Reseña de la reunión del Club de Letras celebrada en Jerez en el Campus Universitario de “La Asunción” (Sala de Juntas) el viernes 24 de noviembre del 2017 a las 18.00 horas.
En
esta ocasión, hemos tenido el placer de presentar los libros de tres compañeras
del Club de Letras:
Retazos
de otoño en primavera,
de
Maritxé Abad i Bueno,
Despertando
a mi nueva vida,
de
Carmen Franco Sánchez y
Recuerdos, de
Consuelo Sánchez Flores.
El
acto fue presentado por José Antonio Hernández Guerrero quien manifestó su
agradecimiento y nos brindó felicidades a todos los presentes que, dicho sea de
paso, no fueron tan numerosos como esperábamos.
José
Antonio calificó estas tres obras con tres adjetivos contundentes: valiosas,
interesantes y bellas. Seguidamente, dio por sentado la calidad como denominador
común a cada una de ellas: “diferentes estilos, una misma elevada capacidad
literaria”. También resaltó -como una cuestión importante- la autenticidad que
comparten sus autoras: nos entregan sus respectivas experiencias vitales, unos
tesoros valiosos que nos sirven para que nos reconozcamos, nos alimentemos y nos
enriquezcamos, una generosa ofrenda de
libertad para los lectores.
Por
otro lado, puso la atención en la luz de las historias que narran estas tres
autoras y que nos sirven para iluminar las azarosas conexiones que forman la
complicada madeja de las relaciones humanas. José Antonio afirmó que una de las
funciones de la literatura, de la buena literatura, es identificar el discurso
con el que se tejen nuestras complejas vidas. Insiste en que los episodios, los
acontecimientos y los diferentes estilos de estos tres libros convergen en la
búsqueda del sentido de la vida porque están elaborados con trozos de vida, de
experiencia, de sensaciones, de pensamientos y de sentimientos. Todos hemos
escuchado que la literatura nace de un choque del interior con el exterior, por
eso la literatura está conectada, inevitablemente, con la vida.
Tras
esta lúcida presentación, cada una de las autoras tuvo la ocasión de hablar de
su libro y de leer algunos de sus pasajes.
Maritxé nos
habló de su andadura en el Club de Letras: cuatro o cinco años compartiendo y
aprendiendo que han dado lugar, entre otras producciones, a este poemario
publicado por la UCA que cuenta con las ilustraciones del propio José Antonio y
que ella denomina mi niña.
Retazos de otoño en primavera cuenta
con dos prólogos escritos, respectivamente, por Josep Lluís Abad –hermano de la
autora- y Edgardo Benítez, escritor latinoamericano. Sus poemas están contenidos
en ocho apartados que van desde “De la A a la Z” hasta “Retorno”. La lectura de
algunos de estos poemas nos transportó a las sensaciones de cada estación del
año, a la imagen de la mujer libre y respetada, al reconocimiento de la figura
paterna, al amor inseparable de la ternura, a la vida que fluye como el agua en
el ancho mar. Y es que la voz poética y rotunda de Maritxé nos hace viajar por todos
los sentidos, nos empuja a bucear en las emociones y en los sentimientos más profundos
y nos atrapa en un torbellino de aromas, de colores, de músicas y de danzas.
Carmen
nos explicó cómo surgió la idea de
publicar Despertando a mi nueva vida, libro que aglutina una serie de artículos
publicados en su blog mividaconlafibro. Nos
cuenta que este libro nace de su propia experiencia vital cuando, hace ahora
trece años, le diagnosticaron fibromialgia. Nos cuenta su propio recorrido por
esta enfermedad que comienza con un diagnóstico lento y complejo que le hace
darse cuenta de que sufría los mismos síntomas desde que era pequeña, y que culmina
con los cambios que supusieron para ella y para su entorno la necesidad de
adaptarse a una situación totalmente nueva. Para que entendamos mejor esta
enfermedad, incluida en la lista de enfermedades
raras, la autora aclara que no se trata de una neurastenia y añade: 'antes nos denominaban o nos llamaban locas o
neurasténicas, y que la depresión que arrastramos no es el origen de la
fibromialgia, sino uno de los muchos síntomas que produce la propia enfermedad'. Ahora bien, la posibilidad de tener un origen neurológico,
contemplada recientemente, puede suponer un avance en la búsqueda de una cura.
Con
un lenguaje claro y directo, la autora nos va narrando, a lo largo de cuarenta
y cinco relatos breves, su día a día, como si de un diario se tratase. Para
ilustrar sus textos, acude a suculentas citas que van salpimentando el
argumento dándole un toque sustancial a cada historia. Dinámico y entretenido,
este libro autobiográfico está prologado por el catedrático José Antonio
Hernández e introducido por el testimonio de la psicóloga Teresa Victoria Gómez
y la presentación de la propia autora.
Consuelo
presentó su libro Recuerdos con
esa gracia natural a la que nos tiene acostumbrados, a la par que disfrutaba de
la compañía de parte de su familia que había venido a acompañarla y de la que
ella misma, nos decía, se sentía muy orgullosa. No en vano, muchos de sus
relatos están conectados con vivencias familiares. Pero no se queda la autora
en la mera anécdota personal, sino que hace un retrato minucioso de la sociedad
de su época, llevándonos de la sonrisa a la reflexión, y viceversa. Su lenguaje,
claro y preciso, sin subterfugios, nos envuelve en una atmósfera encantadora y
encantada que nos atrapa sin ambages. Por eso, cuando la autora nos leyó
algunos de esta serie de episodios entrañables, provocó la delicia en todo el
público presente que, con un agradable sabor de boca, se quedó con ganas de
seguir escuchándola.
Un vez hechas las tres presentaciones,
le tocó el turno de intervención a los asistentes,
que hicieron preguntas a las autoras y establecieron un animado diálogo con las
mismas.
Como broche final, José Antonio
repitió el mensaje de la
trasparencia de la vida: la literatura que no sale de la vida y que no va a la
vida, no es literatura.
Hay
que vivir intensamente: con la esperanza, con las ilusiones, con el temor, con
las luces de la inteligencia y –sobre todo- con el Amor.
Tenemos
que estar atentos a lo que ha pasado, a lo que está pasando y a lo que va a
pasar. El futuro tiene mucho que ver con nosotros porque, en gran medida, lo
construimos nosotros mismos.
Por
eso, tenemos que edificar proyectos de una vida diferente, de una vida más grata,
más amable y más feliz, con todas sus dificultades, digiriéndolas. Porque
tenemos el poder mágico de transformar el dolor en vida, lo malo en bueno.
Si
la literatura no nos sirve para vivir de una manera más intensa, no vale la
pena. La literatura consiste en leer, en interpretar y en vivir la vida.
Luisa Niebla
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