ANTONIO MACHADO EN BAEZA
Herido de dolor
y soledad
llegó Antonio a Baeza
para olvidar.
Llevaba en sus alforjas
algunos versos,
maceraba en el alma
su desconsuelo.
De Castilla venía
este hombre bueno
con un luto implacable
dentro del pecho.
Vino a enseñar francés
en este pueblo
de casas señoriales
y jornaleros.
Era Machado un hombre
desaliñado
su corazón, en cambio,
era un milagro.
Le cantó a la nostalgia
de Andalucía
y a un patio de
naranjos
de su Sevilla.
Le cantó a las
costumbres
que hacen su tierra
un lugar de esperanza
y de tristezas.
Le cantó a los olivos
de esta Baeza
que rezuma memoria
entre sus piedras.
Era Antonio Machado
noble y leal,
poemas escribía
para olvidar.
Si visitas Baeza
escucharás
como lloran sus versos
de soledad.
Ramón
Luque Sánchez
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