A
raíz de un artículo del Real Instituto Elcano escrito el pasado 9 de febrero
por el profesor Antonio R. Rubio Plo, analista de Politica Internacional y
profesor de Política Comparada y Política Exterior de España del Real Instituto
Elcano, en relación con el libro de Nicolás Baverez “Violence et passions. Défendre la liberté à l’âge de l’histoire
universelle” (Ed. de l’Observatoire), quisiera compartir con vosotros el mencionado
e interesante artículo y algunas reflexiones que añadí y que aparecen
publicadas en los comentarios del blog Elcano sobre esta interesante cuestión.
Imagen
obtenida del Real Instituto Elcano.
Artículo del profesor Antonio R. Rubio Plo.
El heroísmo de la razón.
Interesante
libro el de Nicolás Baverez que habrá que buscar para reflexionar con él.
A
raíz del análisis del profesor Antonio Rubio y a mi modo de ver, debe ser el
uso de la razón el que nos aproxime al triunfo sobre los intentos contemporáneos
de socavar la democracia. En razón entonces deberíamos atender a varios frentes
y una raíz común que alimenta a todos ellos. Entre los primeros se encuentran
los vandalismos financieros nacidos de la desmesura y la sacralización de la
competitividad, las ideologías coyunturales de siempre que ahora renacen como populismos
simplificadores sustanciados sobre una base de retorica izquierdista, también cualquiera
de las múltiples variedades de fascismo más simplificadoras aún y tan nocivas
como los populismos, sin olvidar a las más tradicionales y enemigas viejas de
la democracia y de la razón y, en cuya base de pensamiento político se asienta
en el resurgimiento de la aristocracia más o menos renovada que considera al
ejercicio democrático como un fastidio para gobernar cuando no un gasto inútil
o una pérdida de tiempo.
Todas
ellas se alimentan de una raíz común: el abandono y el desprecio de la
filosofía que tiende a ser considerada por los enemigos de la democracia, ya
sean incautos o avisados, como algo poco práctico cuando no peligroso y que ha sido
sustituida por una escalada materialista que parece hacer del dinero la única
razón de ser y de existir del ser humano, considerando entonces como un lastre despreciable
todo aquello que suponga un freno para su consecución, es decir: la ética, el
concepto del derecho y la existencia misma del estado democrático.
Mauel
Bellido Milla.
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