La historia de la literatura
muestra, ensaya y fija continuamente las verdades universales conquistadas por
el hombre, indispensables para reconocer el mal y para encontrar el bienestar
social, familiar y personal ¿Son inamovibles las certezas? ¿Se puede contestar
a determinados interrogantes considerados enigmas insoslayables? –me pregunto.
El escritor, la escritora, a través de
los personajes, de las imágenes sensoriales, del uso de símiles y metáforas…, trasluce
sus propias concepciones de la vida, intentando calmar cierto desasosiego que
da el vacío de respuesta o la duda. El artista redefine, cuestiona, se postura
ante la vida, el tiempo y la muerte adoptando diferentes actitudes:
pesimista-negativa; optimista-positiva; borrada-arrinconada o,
realista-sensata. Lo conveniente es reconocer que la muerte y la vida se
acompañan mutuamente, de forma ineludible y que lo sensato y realista es
integrarla en nuestra vida, sacando el máximo de bienestar en nuestras
experiencias vitales.
El tiempo. ¿Cuál? ¿El pasado, el
condicional, el futuro…? ¿Qué concepción tenemos de él?...Maravillosas
manifestaciones de los compañeros que escribieron unos renglones rápidos sobre
él. –me encantaría poderlos compartir- pero no se grabaron, ni se han
reproducido. Maravillosos y profundos. ¡Lo que somos capaces de hacer en un
ambiente íntimo y estimulante!
Si nos fijamos en el tiempo pasado,
-García Márquez es un ejemplo excepcional- rescatamos sensaciones provechosas,
no sólo de la infancia sino de cualquier etapa evolutiva –en sí mismas ubicadas
en otra dimensión- o de eventos que parecían olvidados y que aparecen llenos de
riqueza sensorial y de enseñanzas rescatables.
El tiempo futuro es revolucionario
porque promueve proyectos impulsores de energía e ilusión, que nos facilitan el
movimiento hacia lo nuevo y asombroso, hacia lo desconocido. En cambio, el
presente, aporta lo bueno de la concentración y la limpieza del acto. Pero no
debe englobar el todo porque es instantáneo y transitorio, destruyendo nuestra
historia y nuestros anhelos. El tiempo debe recoger en el presente esa
conciencia de lo desandado y de lo que esperamos andar.
La aspiración del creador es la de
considerar la condición humana, la muerte, la vida, el tiempo, sus enigmas…de
forma original e inédita, evitando las obviedades y las repeticiones. No hay un
único estilo, pero sí unos principios que lo soportan. Entre ellos, está el uso
de las descripciones y explicaciones de las sensaciones a través del cuerpo de
la obra. El medio de expresar las ideas, sentimientos y hechos es dotar de
sensaciones la narrativa o la poética. Pero también mover la acción y la
sensación, en el tiempo, en el tiempo
narrativo. Tanto dotar de sensaciones como de tiempo al texto, aumentarán su
calidad.
Conclusiones:
-Conviene que reflexionemos y
fijemos nuestras propias concepciones sobre la muerte, la vida y el tiempo. En
general sobre la condición humana.
-Pidamos el cuadernillo de trabajo
“El arte de comunicar” a extensión@uca.es
-Inscribirse en el I Encuentro
interdisciplinar sobre bienestar que se celebrará en abril 2017.
-El reto del escritor debe dirigirse
hacia lo que quiere decir, de forma original; dotar al texto de sensaciones
–sentidos- ; dotar de tiempo al texto;
introducir preguntas como recurso; plantearse estructuras
morfosintácticas diferentes para elegir la más precisa; leer el texto o poema en voz alta para sentir
su armonía y poder mejorarla si conviene –discurso accionado-, hacerlo
entendible, aportando contenidos cercanos –no obvios- del poema.
Josefina Núñez, 9 de diciembre de 2016.
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