BREVE Y PROFUNDO
Entrevista a: Ignacio Santos Carrasco
Por Ramón Luque Sánchez
Aparentemente, la vida es volátil e imprevisible, pero si fuésemos uniendo con líneas algunos de los acontecimientos vitales de las personas, veremos como a lo largo de los años hay inquietudes que se repiten con constancia, como si tuviesen voluntad propia, por eso no es una sorpresa que el Cádiz CF. juegue ahora mismo en Primera División o que Ignacio Santos Carrasco escriba poesía.
Ignacio, has sido maestro, psicopedagogo y, finalmente, orientador escolar. ¿En qué momento de tu vida decides que también quieres ser poeta?
R.- En el momento de mi jubilación es cuando decido expresar mis vivencias. Aunque la prosa me invita, es la concisión, la estética poética, su verticalidad y brevedad la que me atrapa. Poemas cortos, punzantes… provocar en el lector la reflexión.
Has empezado a publicar cuando ya eras una persona formada y con un gran bagaje de experiencias. ¿Qué te empuja a publicar y sacar una obra literaria a la luz?
R.- Lo que hago, trato de mostrarlo desde la humildad. Siento la obligación personal de invitar a mirar el mundo y su realidad de otra manera, a ver más allá de la propia complacencia o desvelar la belleza estética que subyace en lo sencillo, simple o cotidiano.
Naces y vives en San Fernando. ¿Qué es la ciudad para ti? ¿Te ha condicionado a la hora de escribir?
R.- La ciudad es como un espejo cóncavo a veces y convexo en otras, donde se aprecia la deformidad de un modelo social que altera su imagen según cada momento, ante la impasible mirada del común. - No me ha condicionado, hace tiempo me liberé de trabas, en ocasiones me ha ofrecido modelos para desarrollar ideas.
Por cierto, una ciudad cargada de grandes y fiestas acontecimientos históricos. ¿Con cuál te quedarías?
R.- Por relevancia, todo lo vinculado a papel en la guerra de Independencia y proceso Constitucional de 1810, que a mi entender no está puesto en valor.
¿Cuándo nace tu vocación por la escritura? ¿Hay alguna persona con la que te sientas deudor?
R.- El contacto humano con familias, profesores y alumnos de complejas patologías durante mis años de orientador escolar -veinticinco- alimentan la necesidad de expresar tantas vivencias (emociones, sensaciones, dolor, esperanzas…) contenidas. Ahí surge la necesidad y emanan los indicios de un futuro hoy realidad. En mi desarrollo personal existe una figura familiar que contribuyó de forma relevante a mi forma actual de vida, interés por la naturaleza, filosofía, artes en general y frontalidad ante la vida. Su súbita desaparición dejó sentida huella.
Como trabajador te has dedicado esencialmente a la enseñanza. ¿De qué manera ha influido este hecho en tu obra y en tu vida?
R.- La parte noble del sistema educativo está en los alumnos. Ellos son el verdadero motor, mi vínculo con aquellos que tienen alguna singularidad despierta un sentido compromiso, frente a la tibieza de la administración. Lo humano -lo poliédrico del ser-aquello que nos diferencia a pesar de la similitud, rezuma en mis escritos. La lucha por lo diferente, ante la indiferencia general, son objeto de atención de mis textos.
Detrás de un libro suele haber siempre una historia, ¿qué historia encierra en su interior tu primer libro: ”Tras una mirada. Poemas visuales”?
R.- Está obra propone una combinación de Naturaleza, Imágenes y Palabras. Con ellas establezco una experiencia sensorial, deleitarse con la sencillez y majestuosidad del mundo natural, a través de la exaltación de la sencillez, para adentrarse en lo más recóndito del alma humana.
Ahora aparece tu segundo poemario, que lleva por título “La alcoba del viento”. ¿Observas algún tipo de evolución entre estas dos obras?
R.- Son dos obras totalmente diferentes. Surgen de momentos y necesidades distintas. En ésta todo pivota sobre el ser humano, su sensibilidad, fragilidad... Es una mirada íntima, un confidente monólogo con nuestro mundo: el tiempo, la niñez, el amor, la memoria, el dolor… todo cuanto diga algo de ti, te hable, te invite a buscarte y verte. Es un vuelo rasante -interior y exterior- por las emociones.
Estamos hablando de poesía, pero con tu bagaje profesional seguro que has pensado en enfrentarte a nuevos retos. ? Qué otros géneros literarios te atraen y por qué?
R.- Me encuentro trabajando en un nuevo poemario que pretende ofrecer otra perspectiva complementaria a los anteriores. Respecto a otros géneros, me agrada el relato, y como deseo, dar cuerpo a una novela, cuyo argumento ronda de forma reiterada por mi cabeza.
¿No te has dicho alguna vez eso de zapatero a tus zapatos? ¿Qué te empuja a escribir y publicar?
R.- No, no lo he estimado. Mi formación, experiencia, vivencias e inquietudes son suficiente bagaje como para abordar estos proyectos, siempre desde el realismo más absoluto. - Escribir, es una forma más de vivir. La lectura, acceder a nuevas fuentes, observar nuevas tendencias… no son más que una manera de seguir enriqueciéndonos, a la vez que protegiéndonos del abandono y por qué no, tras dicha andadura, mostrarlo.
Sin pensarlo dos veces, di el nombre de un libro, un poema y un pensamiento que te acompañen en la vida.
R..- Amigo de Ana Merino, por su enfoque en la construcción de la novela. - Vietnam de Wislawa Szymborska, por su contundencia de la única certeza. - Pretendo vivir con intensidad cuanto acometo, aunque una mayoría de gente solo exista...
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