Inauguración Club de Letras UCA Curso 2018-2019. La Línea de la Concepción.
Imagen de Sede Fundación UIMP Campo de Gibraltar
Saludo inicial de José Antonio Hernández Guerrero, Director del Club de Letras de la UCA
Este
nuevo curso -queridas amigas y queridos amigos-, además de un reto, es una
ocasión, una oportunidad y una invitación: una ocasión para que aprendamos, una
oportunidad para que crezcamos y una invitación para que ejerzamos el oficio de
escritores.
Este
nuevo curso es un espejo en el que se refleja el lugar que ocupa la lectura y
la escritura en nuestras vidas, y nuestras vidas en la lectura y en la escritura.
Porque,
entre otros objetivos y tareas, a lo largo del curso mostraremos nuestros
valores y descubriremos nuestras deficiencias.
Cada
uno de nosotros tendrá que identificar lo que posee y lo que necesita: las
destrezas ya adquiridas y las carencias de las que adolece.
Para
lograrlo dirigiremos una mirada introspectiva a nuestro interior: necesitamos
escucharnos, preguntarnos y mirarnos con el fin de descubrir el significado
hondo de nuestras aspiraciones y de nuestras dificultades, de nuestros deseos y
de nuestros temores.
Pero,
además, necesitamos dirigir otra mirada a nuestro alrededor, a los compañeros
que, con otra voz, nos descubren horizontes insospechados.
El
Club de Letras es, además y sobre todo, un ámbito de convivencia.
Convivir,
como todos sabemos, no es sólo un medio para lograr el bienestar sino también
la finalidad.
Por
eso decimos que el Club de Letras, mediante la lectura y la escritura pretende
ayudarnos a convivir en un mundo complejo y dividido.
Proporciona
unas nociones, unos principios, y unos valores científicos, humanistas,
estéticos, literarios y éticos para mejorar nuestras vidas y las de los otros.
Todos
venimos a aprender: aquí no somos profesores y alumnos sino lectores y
escritores de palabras y de vida que nos proponemos
-
Seguir aprendiendo a conocer
-
Seguir aprendiendo a hacer
-
Seguir aprendiendo a aprender
-
Seguir aprendiendo a ser
Y
todo esto con mucha prudencia, modestia, esperanza, alegría y cariño.
Poco
a poco, cada uno ha de construir su propio modelo de escritor, ese lenguaje
auténtico que ausculta la vida y la conciencia, ese lenguaje que se alimenta de
silencios, ese lenguaje que, además, nos sirva para identificar las carencias,
los vacíos, los temores, todo eso que llevamos sobre los hombros y que nos
lastra el andar diario y que hace que perdamos el camino del bienestar y del
bienser. Ese lenguaje que descubre el prodigio hechizante del amor a las
personas con las que convivimos y conmorimos, ese amor que nos deja música,
blancura y luz de un mar inmenso en el que se refleja siempre el cielo limpio
de la esperanza.
Juntos
somos más lúcidos y más fuertes para elaborar ese modelo de la vida humana, del
amor, del tiempo, del espacio, de la amistad, del trabajo, del ocio, de la
palabra y del silencio.
Sí:
vamos a crear un modelo de mundo, un proyecto de vida de artesanía, vamos a
inventar, a contar historias ficticias y posibles.
No
nos reuniremos excesivas veces pero el tiempo, como todos sabemos, se mide
sobre todo, por su calidad.
Sí:
nuestra tarea consiste en crear ficciones, pero la ficción no es la mentira; no
trataremos de engañar ni, mucho menos, de herir o de hacer daño, sino de
vivir de hacer vivir cada segundo de la
vida.
Las
convicciones, las ilusiones, las esperanzas y los amores son realidades que
iluminan, que orientan, que aceptan y que transforman la realidad.
José Antonio Hernández Guerrero, Director del Club de Letras de la UCA
Sede Fundación UIMP Campo de Gibraltar
La línea de la Concepción, viernes, 23 de noviembre de 2018
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