Nos
suele suceder cuando pronunciamos la palabra "vida", que sentimos la
sacudida del corazón. De pared a pared se agolpan los sentimientos tras el
traverso de la razón. Porque somos todo lo que conocemos, de la piel al alma,
somos todo lo ya vivido: "ahora te sé, por cuánto te recuerdo",
palabra de honor, palabra de alma de Pilar Paz Pasamar.
En
el otoño rojizo, Victoria Atencia, escribidora de versos y piloto de avión,
leía entre poemas "saber mirar la vida, con ojos de ave migratoria".
Desde la esfera cristalina de nuestros ojos, contigua a las verticales
estrellas, en la mirada quieta de un eterno presente, sueñan los sueños con ser
la vida.
Quedó
inscrito en el cuaderno de mi adolescencia la ternura contagiosa de Gloria
Fuertes, poeta de guardia, como casi todas las noches; "la vida me sabe a
verso". Desde su noble oficio de soñar para la humanidad, un deseo:
"crear una frase tan grande que abrace a todos".
Como
ella, "mi eterna gratitud a los que me quieren, los recordaré a la hora
del sol".
A
todos mis compañeros del Club de las Letras, por un próspero año nuevo.
Aurora Romero
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