Club de Letras UCA (Cádiz, Jerez de la Frontera y Algeciras)
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viernes, 21 de enero de 2022

BREVE Y PROFUNDO: Ramón Luque entrevista a ROXANA XAMÁN

 



BREVE Y PROFUNDO: ENTREVISTA A ROXANA XAMÁN

Ramón Luque Sánchez


La vida siempre es una invitación al descubrimiento y a la aventura.  Eso debe de pensar Roxana Xamán, nuestra entrevistada. Nacida en Mazatlán, Sinaloa (México), es licenciada en Filosofía y Ciencias Sociales, aunque amplia estudios tanto en Cádiz (España), como en Sussex (Reino Unido). Actualmente estudia el Doctorado en Creación y Teorías de la Cultura (UDLAP). 

 

P.- Roxana, ¿qué te lleva a venir a España a ampliar tus estudios?, ¿qué te ha aportado la Universidad de Cádiz en tu formación?

R.- La costa de Cádiz fue un sitio que me eligió la vida, por azar, pero del que me enamoré inmediatamente. La UCA me enseñó y me sigue enseñando con mis amigas y amigos de El Club de las letras que escribir no es fanfarronear ni fingir ser el más leído de la mesa, que el verdadero escritor es quien tiene un interés por unir las palabras, una a una, hasta llegar a un verso o un personaje y tiene el gusto de compartirlo. Eso no lo había visto yo visto antes.

 

P.- Mirando tu currículo, veo que tienes numerosas titulaciones universitarias, además, obtenidas en distintos países. ¿Por qué hay que salir al mundo para completar nuestra formación?

R.- No sé si haya que “salir al mundo” necesariamente, en el sentido de cambiar de continente. Salir al mundo, a veces, es simplemente abrir la puerta de tu casa y platicar con la vecina de enfrente. A mí convivir con otras culturas me ha ayudado a verme con ojos más claros y reconocer a otras personas, lo valioso de sus diferencias, lo interesante de tantas similitudes.

 

P.- En 2018 obtienes la prestigiosa beca Chevenig, lo que te permite estudiar en el Reino Unido. ¿Qué crees que vieron en ti para que te distinguieran con tan alto honor?

R.- Lo más duro de solicitar una beca es seguir el proceso hasta el final. Implica inversión de recursos: tiempo, dinero, mente. Hay que sobresalir, y creo que en este caso eso significa que hay que coincidir. Una es lo que es, no puedes cambiar de un día para otro por una beca. Entonces vas y esperas que eso que eres le parezca valioso y le interese a la persona que tienes enfrente, quien evalúa. Yo insistí, como sigo insistiendo, que la literatura tiene el potencial de mejorar las condiciones de vida concretas de las poblaciones y que a mí me interesaba dedicar mi vida a hacer ese trabajo.

 

P.- ¿Cómo y cuándo descubres que quieres dedicarte a esto de la Literatura? ¿Cuánto hay de reivindicación y cuánto de sueño en esta decisión?

R.- Abrí un libro de poesía de mi bisabuelo unas vacaciones de diciembre en el bachillerato y lo tomé como reto: “Si él pudo escribir, yo también.” Siempre vi a los escritores como genios inalcanzables, poco humanos, pero en ese libro estaba mi apellido y los versos de alguien que era normal, con mis mismos genes, que había vivido en la misma ciudad que yo. Eso liberó la literatura para mí. Sentí que tenía derecho a escribir, en ese sentido pudo llegar como reivindicación. Es enteramente un sueño, que materializo en formas diversas, pero sigue siendo un sueño.

 

¿Por qué escribes?

R.- Para soñar. Para darle vida a historias o imágenes que de otra forma no existirían.

 

P.- Dime un par de escritores de los cuales te declares deudora. ¿Por qué?

R.- Marguerite Duras es la primera escritora que me sedujo más allá de un libro y que me mantuvo interesada por años. Le debo también a Rafael Guillén y su “Balada en tres tiempos para saxofón y frases coloquiales”. De él no he leído más y, por lo pronto, me es suficiente.

 

P.- Poesía, relato, novela, ensayo, artículo periodístico… ¿Dónde hay que encuadrar tu obra literaria? ¿En qué te sientes más cómoda?

R.- Empecé con poesía y ahora me enganché con el relato. Ambos se complementan y de ambos me falta mucho por aprender. Sigo ensayándolos con mucha ilusión y entusiasmo.

 

P.- Eres cofundadora del proyecto literario Quinto Derrotero (2014-2015), fundadora de la revista Ancona de la Universidad Politécnica de Sinaloa (2018), directora de los proyectos de difusión de narrativa y poesía El Tintachero (2013-2015) y Palaba Lab (2017-2018). Como vemos, tienes múltiples campos abiertos, todos relacionados con el mundo de la cultura y la Literatura, ¿qué te aportan este activismo cultural y qué aportas al mismo?

R.- De estos proyectos algunos siguen vivos, otros ya cerraron su ciclo. La literatura tiene que salir del texto impreso para volverse vida, para eso tienen que ser leídos, escuchados, vividos. Creo que si algún aporte he hecho es permitir que textos literarios, lo que alguien alguna vez pensó como un poema o una historia, se encarne en la vida del público.

¿Para cuándo tu primer libro? Imagino que proyectos debes tener muchos.

R.- Al final de este 2021 espero materializar un libro que tengo años imaginando: “Elvira y las notas luminosas”. Es un libro para niños y niñas, una historia ubicada en la costa de Cádiz. Quiero que sea el primer libro de mi proyecto editorial. Y si El Club de las letras y el comité evaluador lo considera valioso, que este primer libro sea en coedición con este espacio de la UCA, para reforzar y alimentar nuestro vínculo.

P.- Sin pensarlo dos veces, di el nombre de un libro, un poema y un pensamiento que te acompañen en la vida.

R.- Edna St. Vincent Millay y su poema Love is not all. 
 
“Love is not all: it is not meat nor drink […] 
Yet many a man is making friends with death
Even as I speak, for lack of love alone.”

 

El amor, que mi buena amiga Majo Cuétara anotó con tanto tino, está en la amistad, en la familia, en muchos lados, y la pareja, a la que de pronto no habría quizá que darle tanta centralidad. Yo lo encuentro también en la literatura.

 

P.- ¿Qué ha significado el Club de Letras en tu trayectoria literaria?

R.- El Club de las letras ha alimentado mi persona y mi literatura por diez años ya. Ha significado definitivamente un parteaguas en mi trabajo literario. Este último año las sesiones en línea me permitieron volver a compartir el espacio en tiempo real. Uno de mis textos trabajados en el taller fue seleccionado ganador y aparecerá en la IV Antología de Escritoras Mexicanas de la organización Escritoras Mexicanas. Tener ojos serios y críticos que me lean con cariño y entusiasmo, ese es un elemento que agradezco de El Club para mi persona y mi escritura.


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