¡Qué bonitos textos hemos podido
compartir, leer y disfrutar durante este curso!¡Cuántos buenos momentos hemos vivido
en San Fernando, en Algeciras, en Cádiz
y Jerez, cuando celebramos el día de las letras, o cuando nos hemos reunido
para destacar a escritores de ayer o de hoy que han dejado su grano de arroz en
este arrozal literario a través de revistas, tertulias, y de sus libros!
La revista Speculum ha seguido su
trayectoria expresiva abierta a todos los países del mundo. Se edita con
formalidad y dedicación compartida, con ilusión y con compromisos de mejora, no
solo por el consejo de selección de la revista sino por los participantes y
miembros del club a través del esfuerzo formativo individual, actualizando sus
lecturas, repensando nuevas expresiones, metáforas y símiles poéticos, en el
contenido de sus producciones.
Por otro lado, el club se ha
beneficiado de exquisitos textos de reflexión enviados por nuestro profesor que
nos sumergen en el análisis de sus contenidos y en el posicionamiento personal.
También durante este curso se ha iniciado el blog del club de letras de la UCA
de inestimable valor que nos conecta con otros blogs y páginas webs de interés
literario.
Tampoco podemos olvidar el capítulo
de las reseñas bibliográficas que nos posibilitan el poder compartir los propios
descubrimientos literarios.
Si todas estas actividades por sí
sola son ricas en aportaciones, actualmente conforman una buena obra sumatoria,
con nuevas definiciones del vivir, con testimonios poéticos, con afán de
superación personal y literario por un grupo de personas que pertenecen a la
provincia de Cádiz y que reconocemos que sin el apoyo ambicioso, estimulador y facilitador
de Jose Antonio Hernández no hubiera sido posible, al menos de esta forma.
Y para terminar, una vez hecho éste breve
recorrido del curso del Club de las Letras, nos abrimos al poeta y escritor
Leopoldo de Luis, a través de la palabra de José Regueira, historiador, farmacéutico,
editor, cronista oficial de Jimena, Consejero de número del Instituto de Estudios
Campogibraltareños y hombre investigador e inquieto en el conocimiento de la
cultura Campogibraltareña.
Este acto de clausura se
dedica a Leopoldo de Luis (1918-2003), poeta, ensayista y crítico literario
cordobés, de contenido existencialista: “El
olor es un hilo de Ariadna que nos lleva de la mano fuera del laberinto".
Leopoldo de Luis, cuyo verdadero
nombre es Leopoldo Urrutia, considerado como un valioso representante de la
poesía de la post-guerra, un testimonio intencional de la realidad social de su
época, en la que nos encontramos con una población abatida y cautiva, explotada
por el uso de los prisioneros que hacía la dictadura -los batallones de trabajadores.
Leopoldo de luís nace en una entorno
intelectual y su hijo Jorge Urrutia igualmente desarrolla su espíritu inquieto
e intelectual. Catedrático y directivo del instituto cervantes. Fue hermanastro
de Paco Umbral aunque no coincidan los apellidos. Umbral escribió de él en un artículo
en el país:
“Leopoldo de Luis era de ojos
pequeños y maliciosos, nariz grande, boca inexistente, rostro un poco rojizo,
fácilmente alegrado, subido de color de la risa, y venía de sus oficinas de
seguros lleno de versos, de cultura, de conversación, de chistes malos y poemas
buenos. Escribía una poesía en la música de Miguel Hernández, hecha de
humanidad y socialismo, con gran sentido de verso, gran ductilidad lírica y una
melodía grata y honda, monótona y cierta, que daba gran calidad a todo o suyo”.
Su obra es variada. Si escribe
poesía, con hondura expresiva y pensamiento sereno, con inquietud existencial,
su producción como crítico literario es igualmente sobresaliente. Escribió
sobre los poetas de las generaciones del 98, 27 y 36; realizó una antología
sobre poesía social 1965 y sobre poesía religiosa, de gran valor histórico y,
destaca la recogida antológica de poemas
de su amigo Miguel Hernández. Sin duda, él ha contribuido a que el patrimonio
poético perviva y aumente.
Entre sus premios destaco el premio León
Felipe a los valores humanos y el premio nacional de las letras españolas en el
2003.
Sirvan de colofón estos versos, como
mejor emblema de su contenido existencialista:
“La vida
es una droga/que produce adicción, y bien mirado/más hubiera valido/no haber
sido felices”.
Josefina Núñez
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