Presentación de Sobre mis pasos, poemario de Carmen Rodríguez López

El pasado día 31 de marzo se presentó el poemario Sobre mis pasos, de Carmen Rodríguez López, dentro de las actividades del Club de Letras de la Universidad de Cádiz en el aulario de su edificio Constitución 1812.

Algunos asistentes leyeron la presentación del poeta Ramón Luque, también miembro del Club de Letras que no pudo asistir al encuentro: 

Presentación de Ramón Luque (Fragmento)

Antes de nada quiero decir que me produce una enorme satisfacción presentar en esta tarde, ya casi invernal, un nuevo libro de Mari Carmen Rodríguez López, una mujer a la que profeso un profundo afecto y una enorme admiración. Es por su bondad natural, y también por su lucha tenaz por conseguir unos versos brillantes y vibrantes, y todo eso sin abandonar ese lirismo tan tierno y femenino que caracteriza su poesía. En unos tiempos dominados por una cierta dictadura del verso libre y por un dar la espalda a todo lo que ha supuesto la tradición poética española, Mari Carmen se ha empeñado justo en lo contrario, en dominar las estrofas clásicas, como son el romance y el soneto, y hacerlo, además, utilizando un lenguaje poético cargado de emoción, belleza e imaginación. Por eso puedo afirmar que la lectura de este libro que estamos presentando: EL UNIVERSO DE LOS SENTIDOS (SOBRE MIS PASOS) no dejará indiferente a nadie.

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Al pedirme Mari Carmen que presentara su libro,  me comentó que estos poemas eran como las flores de su jardín.  Yo me atrevería a decir que son la viva representación de su alma, que florece gracias a su sensibilidad, abonada con cariño y entrega. Hay en este jardín flores olorosas, otras que destacan por ser una instantánea de lo que es la belleza delicada y efímera, y otras que vienen cargadas de espinas, reflejo sin duda del sufrimiento que ha experimentado a veces nuestra poeta. Una persona que ha sabido transformar los malos momentos que la vida le ha deparado en experiencias líricas, casi místicas diría yo, en las que ha volcado su corazón atribulado. También sus deseos y esperanzas. Y es que este libro sabe mucho de intuiciones y certezas, de esperanzas y de reencuentros. La ilusión por superarse y crecer como persona motiva a Mari Carmen, que consigue sobreponerse a la desesperanza en busca de un bienestar espiritual que la haga plenamente feliz. Dice Mario Benedetti que “la poesía es el género de la sinceridad última e irreversible”, en este poemario así es, porque el conjunto de sus versos son una declaración de principios sinceros y honestos. Así es Mari Carmen Rodríguez López.

      Ramón Luque Sánchez    

Prólogo de Adelaida Bordés (Fragmento)

Se dice que las sensaciones que llevan a escribir un poema son inefables, es decir, ni el propio poeta puede explicarlas. Es el resultado de un proceso de reflexión que se transforma en versos destinados a emocionar. En la actualidad la poesía parece teñirse con un brumo de improvisación. Es lo que se desprende de los trabajos publicados por algunos autores contemporáneos de talento indiscutible, pero en los que aflora la confusión en que se encuentran tal vez por el afán de innovación, de rupturismo. Por eso resulta grato encontrar un poemario como el que sigue, donde se aprecia la lectura y la relectura de los clásicos, el rigor y el seguimiento de las reglas en el empleo del lenguaje.

Poeta vocacional, María del Carmen Rodríguez López no se ha dejado llevar por la impaciencia de la publicación. Desde sus inicios en el arte del ritmo y de la rima siendo muy joven, es ahora el momento en que decide revisar su trabajo para conformar el poemario cuyo título alude a su trayectoria, El Universo de los sentidos, el primer poema que abre la selección, su primer reconocimiento .Sobre mis pasos es, a modo de subtítulo, el paréntesis que aclara la senda que vamos a recorrer, un camino largo que empezó hace diez años con su primera publicación, Preludio de un sueño. La tertulia Río Arillo, a la que pertenecemos, fue la reunión que la arropó. Ocho años después vio la luz Desván de la memoria, en la que nos mostró el que cada uno llevamos, a veces sin reparar en él. Sin embargo antes de llegar aquí, antes de que sus sentimientos cayeran sobre el papel, dedicó ocho años de su vida al teatro. Historia de una escalera de Buero Vallejo es su trabajo más significativo, porque vivió la fantástica experiencia de hacer bolos, tan especial, emotiva e imprescindible para la forja de un actor. Con esta premisa resulta fácil y casi lógica su especial tendencia a la declamación cuando recita o lee sus poemas. Su voz, clara y definida seduce e impacta atrayendo la atención, motivando la reflexión.

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        Adelaida Bordés Benítez

Nana a un niño ya crecido

Mi niño duerme en los brazos

de su madre celestial.

Él ya no duerme en la cuna

ni en los brazos de cristal.

Sus ojos brillan felices

reflejando todo el mar

de un mundo de sentimientos

de ternura, amor y paz.

Mi niño no tiene madre

pero ella está en el cielo

y su cariño me envía

para que le dé consuelo:

Acúnalo entre tus brazos

y arrúllalo con calor,

que él presienta tu cariño

y que tú sientas mi amor…

Y en mis brazos cojo al niño

con mi maternal candor

y él cierra feliz los ojos

añorando aquella flor.

Y en mis brazos de coral

yo me emociono y sueño,

y le doy con mi ternura

todo el amor que presiento.

Y le canto muy bajito

meciéndolo entre mis senos.

Duérmete mi niño hermoso

duérmete mi amor del cielo

que yo te estaré cuidando,

que yo, velaré tus sueños.