La muerte con corona
planea sobre nuestras
cabezas
y no la miramos a la cara,
miedo.
Nuestros ojos se posan en
los otros
¿dónde estará el peligro?,
reclusión.
Una rendija en la
ventana,
observamos con silenciosa
atención.
Y seguimos sin mirarla a
la cara, evasión.
Audios y vídeos
para disfrazar nuestras
mentiras, desconexión.
La soledad inevitable
campa en nuestro
territorio interior, desafío.
Transcurren los días sin
escapatoria
ahora sí, nos miramos
frente a frente, reconexión.
Y nos damos cuenta de que
no morimos
porque
ya estamos muertos, salvación.
María
Luisa Niebla López
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