Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
Director: Profesor de la UCA Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Coordinación del blog:
Antonio Díaz González
Ramón Luque Sánchez

Contacto y envío de textos:
clubdeletras.uca@gmail.com


domingo, 24 de julio de 2016

Las claves del bienestar: Malestar.

                                                                         




41.- Malestar
                                              

Estoy sorprendido por las interesantes preguntas que me han formulado y por las sugerentes cuestiones que los lectores me han apuntado al hilo de las ideas vertidas en el artículo sobre el bienestar. Como es natural, muchas de las opiniones no coinciden con mis planteamientos, de la misma manera que las experiencias en las que aquéllas se apoyan son diferentes e, incluso, opuestas a las mías. No caeré en la pretensión -errónea e inútil- de defender con argumentos una convicción basada, como ya indiqué, en mi experiencia personal sólo válida para mí y para aquellos que la hayan vivido de manera análoga.
 
Aprovecho, sin embargo, la oportunidad para aclarar algunas confusiones  que en varios comentarios sobre los obstáculos al bienestar se repiten en los mails que he recibido. Hemos de reconocer, en primer lugar, que el malestar causado por las enfermedades, por los dolores y por los sufrimientos -realidades humanas estrechamente relacionadas entre sí- nos son manifestaciones idénticas. 

El malestar generado por las enfermedades, que son afecciones comunes a todos los seres vivientes -a las plantas, a los animales y a los humanos- son unos avisos que, amenazadores, nos anuncian la muerte; son las advertencias que, insistentes, nos recuerdan que somos débiles frente a la fuerza agresora de la naturaleza, y son unos síntomas que, claramente, nos revelan que llevamos encerrados en el interior de nuestras entrañas los enemigos de nuestra propia supervivencia. Los dolores los padecemos todos y sólo los seres animados –no las plantas- constituyen llamadas de atención de mal funcionamiento de las piezas de nuestro complejo organismo; son las alertas que se encienden para comunicar el fallo de algún órgano; son las señales que nos comunican que algún mecanismo corporal está estropeado.

Los sufrimientos, en el sentido estricto, son propiedades peculiares de los seres humanos; son ambivalentes prerrogativas que nos distinguen de los demás vivientes; son las resonancias negativas, los ecos profundos –racionales e irracionales- de los dolores físicos, de las agresiones psicológicas o de los ataques morales: los dolores atacan el cuerpo y los sufrimientos hieren el alma.  El sufrimiento es una operación de la mente que interpreta el dolor y mide sus dimensiones; es una reacción de la conciencia a los estímulos desagradables; es una respuesta humana en la que interviene de manera directa la inteligencia, la imaginación y, sobre todo, la emotividad. Pero el sufrimiento es, además, una de las vías más seguras y más directas para penetrar en el fondo secreto de las realidades humanas, una clave segura para conocer el sentido profundo de los sucesos. Baudelaire, con vigor, entusiasmo y hondura, nos dice que la verdad reside en el sufrimiento, en el dolor que es la nobleza más ilustre: la única aristocracia de este mundo, que completa y humaniza turbadoramente la visión de las cosas.
                                                                                               


                  José Antonio Hernández Guerrero

domingo, 17 de julio de 2016

Primer Encuentro Interdisciplinar sobre el Bienestar



Primer Encuentro Interdisciplinar sobre el Bienestar
Primera Circular

OBJETIVOS:

En este Primer Encuentro Interdisciplinar sobre el Bienestar pretendemos propiciar un debate sobre las aportaciones de las diferentes Ciencias Humanas para contribuir a un análisis serio y a la satisfacción -aunque parcial y temporal- de este deseo permanente y universal.  Partimos de dos supuestos: primero, que el bienestar humano es una aspiración universal, compleja y cambiante, cuyo acercamiento exige el aprendizaje de diferentes destrezas; segundo, que su estudio se ha de apoyar en los análisis de nuestras experiencias personales y colectivas, aplicando los principios, los criterios y las pautas de las diferentes Ciencias Humanas.  Este Primer Encuentro trata de ser un espacio en el que participen y presenten sus propuestas los profesionales de diferentes Ciencias, en especial, de Medicina, Enfermería, Psicología, Psiquiatría, Comunicación, Arte, Literatura, Historia, Filosofía, Antropología, Sociología, Derecho, Ética, Economía, Arquitectura y Urbanismo o Política.

PROGRAMA:

PRIMERA CIRCULAR

Se podrán explicar y defender ponencias –veinte minutos- y comunicaciones –diez minutos- cuyos temas y resúmenes deberán ser aprobados previamente por un comité de expertos.

Si desea presentar una ponencia o una comunicación deberá:

Realizar un preinscripción a través del enlace establecido en esta misma página en "REALIZAR INSCRIPCIÓN"
Enviar esta Hoja de Preinscripción debidamente cumplimentada por correo electrónico  a extension@uca.es y a riosdesol@hotmail.com
Plazo de presentación de ponencias y comunicaciones : Del 18 de julio de 2016 al 15 de enero de 2017

Nota
Con el fin de lograr, en la medida de lo posible, la comunicación, el diálogo y el debate entre los diferentes especialistas, nos ha parecido conveniente reducir el número de los participantes. Para la selección aplicaremos los criterios de la adecuación de los temas, el nivel científico y orden de las inscripciones.



Información general

El Encuentro se celebrará  los días 18, 19 y 20 de abril de 2017 en el Edificio Constitución 1812 de Cádiz.

Se solicitará  a la Comisión de Ordenación Académica, Profesorado y Alumnos el reconocimiento de esta Actividad como  créditos de libre elección (para los estudios de diplomado y licenciado y para los títulos de grado como suplemento al título)  crédito ECTS (para los estudios de grado) según número de horas del programa definitivo.

Se establecerán los siguientes precios una vez se abra el periodo de matriculación  (del 18 de enero al 28 de febrero de 2017)

- Ordinaria: 40 €
- Reducida: 10 €. Estudiantes NO matriculados en la Universidad de Cádiz, desempleados, mayores de 65 años, miembros de familias numerosas y personas con discapacidad.
- Super reducida: 5 €. ESTUDIANTES, PAS Y PDI de la UNIVERSIDAD DE CÁDIZ, egresados de la UCA, aula de mayores UCA, Club de Letras de la UCA, Seminario sobre Lenguaje Periodístico, familiares comunidad universitaria UCA en 1º grado de consanguinidad.

El plazo de inscripción y matriculación como asistente y como ponente o comunicante seleccionado estará disponible a partir del 18 de enero de 2017

Comité científico

Coordinadores generales

Dr. José Antonio Hernández Guerrero
Dr. Francisco Vázquez García
Coordinadores de áreas
Dra. Carmen Campos Bernal: Psicología
Dra. Julia Cano Valero: Psiquiatría
Dra. Mercedes Díaz Rodríguez: Salud
Dr. Francisco Fernández Trujillo: Neuroanatomía
Dr. José Antonio Hernández Guerrero: Comunicación
Dra. Felicidad Rodríguez Sánchez: Genética y Ambiente
Dr. Ramón Vargas Machuca: Política
Dr. Francisco Vázquez García: Filosofía

Comité técnico

Secretaría General
Dª Luisa Niebla López
Dª Milagros Rozo Oliva
Dª Lourdes Torrejón Iglesias

Comunicación y difusión en Web
D. Jesús Heredia Luque
D. Agustín Fernández Reyes
D. Antonio Díaz González

Más información en:
-Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Extensión Cultural y Servicios. Edificio Constitución 1812 (Antiguo Cuartel de La Bomba). Paseo Carlos III nº 3, 1ª planta. 11003 - Cádiz. Teléfono 956015800, correo electrónico: extension@uca.es
También pueden acudir a Dª Milagros Rozo Oliva: riosdesol@hotmail.com


Lugar de celebración: Cádiz

Fecha de Inicio de la Actividad: 18/04/2017

Fecha de finalización de la Actividad: 20/04/2017

Enlace a Web CELAMA/UCA: 
https://celama.uca.es/2016_17cc/encuentros/bienestar/CELAMAActividad_view

viernes, 15 de julio de 2016

58

Cincuenta y ocho

Es tiempo de calor, chicharras y cereales recién segados. Cereal es una palabra derivada del nombre de la diosa Ceres, hija de Ops y Saturno. También es el nombre de una fundación que trabaja para la salud emocional en Venezuela, la Fundación Ceres. Su número de teléfono comienza por 58, porque 58 es el prefijo internacional de Venezuela, un país cuyo anterior presidente, Hugo Chávez, falleció a los 58 años de edad. País también muy unido a Cuba, cuya revolución se produjo en 1958. Ceres también da nombre al Cerio, elemento químico de símbolo Ce y cuyo número atómico es 58. El cincuenta y ocho (58), según Wikipedia, es el número natural que sigue al cincuenta y siete y precede al cincuenta y nueve. En 1958 se publicó en España, tres años después de haberse publicado en París, la novela Lolita de Nabocov, cuando su autor tenía 58 años de edad. Ese mismo año de revoluciones y Lolitas nació Prince en EEUU, y moriría dos meses antes de cumplir los 58. Sí, Lolitas, en plural, porque en el 1958 nació también Lolita, la hija de La Faraona. Y se ve que fue una buena añada, de buenos caldos artísticos, porque ese mismo año vinieron al mundo Madonna, Tim Robbins, Andrea Bocelli, Michael Jackson, Tim Burton, Andie MacDowell, Alec Baldwin o Michelle Pfeiffer. Si sumamos 1958 y 58 obtendremos 2016, con lo que este año cumplen 58 los nacidos en el 58. Chávez y Prince se fueron a esa edad y no sé si hay una edad adecuada para morir, pero sí sé que hacerlo a los 58 es irse demasiado pronto. Mi padre, Curro, nos dejó también a los 58. Fue un día como estos. Un día de julio de calor, chicharras y cereales recién segados.



Por cierto, hoy cumplo años, pero disculpad que no os diga cuántos, es que no me gusta hablar de mi edad.

lunes, 11 de julio de 2016

Claves del bienestar humano. Deshollinar la mente.



39. Deshollinar la mente
                                               

Algunos de mis amigos escritores regalan periódicamente aquellos libros que no volverán a releer. Recuerdo, por ejemplo, cómo Fernando Quiñones repetía que él era un lector y un escritor, pero no un bibliotecario: “por eso -explicaba- me desprendo de la mayoría de las obras que ya he leído”.

Yo me atrevo a ir un poco más lejos y, de vez en cuando, practico el saludable ejercicio de deshollinar mi memoria para limpiarla de las telarañas mentales, de las ideas, de los pensamientos y de las convicciones que ya no me sirven y me impiden pensar con libertad y sentir con autonomía. Estoy convencido de que una limpieza a fondo de la mente es tan aconsejable como el barrido que periódicamente hacemos en nuestros hogares; la higiene mental exige que desechemos esa información sobrante que nos aturde, nos bloquea y nos empacha. También el espíritu debe evacuar las basuras porque, como nos enseñan los psicólogos, una de las funciones de la memoria es olvidar.


Aunque es conveniente que recordemos los errores que hemos cometido con el fin de evitar repetirlos, también es saludable que, al menos, evitemos que nos sigan torturando aquellas equivocaciones que condicionan nuestras relaciones con las personas con las que convivimos. Para lograr el daño que algunos recuerdos nos causan es eficaz que aceptemos que la vida tiene una parte incómoda, molesta, dolorosa y, a veces, injusta; sí, hemos de reconocer inteligentemente que tenemos que cargar con esos fardos -a veces pesados- que depositan en nuestros hombros los otros. Por eso, además de dolernos, nos resultaría práctico que interpretáramos con benevolencia esos fallos ajenos y, sobre todo, que evitáramos extraer conclusiones erróneas sobre las intenciones de los demás. Para lograr nuestro propio bienestar, hemos de seguir aprendiendo a olvidar y a perdonar a los otros y, sobre todo, a nosotros mismos. El verano es otra ocasión propicia para ventilar la mente y para renovar el aire viciado, encerrado en algunos de los pliegues de nuestras entrañas. Que descanséis, amigos. 


José Antonio Hernández Guerrero

sábado, 9 de julio de 2016

Claves del bienestar. Disfrutar.




38.- Disfrutar
                                                         

Disfrutar es una de las aspiraciones universales más ansiadas y, al mismo, más difíciles de satisfacer. Depende, en gran medida, de que las situaciones en las que nos encontremos sean favorables y, sobre todo, de que nuestras propias disposiciones personales sean las adecuadas. Por eso, en estos primeros días del verano  os deseo que aprovechéis esas condiciones ambientales que ayudan a lograr la felicidad como, por ejemplo, el ocio, la salud, el descanso, la diversión, el paseo, la lectura, el juego y la paz.

De manera más o menos consciente la aspiración al disfrute forma parte de todos los demás objetivos personales o solidarios que nos proponemos. Es posible que los prejuicios contra el disfrute sensorial y, sobre todo, contra el goce sensual estén determinados por aquella interpretación errónea de la ascética cristiana ampliamente predicada durante los tres últimos siglos –y mucho más en la Edad Media- o, quizás, por una reacción generalizada ante la ubicua y agresiva publicidad consumista actual, pero el hecho cierto es que, en algunos ambientes –sobre todo religiosos-, existe una seria resistencia a valorar positivamente el disfrute de los sentidos. Quizás por eso, cuando nos referimos a la sensibilidad, solemos definirla como una facultad despojada de sus sustanciales dimensiones corporales.  

A veces, cuando reflexionamos sobre el bienestar humano, nos olvidamos de que las resonancias corporales son esenciales e inevitables en los diferentes ámbitos estéticos e, incluso, morales. No siempre caemos en la cuenta de que, por muy íntimo que sea el disfrute y por muy espiritual que sea el goce, siempre están compuestos de un significante material y de significado mental, de una forma corporal y de un fondo conceptual, emotivo e imaginario: hasta las melodías más sublimes y los cuadros más nobles están ejecutados con sonidos y con colores que impresionan nuestros oídos y nuestra vista. Por eso, si pretendemos pasar lo mejor posible la vida, a pesar de sus inevitables amarguras, deberíamos esforzarnos para educar nuestros sentidos –todos los sentidos- con el fin de disfrutar más con las cosas sintiéndolas, palpándolas, saboreándolas y degustándolas.

Hemos de partir del supuesto de que la belleza y el bienestar residen, todavía más que en las cosas y en los episodios, en nosotros mismos, en nuestra manera de contemplarlas y de digerirlas. Permitidme –queridos amigos- que os haga una confidencia: los días que salgo a la calle dispuesto a ver cosas bonitas, las encuentro por todos los lados: incluso en algunas personas menos favorecidas descubro diversos detalles que me hacen disfrutar. Cuando, por el contrario, me encuentro en esos días en los que experimento cierto desánimo, tengo la impresión de que la bruma difumina los perfiles de los transeúntes y se oscurece el horizonte del paisaje: me parece que todo es un poco más feo, más triste y más desangelado.  

Estas consideraciones adquieren relevancia –como es sabido- cuando nos referimos, por ejemplo, a las manifestaciones amorosas o a las expresiones estéticas. Tanto cuando amamos como cuando creamos obras bellas, lo hacemos con el cuerpo y con el espíritu: con la vista, con el oído, con el olfato, con el gusto y con el tacto, y, también, con la imaginación, con la esperanza, con el temor y con el amor. ¡Que disfrutéis amigos!   


José Antonio Hernández Guerrero

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