El
amor
Es necesario romper el amor, hacerlo
añicos, deconstruir este concepto viciado, inventar -incluso- otra palabra y
recrear imágenes próximas para rendir culto a su esencia.
No somos libres para amar, nos atan
demasiadas cosas mundanas: el cuerpo, el apego emocional, la costumbre, el
comercio, la vanidad, la necesidad, la debilidad y la prepotencia. El amor
humano se halla en un estado de confusión que nubla nuestra consciencia. Por
eso, para que podamos sentirlo de verdad, es necesario que le quitemos todas
las capas conceptuales que le hemos confeccionado, lo desnudemos de adjetivos
y cultivemos su semilla en el cáliz de
nuestro interior.
Y es tan sencillo el amor, que no
tiene otra pretensión que darse para expandirse.
El único objetivo del amor es latir, latir eternamente, alimentar la llama que ilumina todo lo que existe para que podamos reconocernos -como en un espejo- y seamos, también, capaces de proyectarnos.
El amor es el motor de la vida y de la
muerte porque nos revela la verdad del mundo, del cielo y de la tierra, porque
nos permite recordar que todos somos uno y que la energía vital es
imperecedera.
María Luisa Niebla
1 comentario:
Me encanta eso de desnudar el amor.
Quizá en esa desnudez se encuentre la llave que nos abra la puerta de la felicidad.
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