Sentándose a escribir todas las mañanas como se llega a ser escritor. Aquellos que no lo hacen siempre serán aficionados.
GERAD BRENAN
SIN TRISTEZAS
A mi
querido amigo Cristóbal
Francisco Herrera López
Nadie te espera, estás solo, aunque te engañes, aunque lo
creas
estás solo, tú ayer y tú hoy y también el mañana,
tus pensamientos, tesoro íntimo y sabio.
Mires por donde mires, estás solo
como vías de trenes olvidadas,
como esas piedras calladas que pisas
con menos fuerzas y no lo ignoras.
Sabes que el reloj— maldito reloj— corroe,
tratas de disimularlo
con una capa de barniz cada mañana
o con cierta indiferencia hacia ti mismo.
Lo sabes, quedamos en el olvido, que más da
entierro, misa, tres días, dos amigos ¡qué bueno era!
y si te vi, no me acuerdo ¡somos así todos!
esto y mucho más y lo sabemos.
Solo nos queda escribir
tanto como nos permita el tiempo
sin vanidad ni reconocimientos ¡para qué!,
nadie nos puede impedir escribir,
llevar esa llama — antes volcán— al papel
o a los demás,
como hace cada día nuestro querido José Antonio.
10 de Enero, 2025
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