26 DE MAYO DE 2017
El
viernes 26 de Mayo de 2017, a las 6 de la tarde, en la Biblioteca central de
la Universidad de Cádiz nos reunimos los miembros del Club de Letras de la
UCA para recordar a la poeta Gloria Fuertes en el centenario de su
nacimiento.
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El
acto comenzó con la bienvenida por parte del director de la Biblioteca, Sr.
Ricardo Chamorro, que agradeció al Club la organización del acto en estas
instalaciones y nos invitó a disponer de ellas siempre que sea necesario. A
continuación, Agustín Fernández, en representación del Club, dio las gracias a
su vez al director, reconociendo públicamente su magnífica acogida y total
disponibilidad, y dio paso a las intervenciones.
En
primer lugar tomó la palabra el director del Club, prof. José Antonio Hernández
Guerrero, que dirigió unas agradecidas palabras a nuestro anfitrión de
reconocimiento a su trayectoria personal y profesional, dando las gracias por
la actitud siempre acogedora de la Biblioteca. Después comenzó su conferencia,
que versó sobre la vida y sobre todo la obra de Gloria Fuertes, deteniéndose en
alguno de sus poemas que precisamente se refería a sus motivaciones y reglas a
la hora de escribir, y resaltando no sólo su más conocida faceta de poeta para
niños y niñas, sino también su interesante trabajo dirigido al público adulto.
Esta
intervención dio paso a las distintas lecturas de los miembros del Club, que
presentaron sus propios textos en el caso de Carmen Franco, Leonor Montañés,
Maritxé Abad, Manuel Bellido, Mª José González, Lourdes Torrejón, Antonio Díaz, Pilar Ruiz y Ramón Luque. Por
su parte, Luisa Niebla, Mª del Carmen de Castro y Agustín Fernández leyeron
creaciones de la propia Gloria Fuertes.
Terminamos
el homenaje a las 19:45 horas, cerrando el acto con la emisión de un video,
preparado por Antonio Díaz, con imágenes y poemas recitados de Gloria Fuertes.
Un
precioso final para otra tarde muy agradable dedicada a las letras.
LA
ESPERA (versos pueblerinos)
Por María del Carmen de Castro Cabrera
Aquí que me ves estoy
Con una rama en el pico,
Con una oliva en la rama,
Con la vida casi en vino.
Escribiendo como un monje,
Estudiando como un niño,
Trabajando como un tonto,
Observando como un simio,
Esperando como un huevo
A ser útil –pollo o frito—
ESPERANDO sobre todo
(¡Qué verbo tan socorrido!)
Vivir es la larga espera
De todo lo que ha nacido,
(que resulta un sin-vivir
De tanto esperar vivirlo):
Colocación, el empleo,
Que la beca, que el destino,
Ahora un viaje, luego boda,
Que nos quieran…luego un piso;
ascender, tener salud,
ser importante, ser rico.
Tener más…a ver si llega…
…pudiera ser…
…¡Si muriera fulanito!
Conocí a un camaleón que vivió
Como un bendito;
La ocupación de esperar,
No nos deja hacer lo mismo.
CARTA
DE PHILLYS
Por Antonio Díaz González
(Me he permitido
imaginar la carta que Phillys enviaría a un supuesto pretendiente de su
compañera Gloria)
A ver cuándo te enteras, necio amigo
de que mi Gloria es fruto como ostra
cerrada para ti
y que su almíbar no será elixir para los
dioses
ni para ricos, ni potentados,
ni toreros, ni futbolistas de fama,
ni comandantes ni generales,
ni siquiera para atractivos engominados
que
mercadean cuitas y besos
en saraos y romerías.
Quizás, si acaso
sería para algún loco desahuciado de
verbo afable
Y barba de tres meses y un día.
Con océanos en la mirada
Y en los hombros un naufragio
Pero no para ti
Y has de saber, necio amigo,
Que tu báculo no abrirá sus mares
Ni sus temblores de almíbar.
Y sabed, mi necio amigo,
que una palabra suya bastará para
sanarme.
LA
FORTALEZA DE GLORIA
Por Carmen Franco Sánchez
En la Gloria nació, y junto a una espada
vivió.
Entre labores y portales la niña creció.
Estudió con monjas de mala leche, y
entre antigüedades jugó.
Con sus zapatos descosidos y sin muñeca
con la que jugar,
no le dio otra vena que escribir y
trabajar.
No quería costuras, ni a niños cuidar.
Ella lo que clamaba era el fútbol y
conjugar el verbo “poemar”.
LA
VELETA
Por Leonor Montañés Beltrán
La veleta siempre parada pero nunca
quieta. Gallos, brujas, barcos, cigüeñas, búhos o sirenas. Gira que te
gira, siempre dando vueltas te bamboleas
en tu quietud. Sueñas con un viento huracanado que arranque tu pie clavado.
Sueñas con volar junto a bandadas de gansos que camino de otras tierras graznan
en los ocasos. Sueñas con arrancar las raíces que te agarran que no dejan que
tus pies puedan emprender los pasos. Quieres levantar el vuelo y alcanzar el
horizonte y asomarte a las montañas y esconderte por el norte. Curiosear por el
mundo, pasearte con derroche y acercarte exploradora visitando otros rincones.
Injusto vivir el tuyo sin posibilidad de moverte. Pregúntale al pajarillo que
sobre ti se pose, dile al búho trasnochador que te cuente de la noche. Llama al
cuco caradura y a los jilgueros veloces que se sienten a tu vera y te cuenten
con sus voces. Pide al aire que susurra que te describa los montes, que te
detalle los mares, que te hable de los valles, de los ríos y de los bosques.
Pide al herrero que te hizo que te suelte los anclajes, que ponga vela a tu
mástil, que la libertad te otorgue, que te conceda la dicha de emprender ese
viaje.
Por
Lourdes Torrejón Iglesias
Su
recuerdo siempre fue en blanco y negro, el televisor de mi infancia, no daba
para más, y su poesía– al igual que su imagen - me resultaba extraña y sin
sentido. Mi memoria de niña guardó aquella voz, el chaleco, la corbata y sus
versos en la categoría de programas infantiles.
No
volví a pensar en ella hasta la Navidad de 1998 cuando me regalaron un librito
rojo con letras doradas: Obras incompletas de Gloria Fuertes. Novena edición de
la seria y concienzuda editorial Cátedra. Qué raro - pensé- esta no es una
edición infantil. ¿Qué hace Cátedra publicando obras de esta autora?...
Me bastaron estos versos para
comprenderlo: “Es difícil rectificar en vidrio, acuarela o amor”.
NIÑA
SIN FIN
Por Maritxé
Abad i Bueno
Genuina la visión que haces de lo
cotidiano.
A escucharte me llevas desde la
portería,
la misma que frecuentas en tus
atardeceres.
Te vistes de cuento, te haces cuento y
flor:
absorta escucho tus aromas de risas cada
mañana.
Huérfana de abrazos siento tu poesía
cuando un ángel sobrevuela la cabecera
de tu cama
queriendo con ello mitigar la tristeza
que te acuna.
Despierta el amor en ti mariposas en tu
vientre
y nos cantas a la vida.
Las otrora salinas muestras de hambre y
espinas
nos dibujas de clamores al hervor de la
sangre.
Te acercas, no te ves, te ves, te veo,
creo en ti,
en aquello que desde tu sencillez, haces
eterno.
Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire
atrás
y yo quiero mirar adelante.
No me asustan la soledad y el silencio,
son los lugares preferidos de Dios
para manifestarse.
Mi eterna gratitud a los que me quieren,
siempre les recordaré a la hora del sol.
No puedo detenerme,
perdonad, tengo prisa,
soy un río de fuerza, si me detengo
moriré ahogada en mi propio remanso.
NIÑA
GRANDE
Por María José González Cid
La recuerdo, ancha de hombros con una
sonrisa perenne colgada de su cara, con las emociones a flor de piel, con una
risa contagiosa y siempre irradiando felicidad.
Hacía las cosas y los gestos pequeños,
imborrables. La negrura gris y la lluvia un festín inesperado.
Siempre me ha parecido muy difícil hacer
poesía, pero en ella todo parecía fácil.
Verdaderamente su aspecto físico
imponía, pero su dulzura arrasaba.
Gloria Fuertes que estás en todos y cada
uno de nosotros: Gracias.
AUTOBIOGRAFÍA
Por Gloria
Fuertes
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi
madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue
cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no
lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los
calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor
natural
como las que le dan a Pemán algunas
veces
Elegido por
Agustín Fernández Reyes
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"EN
BUSCA DE P A Z"
Por Mercedes del Pilar Gil Sánchez
Voy en busca de tres letras
Que hablen siempre de paz
Una P, y una Z,
Y en el centro una A.
Tanques y acorazados,
Cazas de guerra y de más,
Que disparen estas letras,
Hechas de nube de mar.
Y que disparen gomitas,
Si es que hay que disparar,
Caramelos que se encojan,
Y se puedan estirar.
Que disminuyan las guerras
Y que dilaten la PAZ.
Ricos sabores de menta
Papaya, Almendra, aZahar,
Que son sabores valiosos,
Sabores cargados de PAZ.
Que no sufran ya más niños,
Y amarnos en LIBERTAD
Y esta es otra palabra
Que debemos preservar.
AUNQUE
NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS
Por Gloria Fuertes
Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra:
Muerte.
Muerte es que no nos miren los que
amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.
Elegido por María Luisa Niebla López
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EN
LA GLORIA
Por Pilar Ruiz Cuesta
Cuando mi tiempo era nuevo,
me pretendieron tus versos,
los acercaste con tres globos y me
aupaste a un camello.
Contando disparates, me prestó Doña Pito
sus guantes.
Tú, el sol, tu sombra y yo… no sois
tres, fuimos cuatro un verano en la playa.
Contigo bruja blanca y mis renacuajos,
preparamos brebajos,
que con la prisa de leer nos dio la
risa.
Me enseñaste poemas y amores,
y me salieron los colores,
al descífrate y pensarte.
Porque yo también ame a un pájaro-una
tórtola-
que era artista y me dejo absorta.
¿Y hoy Gloria que dirías?
¿Vivirás de tus poesías?
Como posteó “El Confidencial”
“Donde un tuitero vende más que un
Dragó”…
Tú recitaste,- Nací para poeta o para
muerto
Y escogí lo difícil-.
Quizás no venderías, ni comprarías…
Pintarías # con Acción Poética en los
muros de las casas.
Quizás no tendrías volúmenes con hilos
cosidos…
Pero hoy Gloria, con tus historias,
petarías Twitter.
YA
ESTÁ EL NIÑO EN EL PORTAL
Por Gloria Fuertes
Ya está el niño en el portal
que nació en la portería,
San José tiene taller,
y es la portera María.
Vengan sabios y doctores
a consultarle sus dudas,
el niño sabelotodo
está esperando en la cuna.
Dice que pecado es
hablar mal de los vecinos
y que pecado no es
besarse por los caminos.
Que se acerquen los pastores
que me divierten un rato
que se acerquen los humildes,
que se alejen los beatos.
Que pase la Magdalena,
que venga San Agustín,
que esperen los reyes magos
que les tengo que escribir.
Seleccionado por Manuel Bellido Milla
|
(A continuación
recita su propio poema)
GLORIA
BENDITA
Por Manuel Bellido Milla
En el taller de José
Junto aquella portería
En la que al nacer Manuel
Los pastores sonreían.
Llegaron sabios doctores
Con las dudas que tenían
Y al encontrar las respuestas
Borrárseles la alegría
Pues ellos querían saber
Qué cuestión era pecado
Y a los vecinos querer
No les pareció apropiado
¡Aléjense los doctores!
Se oyó decir al neonato
Y aquel que tenga dolores
Que pase conmigo un rato
Que está aquí la Magdalena
Que llegó San Agustín
Que me han traído una Tablet
Con la que quiero escribir
EL
NIÑO INOCENTE
Por Ramón Luque Sánchez
El niño Inocente
habita en el limbo,
envuelto entre abrazos,
cubierto de mimos.
Apenas si lee
y escribir no sabe,
le asustan los números
y un ruido en la calle.
Anda lentamente,
con mucho cuidado,
para no caerse
si da un mal paso.
El niño Inocente
es un soñador
de estrellas que bailan
al son de un tambor.
A veces aplaude,
te hace pucheros
y toca las palmas…
¡Todo al mismo tiempo!
Grita si lo llamas,
manotea al verte…
¡Qué bello regalo
su espíritu alegre!
El niño Inocente
siempre está feliz,
te anima su risa
limpia e infantil.
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