63.- Gracias
Al poner fin a estas reflexiones
-elementales e incompletas- sobre algunos de los valores que, a mi juicio,
hemos de cultivar para lograr ese “nuevo humanismo” demandado por algunos
sectores de la sociedad actual, me limito, simplemente, a daros las “gracias”.
Esta palabra, biensonante y grata, posee amplios, variados y ricos
significados. Si para los creyentes designa ese regalo que nos hace hijos de
Dios y que, por lo tanto, constituye el fundamento de una profunda fraternidad,
a todos los demás hablantes nos sirve para expresar nuestra respuesta cordial
por los favores y por las atenciones recibidos. Es una de las expresiones que
más contribuyen a aumentar el bienestar personal, familiar y social.
Os doy las gracias, en primer lugar,
a los responsables de esas páginas Web que me han regalado -de manera “gratis y
graciosa”- la posibilidad de dirigirme a vosotros, mis los lectores. Creedme,
por favor, si os confieso que habéis sido vosotros –alumnos, compañeros y
amigos- los que, con vuestras estimulantes preguntas, con vuestras agudas
críticas y con vuestros atinados comentarios, me habéis señalado los asuntos y,
a veces, hasta me habéis dictado las palabras. Gracias.
A partir de hoy, todos -vosotros y
yo- descansaremos, durante unas cortas semanas, de estos rollos tan teóricos y
tan pesados, pero, tras unas breves vacaciones, reflexionaremos, por ejemplo,
sobre “Las claves del bien-estar”.
Un tema que, sugerido por muchos de vosotros, está relacionado con el
“bien-ser”, con el “bien-pensar” y con el “bien-sentir”, y, de una manera más
concreta, es un asunto que tiene mucho que ver con las cuestiones que más nos
preocupan como, por ejemplo, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, los
dolores y con los placeres, la familia y los amigos, la riqueza y la pobreza.
Un abrazo cordial y agradecido.
5 comentarios:
Por qué lo eliminas. Te aseguro que agradezco las críticas. José Antonio
¡Vaya! Pues ha sido por error, en realidad hice un comentario al que intenté corregir el texto y se ve que al eliminar el primero he eliminado los dos. Venía a decirle que es un verdadero placer haber leído sus reflexiones, con lo que la satisfacción es mutua, que las redes están muy desacreditadas pero las salvan mensajes como los suyos, transmitidos con voz calmada. Ya ve, el error no escondía una crítica pero le aseguro que la haré el día que esté en desacuerdo con sus palabras. Antonio.
Querido profesor...¡qué gusto poder agradecerte una y otra vez ese mutuo compartir de la vida que nos acontece a través de tus reflexiones que ponen ese punto sereno... ese equilibrio entre lo exterior y lo interior!
Abrazos como mares sin orillas en la espera gozosa que acorta distancias,
Maritxé ;)
Me parece muy sugerente el dibujo que encabeza el artículo: el brazo alzado con elegancia me transmite un júbilo sereno, los ojos dulcemente cerrados me invitan al silencio interior y la cabeza levemente agachada me habla de una sencilla humildad. ¡No puede hacerse un retrato mejor de la gratitud! Gracias por el regalo, valga la redundancia.
Publicar un comentario