Pseudo
– Anacreonte
(Época Imperial)
La
cigarra
Te felicito, cigarra,
cuando en la copa del árbol
bebes gotas de rocío,
como una reina cantando.
Tuyos son los nuevos brotes:
todos cuantos dan las plantas
y contemplas en los campos.
Amiga del labrador,
a nadie produces daño.
Apreciada por los hombres,
dulce nuncio del verano,
las musas te quieren bien,
y el mismo brillante Apolo
te dio el melodioso canto.
Ese honor es tu custodia,
ser arrullador y sabio.
Eres impasible, etérea,
Y casi a un dios te comparo.
Traducción
de Esteban Torre
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