan y encaminan una práctica progresiva de la lectura crítica y de la escritura creativa.
Nuestra concepción de la Literatura, por lo tanto, es vital, englobadora y totalizante. La definimos como “una manera más consciente, más intensa y más plena -más humana- de vivir la vida”. En consecuencia, partimos del supuesto de que los principios básicos de las diferentes Ciencias Humanas -en especial de la Lingüística, de la Semiótica, de la Antropología, de la Psicología y de la Sociología- constituyen una base sólida e imprescindible para la adquisición y para el desarrollo de las difíciles y complejas destrezas de la lectura y de la escritura.
Si nos apoyamos en esta fundamentación teórica, estaremos en condiciones de seleccionar y de aplicar los criterios de análisis diferentes desde las distintas perspectivas interpretativas y valorativas de los textos de distintas épocas, géneros y corrientes.
Trazaremos unas pautas claras que nos permitan generar unos hábitos que estimulen el disfrute de la lectura y el placer del comentario riguroso.
Ofreceremos unos modelos de identificación, presentaremos unas propuestas de ejercicios y unos programas de actividades que despierten el interés para alcanzar textos de calidad y, para lograr este fin, estimularemos la preocupación por cuidar el matiz, la inquietud por la búsqueda del adjetivo oportuno y la voluntad de lograr el procedimiento más original y expresivo, en cada uno de los escritos.
A manera de ejemplo, adelantamos que, con el fin de lograr textos interesantes, amenos y originales, aplicaremos algunas técnicas para desbloquear la imaginación utilizando los recursos de la realidad y del absurdo, y pondremos en marcha algunos mecanismos que faciliten la práctica de la concentración, del recuerdo, de la sensación y de la experiencia.
Provocaremos la invención a partir de las relaciones de palabras, estrategias de sustitución, eliminación, ampliación, descentrando los textos, etc.

Miembros del Club de Letras

Aunque este Club de Letras posee una finalidad formativa, sus objetivos desbordan las funciones exclusivamente docentes. Desde el primer momento, manifestamos, al menos intencionalmente, una explícita voluntad de constituir un grupo relativamente homogéneo de escritores que participen en una concepción sólida y actual de la literatura, y una visión actual, crítica y comprometida de la existencia humana.
En consecuencia, pretendemos crear las condiciones para que los miembros se sientan identificados con la creación de un proyecto común y para que intervengan de una manera activa en la generación de un ambiente de comunicación y de un clima de colaboración.
Podrán inscribirse:
Alumnas y alumnos universitarios de las distintas titulaciones, tanto de Ciencias como de Letras.
Profesoras y profesores de diferentes disciplinas y asignaturas.
Escritoras y escritores, comunicadoras y comunicadores.

Contenidos

- Definición y explicación de teorías sobre los lenguajes que se superponen y se cruzan en las obras literarias, sobre el proceso complejo de la lectura, sobre la crítica y la escritura.
- Descripción de técnicas, pautas, procedimientos y recursos.
- Lecturas de obras de los diferentes géneros
- Críticas de textos leídos.
- Escritura, lectura y autocrítica de textos propios.

Organizaremos sesiones de “Café de redacción” en Cádiz, Algeciras, Jerez, San Fernando y Chiclana, en fechas y lugares que Antonio Díaz González programará de acuerdo con los miembros del club de Letras de cada una de dichas poblaciones.

Nota: Para participar en las diferentes publicaciones del Club de Letras – Revista Specvlvm, Blog y Periódico El Espejo- será imprescindible haber formalizado la inscripción.
Aunque el curso ya hubiera comenzado aún puede matricularse realizando su inscripción en esta misma página hasta el 16-01-2018, si quedaran plazas libres.

Acto de apertura:

Viernes 17 de noviembre a las seis de la tarde, en Vejer de la Frontera

Más información en:

-Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios. Edificio Constitución 1812 (Antiguo Cuartel de La Bomba). Paseo Carlos III nº 3, 1ª planta. 11003-Cádiz. Teléfono 956015800, correo electrónico: extension@uca.es
Utiliza nuestro Buzón de Sugerencias: https://buzon.uca.es/cau/index.do

ORGANIZA

Lugar de celebración: online
Duración: 30 Horas
Fecha de Inicio de la Actividad: 27/10/2017
Fecha de finalización de la Actividad: 30/04/2018



Inscripciones aquí: https://celama.uca.es/campuscrea2017_18/talleres/clubletras/

(Texto extraído de la WEB de CELAMA: https://celama.uca.es )

domingo, 1 de octubre de 2017

El 2017, año de celebración de centenarios



Insisto en que, si pretendemos vivir el presente de una forma plena, no tenemos más remedio que asentarlo sobre los dos pilares firmes del pasado y del futuro. El sentido temporal de la existencia humana exige que apoyemos nuestros diferentes momentos presentes, por un lado, en el camino de la dilatada historia recorrida por nuestros antepasados y en la breve trayectoria de nuestra propia biografía. Por el otro lado, hemos de afianzarlo en el panorama abierto de un futuro renovador que oriente nuestros esfuerzos diarios hacia nuevos horizontes y que nos descubra unas metas cada vez más altas. El recuerdo nos hace renacer sólo cuando nos genera unos propósitos transformadores. Si prescindimos de uno de estos dos apoyos y nos quedamos sin memoria o sin proyectos, perderemos el equilibrio y el puente del presente se derrumbará irremisiblemente.

El recuerdo nos ayuda a dominar la vida presente y nos proporciona seguridad en nuestros vacilantes pasos cuando nos ayuda a interpretar correctamente los acontecimientos actuales y a descubrir el significado de las experiencias  nuevas. Por eso nos llama la atención la facilidad con la que muchos niegan su propia historia y tratan de disimular su pasado o, al menos, se comportan como si se les hubiera olvidado. Si prestamos un poco de atención a nuestro alrededor, podemos comprobar cómo algunos que, entusiasmados, cantaban el “cara al sol” ahora, con idéntica pasión, entonan la “internacional”, otros que corrían delante de los “grises”, después han sido los jefes de la policía. Para renovar el presente y para ganar el futuro, hemos de recordar nuestro pasado porque negarlo es inútil ya que, al ocultarlo o al disimularlo, lo hacemos más evidente. Está bien que mantengamos las tradiciones pero, a condición de que las adaptemos de manera permanente a las condiciones de los tiempos nuevos. 
  
Por eso creo que son acertadas las iniciativas de los dirigentes políticos que, conscientes de que son los arquitectos del futuro, favorecen la conmemoración de episodios históricos y convocan a los especialistas para que estudien sus secretos, para que nos expliquen sus significados y para que extraigan las conclusiones. Repasar la historia es la mejor manera de elaborar los proyectos. Vamos a ver si, por ejemplo, los actos que se han programado para celebrar los diferentes centenarios que este año conmemoramos, nos sirven para elaborar proyectos realmente innovadores.

Si el porvenir depende, en gran medida, de lo que imaginemos y realicemos hoy, este hoy no lo vivimos plenamente si, en él, no integramos el futuro construido como ilusión, como meta y como proyecto. Es así cómo se generan las expectativas y cómo se alimentan las esperanzas, esos vientos saludables que despliegan las velas del entusiasmo y nos empujan hacia puertos más confortables. Tras volver a recordar que el pasado -ya purificado- sólo vale cuando nos proyecta hacia el futuro, me permito afirmar que el presente lo vive plenamente quien posee suficiente destreza para construir puentes que conectan el pasado con el futuro.


José Antonio Hernández Guerrero
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