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tomada de: https://www.eleconomista.es/
Cuando
el camino es conocido, la certidumbre nos ofrece seguridad. Digamos que, la
certidumbre es una carretera bien pavimentada, con sus señales, limitaciones de
velocidad, gasolineras, anuncio anticipado de los cruces. Entonces somos
viajeros.
Cuando
el camino es desconocido, o aún más, si no hay camino previamente trazado, no
somos viajeros, somos exploradores y, esta condición nos exige transitar
gestionando la incertidumbre. Es el caso de las grandes gestas: Cristóbal Colón
al descubrir América, Juan Sebastián Elcano, trazando el recorrido de la
primera vuelta al mundo; Andrés de Urdaneta, estableciendo el camino del
retorno viaje entre Filipinas y Acapulco; Alvar Núñez Cabeza de Vaca,
explorador de la Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana, Nuevo México, Arizona,
California; Isaac Peral, constructor del arma submarina; Santiago Ramón y Cajal,
padre de la Neurociencia. Todos ellos tienen algo en común: son españoles y
supieron abrirse camino superando la incertidumbre.
Hoy
nos enfrentamos a un enemigo nuevo, poderoso, traicionero, inteligente, mutante,
sin certezas, aún, sobre cuál puede ser su origen y, debemos combatirlo en
ausencia de camino. Contra el COVID 19 no habrá camino seguro hasta que se
encuentre una vacuna. Hasta entonces debemos aprender lo que Colón, Elcano, Urdaneta,
Cabeza de Vaca, Peral, Ramón y Cajal, y otros nos enseñaron: gestionar la
incertidumbre superando nuestros miedos y la nostalgia de una buena carretera,
que, en este caso, hemos de construir nosotros mismos a medida que avanzamos en
ella. La inteligencia debe superar a la nostalgia, la valía debe destronar al
miedo, la solidaridad al egoísmo, la compasión al enfrentamiento, la grandeza a
la miseria. Y nosotros al frente: serenos, capaces, orgullosos y hermanos.
Enarbolando lo mejor de nosotros mismos.
Manuel
Bellido Milla.
2 comentarios:
Leer estas palabras es un canto a la Esperanza.
Buen, acertado y estimulantemente artículo, Manuel,
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