D.Miguel
de Cervantes y la cultura en España
Este
país mío, que amo y sufro en igual medida, tiene a veces ocurrencias y casi siempre
interesadas, dormido en paz, durante siglos,alguien ve la oportunidad de buscar
y desenterrar los posibles restos de nuestro Miguel de Cervantes y Saavedra, y ¡manos
a la obra! sin límites de medios técnicos y económicos.
En
una Iglesia trinitaria, ubicada en
Madrid, dicen, certifican, hallarse vuestras esquilas
D.Miguel, para gloria de los españoles, y piensan ya, hacer un santuario, igual
que, el de vuestro homólogo en sabiduría y talento, Williams Shakespeare, como si fuera preciso – digo- imprescindible,
saber donde están vuestros restos, y no
el seguir, fomentar, leer y soñar con el espíritu de D. Quijote y Sancho cada
día.
Y
todo, para hacer negocio y las acostumbradas fotos de autoridades "casi
enemigas"de la cultura, lo cual es tristemente anecdótico. Ellos, quizás
no sepan que D. Miguel, pordioseaba por esos pueblos de su señor... impuestos
tras impuestos, por tierras de labranzas, con quejas de campesinos y labriegos
e injusticias a cuestas, ay, Don Miguel y nunca con más honor, Don, yo diría
humildemente, excelentísimo.
Debió vuestra merced, seguramente, escuchar, el
cante por toná de Enrique Morente con
voz ronca y corazón dolorido,casi llorando, de vuestra última carta al amo, al
señor conde...pidiendo un humilde reconocimiento y tardía justicia, que nunca
os llegaría.
Ay, D. Miguel,
desenvaine vuestra espada, cabalgue con Rocinante y cargue contra todos los
"molinos" de hoy, envueltos en camisas de popelín y montados en Audis,
que son esos mismos condes, que aún, niegan año tras año una mísera subvención
para hallar otros huesos, que si, tienen la importancia de saber donde le
dieron los tiros, porque no murió como vos D.Miguel, que aunque, con duquelas,
postrado en cama, sino en un camino cualquiera, a manos de la intolerancia y la
incultura, en una noche del agostogranadino, de calor y odio, y que se cumplirá
80 años en este 2016.
Las historias, se repiten en este país nuestro,donde
la cultura, esencial para el conocimiento, el
progreso y la libertad del ser humano, sigue incomprendida, vejada, a
pesar ser un país de talentos, y que, después de cuatro siglos, aún vamos por
la primera de las líneas del querido Alonso Quijano, D.Quijote "en un lugar de mi España, cuyo nombre
no quiero acordarme”...
Primavera 2015 Francisco Herrera López
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