El comentario crítico literario
A los que me han preguntado cómo seguir elevando la
calidad literaria de nuestros textos les respondo que el mejor -el inevitable-
método es el de la lectura crítica de los escritos ajenos y el comentario
autocrítico de nuestros propios trabajos. En otras palabras podemos decir que
no tenemos más remedio que seguir leyendo y releyendo aplicando principios,
criterios y pautas de análisis o, en otras palabras, efectuando ejercicios
prácticos de comentarios de textos. En
esta ocasión sólo os propongo algunas nociones elementales.
El comentario crítico literario es un instrumento
didáctico que pretende facilitar la lectura en profundidad -interpretativa,
placentera, valorativa y creativa- de los textos literarios de las diferentes
épocas, géneros y estilos. Las claves fundamentales de cada comentario están
implícitas en las entrañas del propio texto y en las características que
definen a su autor, a cada género y a cada obra.
Las pautas de los comentarios deberán ayudar a
descubrir el significado profundo literario -denotativo, connotativo, estético-
de cada uno de las obras. Hemos de partir del supuesto de que la adquisición de
la destreza crítica no se improvisa sino que exige la práctica habitual,
escalonada, orientada y autocrítica.
El siguiente esquema está concebido con una intención
preferentemente didáctica; posee, por lo tanto, un carácter introductorio y, en
consecuencia, un horizonte general. Hemos de insistir en que el punto de
partida del complejo proceso de comentario de texto es su lectura detenida
reiterada y atenta para descubrir los elementos característicos y los rasgos
peculiares. En la explicación seguimos el siguiente esquema:
Los géneros literarios
Los géneros literarios[1]
-modificándose y adaptándose a las necesidades de cada época- constituyen los grandes cauces temáticos y formales por
los que han discurrido las creaciones literarias. Estas "formas básicas de
presentación literaria" (Kurt Spang, 1993: 24) han servido, al menos, para
agrupar de manera articulada la "selvática floración" de formas
literarias.
Debemos advertir que, aunque no se deben usar como
una escala jerárquica de valores estéticos, proporcionan al crítico un valioso
instrumental descriptivo e interpretativo ya que, como afirma Miguel Ángel
Garrido Gallardo, "parece que no debe caber duda acerca de que el estudio
de los géneros literarios es una encrucijada privilegiada para otear los
principales problemas de la teoría de la literatura atendiendo a la vez a la
creación individual, al componente lingüístico y al factor social" (1988:
25), los tres factores fundamentales de la comunicación literaria.
Seguiremos la próxima semana.
José Antonio Hernández Guerrero
[1]Véanse Tomás Albaladejo Mayordomo, 1992, Semántica de la narración: la ficción realista, Madrid, Taurus;
Miguel Ángel Garrido Gallardo (ed.), 1988, Teoría
de los géneros literarios, Madrid, Arco; Alfonso Martín Jiménez, 1993, Mundos de texto y géneros literarios,
Universidade da Coruña; Kurt Spang, 1993, Géneros
literarios, Madrid, Síntesis; VV.AA., 1986, Théorie des generes, Paris, Seuil.
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