Ya no soy un juguete entre tus manos
como en una de
esas coplas de posguerra,
ni mi corazón
lleva traje de nostalgia
cono en una
vieja canción francesa
Juan José
Téllez
Te hablé de la tristeza y omití
los cantos de sirena
que me sedujeron y que aún
habitan bajo mi piel.
Huérfana de tu tacto, de tu
mirada y de tu voz,
me recluí en la torre más elevada
del castillo.
Allí, soy inaccesible a la
incertidumbre
de ser o no ser tu princesa
y que nunca vinieras a
rescatarme.
Luisa Niebla
Algeciras, 12 de mayo de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario