CLUB
DE LETRAS. Encuentro del viernes 12 de mayo de 2017. Algeciras.
Vídeo completo: https://www.youtube.com/watch?v=c-QKx1RKRIc
El
fin de curso comenzó a las tres de la tarde, cuando nos reunimos en la parada
del autobús que nos llevaría a Algeciras, a la Fundación José Luis Cano, donde
tendría lugar el último encuentro de este curso. Nos unimos a los compañeros de
Cádiz y Jerez. Por el camino nos saludó la lluvia y luego brilló el sol entre
las nubes de una tarde fresca, alegre y entrañable.
A
la hora convenida nos saludó nuestra compañera Josefina Núñez, acompañada de
José Manuel Vega, el Prof. Hernández Guerrero y Juan José Téllez, periodista,
narrador y poeta a quien se le dedicaba el encuentro, dentro del marco de la
Feria del Libro de la ciudad.
Un
poema suyo cantado por Paco Cifuentes dio paso al acto literario. Manuel Vega, agradeció nuestra presencia, la de los
representantes municipales y los distintos colectivos culturales de Algeciras,
para decir que no hay olvido cuando hay
corazón, aludiendo a lo especial que es este lugar y sus alrededores para
el Prof. Hernández Guerrero. Luego dio la palabra a Josefina Núñez, que reflexionó
sobre la naturaleza de la literatura, tomando como ejemplo una obra de
Alighiero Boeti, un lienzo hecho con letras y colores, donde figuraba la palabra vuela, lo escrito permanece. Escribir lleva el sentir, dijo, el conocimiento aprendido y la simpatía de
quien escribe. Explicó que las letras sugerían su tratamiento con habilidad
y delicadeza, combinándolas en tiempo y cultura, cosiéndolas como un bordado.
Terminó su intervención aludiendo a Juan José Téllez, a su aportación literaria
como un estímulo, orientación y enriquecimiento, impulsada por su narrativa
pasada y presente. Seguidamente intervino el Prof. Hernández Guerrero, quien se
refirió a Juan José Téllez como uno de los nuestros, porque no somos un grupo cerrado. Lo definió como un exquisito poeta, escritor de raza y
periodista libre que practica la escritura como herramienta para vivir de una
manera plena. Sin ser dogmático ni ortodoxo, habla desde el borde de la duda.
Sugirió que nosotros hemos de hablar como
un borrador que tuviéramos que corregir de manera permanente, donde cambiar
tiempos y espacios para hacerlos más humanos, apacibles, habitables y
confortables. A continuación planteó si la literatura es una broma o un
desafío permanente y terminó su intervención volviendo de nuevo a Téllez, quien
experimenta, siente y vive la literatura igual que el filósofo o el asceta.
Le pidió que aceptara nuestra gratitud, amistad y cariño. La vida, concluyó, es más
interpretada y elocuente que los textos.
Foto de Juan Moya (Algeciras)
Llegó
el momento de nuestra aportación literaria, de tema libre en su mayoría, textos
muy elaborados y emotivos, sobre todo los que se inspiraron en la obra de Juan
José Téllez. A su término, tomó la palabra. Habló con emoción y agradecimiento.
Tras definirse más vividor que escritor señaló que el pensamiento del ser humano es el corazón y la literatura es una
conversación con uno mismo y con otro. Afirmó mantener una actitud vital
ante la vida. Se refirió a la lectura como lo
que nos hace ser escritores porque escribimos lo que no encontramos en los
anaqueles. Los textos nos hacen recordar lo fundamental de la literatura, que
nos sirve para crecer.
Finalizó
el encuentro. Al salir nos reunimos en un local cercano donde esperamos el
momento de la partida. No fue triste porque en todos nosotros brillaba el
destello de la ilusión por el reencuentro. Noviembre está a la vuelta de la
esquina del otoño.
Nos
vemos allí.
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