No
oigo violines
¿Son
trompetas?
¿Lamentos?
¿Mi conciencia?
¿Y
mis oídos, están sordos?
No
oigo violines
ayer
inmensa dulzura
paraíso
de sonidos
sinfonías de ensueños
o
¿eran mentiras que inventamos?
No
oigo violines
discurrimos
en cruel silencio
recuerdos
acercan los sentidos
una
memoria que discurre
entre
olvidos y nostalgias.
No
oigo violines
es una orquesta desafinada
de
trombones y saxos
acompañan
las tragedias
a
humanos que padecen.
No
oigo violines
mis
manos están atadas
no
derriban muros de conciencias
y
no puedo olvidar nuestra historia
no
quiero olvidar mi infancia.
No
oigo violines
su
lejanía que me asusta
y
la esperanza de volver a escucharlos
como
una quinta columna de seres indefensos
que
buscan paz, cobijo y pan, sin violines.
Francisco Herrera López
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