Acto de Inauguración del Curso 2018-2019. La Línea de la Concepción.
Ante
el estado de contingencia en el que vive sometida Europa, por los flujos
migratorios, (inducidos o exportados), gran parte de su tejido social ha
quedado polarizado en dos líneas de pensamiento y de sentimientos. Una de las
partes parece que se ha posicionado en ver solo un ángulo del problema, al
quedar impactados por los primeros clisés del drama, tanto por la forma en que
entran estas personas y sus consecuencias, como por las respuestas que desde
las instituciones europeas se les está ofreciendo.
La
otra parte, aunque inicialmente se posicionó de igual forma que la primera, al
constatar en su día a día, que esas personas que inicialmente fueron acogidas
con los brazos abiertos, al no poder integrarse como líquido en el recipiente
de acogida, empieza a crear sus propios mecanismos inhibidores de protección
contra nuestra cultura (guetos) se están empezando a posicionar en una actitud
menos tolerante y mas desconfiada tanto hacia estos colectivos como hacia los
dirigentes europeos y sus políticas descafeinadas.
Y
es preocupante, que esta tibieza o ausencia de respuesta institucional, esté
configurando un escenario distinto, con otra ética y estética distinta, en el
que la lógica, (no siempre del agrado de una de las partes), revelen un aumento
exponencial del extremismo ideológico, de una gran fragmento de la ciudadanía,
contra estas políticas y estas personas que buscan en Europa su paraíso
personal.
Al
final e igual que Sísifo, como sociedad europea nos podría ocurrir lo mismo:
estar subiendo por la montaña esa gran piedra que es la "migración"
para verla bajar y tenerla que subir de nuevo. Y mientras, ¿cuántas víctimas
quedarán en la tierra y en el agua?
Fernando Vázquez Mota
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