Adicta a tu duelo,
al vuelo que esquivas
vestido de Zambra
desnudando albricias...
Inducida boca
que arrastrada, grita
tu nombre de cráter
sin llama, sin fondo:
solo tus cenizas.
Atrapada letra
entre la morada
de tu gris desdicha…
Embaucada elijo
a tu nombre parco
serle fiel adicta.
Y convicta
en la cárcel seria
de tu mente tibia…
Herida de versos
de calles y grietas
soy el terciopelo
de un adiós que a poco
solo yo conservo
en mi cama fría.
Maritxé Abad
1 comentario:
Y se consumió en la feroz dureza de una vida tibia, casi fría, esperando que el tiempo empujara al viento que llega desde la calidez, la única posible, esa que traen consigo las pieles desnudas y fragantes como la brisa del mar.
Gracias Maritxé.
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