Café de redacción – Café Hotel Atlántico. 21 de mayo de
2019. Cádiz Capital. 18:00Hrs.
Esta reunión se cocinó por tres años. En este tiempo
estuvimos yo en México y el Reino Unido, ellos en España y otros lados, aquí y
allá haciendo cosas alrededor de la literatura, cada quien a su modo y con sus
formas. Estamos en este café, frente al mar de Cádiz, compartiendo nuestras
experiencias, nuestro trabajo, de la literatura que es también nuestra vida.
“No es un simple taller de literatura”, dice José Antonio
Hernández, quien como fundador y convocante del taller, configura nuestro estar.
Me parece impresionante estar aquí otra vez, escuchando estas palabras.
Reconozco que si acudí a una segunda, una tercera, una cuarta sesión de El Club
de las Letras, y más, fue porque justo no era un simple taller de literatura.
No es el objetivo ir tras la corrección de un texto para llegar a una forma
correcta, porque no hay formas correctas pero sí las formas de aquella o aquel,
la forma que cada quien decida como correcta: la forma propia. “Quieren
descubrir su perfil”, dice José Antonio, y la búsqueda si es posible, se
declarará de esas que van a llevarnos toda la vida.
¿Será el baile o la música lo que guía la vida? Para José
Antonio es el baile, que dice: es cuerpo, ritmo melodía. ¿En el flamenco,
existe uno sin el otro? Pienso en el baile que es más que movimiento corporal,
que es también una cadencia del habitar los espacios, una mirada, el ritmo al
tomar la taza y dar el sorbo al café. Escucho la música que el sitio ofrece: el
oleaje o un carro que pasa por la avenida del mar o la tesitura de voz cuando
algunos de nosotros hace un comentario.
A petición de José Antonio comparto algunos proyectos, y
debo confesar que es un sitio cómodo, hablar de lo que hago. Pero luego,
siempre, me arrepiento. Porque hablo mucho y puedo seguir y seguir. Compartí un
poco del trabajo con los alumnos de la Ingeniería en Animación y Efectos
Visuales de la Universidad Politécnica de Sinaloa, la Revista Ancona de la cual salió el primer número en agosto de 2018; de
cómo el proyecto de una revista implica un trabajo tan arduo que requieres ser
prioritario para llevarse adelante. En este caso, no ha salido el segundo
número y se entiende que quizá no fue prioritario para los alumnos, que no hubo
una apropiación del proyecto. ¿O qué pasaría? Hablé de mi trabajo con la Red CEIWYNA , con
profesores y comuneros, la colaboración con ellos como parte del grupo de
trabajo del Programa Indígena Intercultural, del ITESO. Hablamos de la poesía
en lengua, cómo podemos ahora acceder a esas voces potentes. Aquí dejo el link
para leer a Enriqueta Lunez y a Celerina Patricia Sánchez. Llegamos al tema complejo del género, el papel de la
mujer, aquí y allá. Luisa Niebla nos compartió una idea muy valiosa: Reconocer
que aquí en la ciudad como mujeres tenemos que hacernos cargo también de una
labor de hogar, que estas diferencias de género las vivimos aquí y allá.
Obviamente, en circunstancias distintas, eso no se niega. Pero ni aquí todo
bien, ni allá todo mal.
Manuel Bellido nos comparte que publicó su libro Cita en Trafalgar. Enrique Rojas nos habla de sus libros de poesía, entre
ellos Alma sin Licencia, así como la exposición conjunta con Leonor Montañez La
imagen escrita, en el restaurante La
Alhóndiga en San Fernando, donde conjuntan fotografía y poesía. María del
Carmen Rubio nos comparte su libro El juego inevitable. Antonio Díaz nos habla de su reciente publicación La memoria en llamas. Mercedes del Pilar Gil Sánchez compartió cómo la
insistencia de su nieto la llevó a iniciar el blog Cuéntame un cuento abuela, también sobre sus publicaciones juveniles y para niños,
como Las vacaciones que iluminaron mi vida. Luisa Niebla habla de la escritura como una necesidad,
la poesía y los cuentos; detrás de esa voz está el trabajo editorial constante
en Speculum, la Revista del Club de las letras, aunque ella no la
menciona; igualmente Agustín Fernández Reyes, quien en su labor de gestión en
el Club de las Letras permite los encuentros y la comunicación entre los
miembros de El Club.
Finalmente, como advirtiendo el desenlace: José Antonio
habla del silencio. Y vamos después a despedirnos, a hablar más, a compartir
con cierta rapidez los datos que creemos necesarios para volver a encontrarnos,
a la distancia, pero seguir compartiendo los libros, la literatura, las
palabras. Después, en el silencio saborearemos las letras de estos tres años en
forma de libro, de voz en el recuerdo o de lectura en un blog; en el silencio vendrá
el aroma del nuevo café y el recuerdo de las sonrisas, el espacio que hicimos
para compartir, con el cariño creciendo hasta que se dé el próximo encuentro.
Roxana Xamán
Nota de redacción: Asistieron al encuentro Roxana Xamán, José Antonio Hernández, María Luisa Niebla, Mercedes del Pilar Gil Sánchez, Pilar Franco, M. Carmen Rubio Bethancourt, José María Córdoba, Antonio Díaz González, Leonor Montañés Beltrán, Enrique Rojas Guerrero. Agustín Fernández Reyes y Manuel Bellido Milla.
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