Ha
pasado el ángel de la luz,
del
fuego abrasador,
de
la vida quemada de amor.
Se
expone ante nuestros ojos
un
ramaje sin ropa
y
el ambiente del otoño
avanza
con gran clamor.
La
frescura entra por los árboles
y
los vientos ábregos, acarician con ardor.
Las
hojas se tornan rojas y amarillas
¡Acrisolado
y poliédrico otoño!
este
es tu ansiado retoño.
Amarillea
octubre en su espesura,
Aparece
noviembre y se apresura,
y
los bosques se baten con galanura,
vistiéndose
de colores y belleza pura,
en un silencio sustentador.
Vicente Muñoz Jimenez
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