PRESENCIAS LITERARIAS DE LA
UNIVERSIDAD DE CÁDIZ
LEILA GUERRIERO
(entrevistada por la profesora NievesVázquez)
Cádiz, Aulario Constitución 1812, 16
de Enero de 2025
Desde 1995 se han celebrado ya 227 ediciones de las Presencias Literarias
organizadas por el Servicio de Extensión Universitaria de la UCA, 227
conversaciones públicas entre entrevistadores y escritores a las que hoy se
suma Leila Guerriero. 30 años ya, todo un logro en este tiempo donde hasta las
mejores iniciativas tienen una vida efímera. Nuestro Club de Letras se
incorpora a este proyecto con la presencia activa de varios de sus miembros en
este salón hoy abarrotado.
Nieves Vázquez, en su papel de conductora del acto y entrevistadora,
presenta brevemente a la periodista y escritora argentina, comenzando una
charla a partir de la presentación que siempre inician los audios de la
periodista en la radio: “Soy Leila Guerriero, soy periodista, vivo en BuenosAires”
¿Qué es
ser periodista?
Contar a la gente cosas que
merecen ser iluminadas por un foco, dar voz a quién no la tiene, relatar
pequeñas historias que de otra manera pasarían desapercibidas. Guerriero
reconoce que no tiene intención de cambiar las cosas, sólo de contarlas.
Modestamente, no aspira a tanto, aunque presentarnos esas realidades a veces
terribles es -sin duda- el primer paso para combatirlas. A veces también en sus
entrevistas busca pequeños destellos, detalles ocultos de personas muy
conocidas.
A sugerencia de la entrevistadora, la periodista aborda un
amplio comentario sobre su obra “La llamada”, el retrato vital de la
también argentina Silvia Labayru, que en los años 70 fue una joven militante de
la organización armada “Montoneros”, detenida, torturada y abusada en ese
centro del horror que fue la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires.
“La llamada” es un ejemplo de su trabajo (también se mencionan otros
como “El rastro de los huesos” sobre los desaparecidos o “La otraguerra” sobre el conflicto de Las Malvinas, “Instrucciones sobre laTeoría de la gravedad”, una visión muy particular sobre los sucesos de la
vida cotidiana o “Los suicidas del fin del mundo” sobre una serie de
suicidios de indígenas de la Patagonia.
En todos intenta acercarse a los
entrevistados sin dejarse llevar por los prejuicios -ni positivos ni
negativos-, evitando en lo posible compartir el dolor ni quedar fascinada por
las genialidades de las personas sobre las que escribe, para poder mostrarnos
sus vidas con todas sus aristas, sus luces y sus sombras desde cierta
distancia.
Leila Guerriero se define como adicta a
escribir, una persona que tiene la necesidad de relatar historias por puro
placer. Define a la escritura como un animal con el que se convive, un ser vivo
al que hay que cuidar, que a veces te da muchas satisfacciones y otras te
tiraniza.
Vives
en Buenos Aires...
En realidad Guerriero usa Buenos Aires
como un punto de referencia vital ya que pasa mucho tiempo viajando, desde
niña, con su padres en un viejo camión recorriendo Argentina con los colchones
a cuestas y viviendo pequeñas y grandes aventuras. El viaje es libertad, pero
también es soledad y desamparo, es acarreo de maletas y habitaciones de hotel.
También es desaparecer para desconectarse a veces durante semanas, sin atender
al teléfono.
Las
preguntas...
En la sala se levantan muchas manos y
el límite de tiempo no permite atender todas las preguntas.
- Hay interés
por conocer su opinión sobre distintos tipos de periodistas: los que tratan de
destacar más que la persona entrevistada, los que adoran al entrevistado,
adulándolo (“lamen las medias de los entrevistados”, en palabras de
Guerriero, o los que tratan de encarnar al ciudadano indignado con un enfado
impostado. Todas estas categorías salen mal paradas: le generan cierto
desprecio.
- También se
pregunta sobre las posibles imposiciones de los medios españoles para adoptar
palabras y giros de nuestro castellano, en vez de usar el habla argentina, que
Leila niega recibir y además no admitiría. Explica además que siendo la primera
persona latinoamericana que publica en la contraportada de El País entiende que
debe contar historias principalmente de su región, América Latina, ya que para
escribir sobre España sobran aquí muchos columnistas locales.
- Otra de las
preguntas trata de averiguar si una persona tan conocida sufre los rechazos de
algunos personajes públicos, y confiesa Guerriero que sí, que también ha sido
rechazada muchas veces a la hora de conseguir entrevistas. Un truco que suele
funcionar es recurrir a amigos o conocidos comunes que hagan que la persona
contactada se sienta segura por la mediación de alguien de su confianza.
Finalmente nos deja una sentencia de Thomas Mann, el escritor alemán que dijo que “un
escritor es una persona a la que escribir le resulta más difícil que a los
demás”.
Un fuerte aplauso interrumpe el agradecimiento y la despedida
por parte de la profesora Nieves Vázquez, que destacó por su hábil y discreta
dirección del acto.
Reseña
elaborada por Agustín Fernández Reyes.
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