Fotografía de Ignacio Escuín
Terminó la
temporada de cosecha y ya el sol, cansado, se enfurruña en otros pagos. Ya los
mares dejaron a nuestros pies su legado de sal. Ya reparte su sabor a otros
imperios. El otoño, de nuevo, es festivo en la bahía. Los esteros se disfrazan
de escamas, sapinas y salicornias. Todo está a punto. Bailas, lisas, doradas,
serranillos, anguillas, zapatillas, robalos, ahítos de vida, brillan en sus
giros y, ofrecidos, tornasolan las superficies dando gracias a los dioses. Hay
hombres recios que conocen el misterio. Sus risas causan lágrimas en garzas y
cormoranes. Señor de todos los tiempos, diosa de todas las criaturas, el
escenario está servido. Puede empezar el despesque.
Antonio Díaz González
Fuente: Patrimonio La Isla (https://www.facebook.com/search/top/?q=patrimonio%20la%20isla&epa=SEARCH_BOX)
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