"Y,
viéndole Don Quijote de aquella manera, con muestras de tanta tristeza, le
dijo: Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de
serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que
el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho
el mal, el bien está ya cerca.”
"El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha". Primera parte, capítulo XVIII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario