Notas Mías "Ante la corrupción" es parte de la serie de artículos de pensamiento, unos publicados y otros no, escritos para nuestra revista Especulum no para mover al sentimiento sino a la razón, y está realizado bajo mi idea de que la guerra no es solamente una sucesión de actos violentos, que también, sino más bien la aplicación sistemática, metódica y organizada de la maldad para alcanzar finalidades y objetivos.
Ante la corrupción
que corroe los sistemas políticos y de gobierno, se puede pensar que ningún
partido se salva. Puede ser cierto, pero difícilmente lo es en Europa. No
obstante la responsabilidad es colectiva: de los gobiernos y de los ciudadanos
gobernados. Se debe legislar y hacer cumplir la Ley, para que, si no son los
grupos sino las personas, la responsabilidad sea individual. Y la ley debe ser
justa, legal, eficaz, rápida e implacable. De lo contrario, las democracias
occidentales desaparecerán, y con ellas las libertades, derechos, seguridades y
progresos sociales y económicos, quizás a manos de totalitarismos, populismos,
movimientos religiosos o de cualquier “iluminado”. Entonces los que tengan “el
Poder” ideológico, económico o militar, impondrán su voluntad y obraran sin
cortapisas ni frenos, en pos de sus intereses y no del de las mayorías.
Entonces se creará la suficiente frustración, sufrimiento y desconsuelo como
para que la gente elija y prefiera el ¿quizás iluso? sacrificio que supone la
revolución, la guerra y la destrucción, para intentar conseguir y crear la
democracia que tan absurda y neciamente se dejó escapar.
Miguel Ángel Pérez y Pérez
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